Mapeo de las tendencias antivacunas en Bolivia

Mientras la vacuna contra el Covid sigue aplacando los impactos de nuevas olas y cepas, las tendencias antivacunas y de desinformación sobre el virus no se detienen.

Jesús Vargas e Isabel Mercado/periodistas

Conforme el coronavirus continúa su expansión por el mundo, también lo hace la desinformación, a pesar de un esfuerzo agresivo por parte de las compañías de redes sociales para evitar su difusión. 

Facebook, Google y Twitter se comprometieron a desarrollar filtros para eliminar la información errónea o para promocionar fuentes idóneas sobre el coronavirus. Sin embargo, pese a los esfuerzos, se pueden encontrar videos, fotografías y publicaciones escritas en todas estas plataformas que diariamente escapan a estos filtros.

Uno de los mecanismos insertos en los bulos es la utilización de palabras “encriptadas” a las que se les cambia una letra. Por tanto, incluso cuando las compañías dueñas de las redes sociales están dispuestas a proteger la verdad, a menudo se ven superadas y burladas en su intento. Hay tanta información errónea sobre el virus, que la Organización Mundial de la Salud ha señalado que se enfrenta a una “infodemia”.

Un rastreo realizado con las herramientas Crowdtangle y Newship para los contenidos de Facebook, pone en evidencia el grado de ingenio de antivacunas que sobrepasan los filtros de redes. Por ejemplo, uno de los términos usados es #Vakuna; otro es el que -en tono de burla- llama #Plandemia a lo que acontece, también su usa #Ko-bit (especialmente con contenido en inglés) para reproducir falsos documentos científicos.

En Crowtangle, además de los hashtags mencionados, existen otros que promocionan tratamientos contra el Covid 19 como 1v3mect1na, C0R0n4v1RUS y c0r0n4v1rus-1. En todos ellos se defiende el uso de medicamentos no aprobados y sin evidencia científica para el tratamiento del Covid.

En el caso boliviano, todas estas artimañas aparecen presentes en contenido antivacunas  a nivel nacional. De esta forma rastreamos las teorías conspirativas más recurrentes y los bulos con mayor viralidad por departamento.

 

Rastreo de la desinformación por departamentos

Mientras Bolivia afronta una cuarta ola y los índices de vacunación no cumplen las expectativas, un alto porcentaje de la población se resiste a ser inoculada. Los argumentos por lo general se construyen sobre desinformación.

Beni

Al recibir informes oficiales sobre el bajo nivel de vacunación en este departamento, se decidió trabajar con un periodista del lugar para recopilar testimonios de diferentes provincias y rastrear la desinformación.

El resultado de este trabajo se tradujo en un reportaje que se publicó el 31 de octubre. También se rescataron testimonios de líderes de congregaciones religiosas para hacer otras verificaciones.

Se identificó que en este departamento existen diferentes sectas religiosas que difunden desinformación contra las vacunas especialmente, las que relacionan con el “mal” o el mismo “Satanás”.

Si bien las iglesias más grandes de Beni apoyan la vacunación, como la católica y la principal congregación evangélica Alfa y Omega, existen otras corrientes cristianas que la rechazan.

Las principales desinformaciones tienen que ver con las teorías del magnetismo, la infertilidad y la intoxicación con químicos “venenosos” entre las principales. También se difunden en esta zona desinformaciones sobre terapias alternativas a la vacuna, como el uso de grasa animal.

Links de referencia:

https://boliviaverifica.bo/mitos-sobre-la-vacuna-contra-la-covid-19-que-dificultan-la-vacunacion-en-beni/

https://boliviaverifica.bo/cuatro-religiosos-que-desinforman-sobre-el-coronavirus-y-las-vacunas/

Cochabamba

La mayoría de las desinformaciones en el departamento de Cochabamba tienen que ver con teorías conspirativas y el uso de terapias alternativas contra la COVID-19. Sin embargo, las desinformaciones de mayor alcance fueron aquellas que distorsionaron la información oficial, generando confusión en la ciudadanía, especialmente en la capital. Uno de estos ejemplos es el de la imagen, donde supuestamente se comparten en cadenas las “nuevas” restricciones de horario en la capital cochabambina para septiembre, cuando en realidad, eran medidas que fueron adoptadas en meses pasados.

En este departamento también tuvieron incidencia organizaciones como Acción Humanista Revolucionaria (AUR) en Quillacollo y en la capital.

Se identificaron otras corrientes que rechazan la vacunación para sustituirla por medicina tradicional.

Links de referencia:

https://boliviaverifica.bo/circula-informacion-desactualizada-sobre-restricciones-en-cochabamba/

https://boliviaverifica.bo/12-datos-falsos-emitidos-por-aur-sobre-la-covid-19-y-las-vacunas-en-un-cabildo-digital/

Chuquisaca

En Chuquisaca se identificaron teorías conspirativas en contra de la vacunación que circulan con bastante fuerza en el área rural, especialmente en municipios como Tarabuco.

Uno de los principales temores identificados en el área rural de Chuquisaca tiene que ver con los efectos adversos que se puedan tener después de la vacunación. También circulan las teorías de la inserción de microchips y del magnetismo, con los videos de las monedas pegadas supuestamente a los brazos de los vacunados.

En la ciudad de Sucre hay organizaciones como AUR que no solo difunden desinformación en las redes sociales, sino que también hacen manifestaciones públicas en plazas y parques, distribuyen folletos, además de pegar afiches por las zonas más importantes de la capital.

Se identificaron médicos y civiles que promocionan el consumo de productos no avalados para el tratamiento del coronavirus como es el caso de la ivermectina.

Links de referencia:

https://boliviaverifica.bo/tres-desinformaciones-que-dificultan-la-vacunacion-en-tarabuco/

https://boliviaverifica.bo/activistas-incitan-con-desinformacion-a-que-las-personas-no-se-vacunen/

La Paz

A nivel nacional, La Paz fue el centro de difusión de las principales desinformaciones, especialmente por su influencia política en el país.

En este departamento tomaron fuerza organizaciones de alcance internacional como “Médicos por la Verdad” a la cabeza de la doctora Patricia Callisperi. No solo fue la difusión de desinformación por las redes sociales, sino también en manifestaciones públicas en contra del uso del barbijo y en rechazo a la vacunación. Se organizaron talleres y foros con invitados internacionales de organizaciones como Médicos por la Verdad en contra de la vacunación.

El Alto fue uno de los epicentros de la desinformación, donde incluso su dirigencia cívica con fuerte incidencia de organizaciones como la de Callisperi, se pronunciaron en contra de la vacunación usando como argumento teorías falsas.

Una de estas teorías, fue difundida por el dirigente cívico Gregorio Gómez, quien aseguraba que se había encontrado en esa ciudad “la cura” en contra del coronavirus.

También se identificó periodistas de alcance nacional que no solo dieron holgada cobertura a desinformadores, sino también, que difundieron teorías no probadas en contra de la vacunación y de la promoción de terapias no avaladas que implican un riesgo a la salud.

Uno de estos casos es de Karla Revollo, quien lideró campañas a favor del uso del dióxido de cloro.

Pese a su oposición pública a las vacunas, pudimos constatar en el sistema del Ministerio de Salud que la periodista sí se había vacunado.

En el área rural paceña se identificaron teorías conspirativas ampliamente difundidas en contra de la vacuna. El Sedes identificó comunidades que rechazaron las vacunas.

Las teorías más difundidas tienen que ver con la esterilidad, el magnetismo e incluso la conversión en “hombre lobo” o de la colocación de la “marca del diablo”.

Estas últimas teorías tienen fuerte influencia de sectas religiosas que infunden un marcado temor a las vacunas.     

En el caso de la esterilidad e infertilidad, se identificó que esta teoría antivacunas no es nueva, se arrastra desde los años 60, cuando se realizó una campaña supuestamente apoyada por el Gobierno de Estados Unidos para reducir la mortalidad materna mediante la distribución de anticonceptivos en el área rural, lo que impulsó la creencia que se quería esterilizar a los bolivianos.

Links de referencia:

https://boliviaverifica.bo/no-se-ha-encontrado-en-2020-la-cura-de-la-covid-19-como-afirma-civico-de-el-alto/

https://boliviaverifica.bo/karla-revollo-opositora-de-las-vacunas-contra-el-coronavirus-se-vacuno-en-julio/

https://boliviaverifica.bo/patricia-callisperis-difunde-datos-falsos-sobre-las-medidas-de-prevencion-contra-la-covid-19/

https://boliviaverifica.bo/cuatro-teorias-que-desinforman-sobre-la-vacunacion-en-el-area-rural-pacena/

Oruro

Una serie de teorías conspirativas circulan en Oruro en contra de las vacunas, especialmente sobre un supuesto “plan” de reducción de la población mundial.

En la capital orureña existen grupos y líderes de opinión que profesan en contra de las medidas de bioseguridad como de las vacunas.

Los temas utilizados suelen ser distorsiones de noticias internacionales, por ejemplo, que el presidente de Francia es “socio” de las empresas fabricantes de las vacunas, que niños en África murieron envenenados tras ser inmunizados o que pilotos fallecieron en pleno vuelo por la misma causa.

Organizaciones como AUR y sectas religiosas difunden en redes sociales y en las calles orureñas este tipo de contenidos.

La teoría más difundida es que las vacunas son “tóxicas”.

También se acusaba a las autoridades e incluso a la Universidad Técnica de Oruro de obligar a los estudiantes a vacunarse, cuando la vacunación en este departamento es voluntaria.

El uso de la coca y bicarbonato como medicina alternativa en contra del coronavirus, es otra de las teorías difundidas en esta región por líderes de opinión como “Yo Pascual”, quien dice ser periodista y chofer de micro, desde donde realiza transmisiones por Facebook. Esta persona que radica en Santa Cruz, tiene una gran parte de sus seguidores en Oruro, manejando más de 15 páginas en Facebook donde califica a la pandemia como una “gran estafa”, misma que dice combatir con la “hoja de coca”.

En el área rural las desinformaciones están relacionadas con la supuesta esterilidad que provocan las vacunas, la toxicidad de los inmunizantes y la “inexistencia” del coronavirus.

También se trabajaron explicadores y Sin Duda sobre las variantes lambda y delta, debido al requerimiento de mayor información respecto a estas mutaciones del virus que se habían registrado en esa región.

Links de referencia:

https://boliviaverifica.bo/oruro-en-la-uto-no-estan-obligando-a-los-universitarios-a-vacunarse-como-indica-pascual-mamani/

https://boliviaverifica.bo/las-entidades-financieras-no-solicitan-el-carnet-de-vacunacion-para-realizar-tramites/

https://boliviaverifica.bo/todo-lo-que-sabemos-sobre-la-variante-lambda/

Pando

En el caso del departamento de Pando que tiene la cobertura más baja en vacunación, se realizó una investigación con la cooperación del medio digital Portada Tv para identificar las causas que evitan que los pobladores asistan a los puntos de vacunación.

En la investigación, se pudo develar que existen mitos basados en teorías conspirativas que circulan en todo el mundo por las redes sociales como aquellos que relacionan a las vacunas con Bill Gates y microchips, o del supuesto plan de reducción de la población mundial.

La implantación de un microchip a las personas, la supuesta esterilidad en los vacunados, la conversión de las mujeres en “hipersexuales” y la enfermedad grave por la inmunización son las teorías con mayor difusión en esa región.

Tanto el Programa Ampliado de Inmunización como el Sedes identificaron teorías como las citadas, según nos informaron. Otro factor influyente en la desinformación fueron los grupos religiosos que incluso prohíben a sus creyentes ir a los centros de vacunación.

El Sedes había indicado que 1.200 vacunas de AstraZeneca se vencieron en esa región.

Links de referencia:

https://boliviaverifica.bo/cuatro-mitos-que-inciden-en-los-bajos-niveles-de-vacunacion-en-pando/

https://boliviaverifica.bo/ninguna-vacuna-contra-el-coronavirus-tiene-luciferasa-ni-componentes-luminiscentes/

Potosí

En Potosí también circulan las teorías en contra de las vacunas referidas a la infertilidad, al magnetismo y a la toxicidad. El mayor temor en el área rural tiene que ver con los efectos adversos de la vacuna, incluyendo la teoría del “hombre lobo” que incluso se difundía en quechua.

Otra teoría bastante difundida en el área rural tiene base en sectas religiosas, donde se indica que las vacunas son realizadas con fetos abortados.

Desinformaciones sobre el uso de tratamientos alternativos como el dióxido de cloro son altamente difundidas, tanto en la capital como en las provincias.

En el área rural se opta por la medicina tradicional para afrontar al coronavirus en lugar de acceder a las vacunas. En las zonas más alejadas de este departamento, se duda sobre la existencia del virus que provoca la COVID-19.

En una investigación, pudimos constatar que los principales temores a las vacunas en el área rural de este departamento se deben a la falta de información, además de un alto nivel de desconfianza en el sistema nacional de salud.

Links de referencia:

https://boliviaverifica.bo/religioso-desinforma-senalando-que-las-vacunas-fueron-hechas-con-fetos-abortados/

https://boliviaverifica.bo/temores-por-rumores-que-dificultan-la-vacunacion-en-el-area-rural-boliviana/

https://boliviaverifica.bo/las-vacunas-contra-el-coronavirus-no-son-experimentales/

Santa Cruz

Uno de los principales problemas identificados en el departamento de Santa Cruz tiene que ver con la venta y promoción ilegal del dióxido de cloro.

Las desinformaciones en torno al uso del dióxido de cloro en esta región en la lucha contra el coronavirus han trascendido las fronteras nacionales. En diferentes cadenas que circulan por otros países se pone como ejemplo a Bolivia, indicando que municipios comoSan José de Chiquitos no tienen casos de COVID-19 “gracias al dióxido de cloro”.

Se identificó que en la capital cruceña existen clínicas clandestinas, donde incentivan a las personas vacunadas a realizarse “tratamientos de desintoxicación”, aplicándoles dióxido de cloro mediante suero.

En esta región también se identificó un alto uso de la ivermectina como tratamiento contra la COVID, promocionada incluso por autoridades municipales.

En el área rural, las principales desinformaciones están relacionadas con teorías conspirativas que niegan la existencia de la pandemia y, por ende, no ven la necesidad de aplicarse las vacunas.

Comunidades indígenas en este departamento creen que la pandemia es una invención para favorecer a monopolios farmacéuticos. También se difunden desinformaciones sobre supuestos impuestos a la vacuna. Una teoría conspirativa que circula desde 2020 está bien arraigada en el área rural, la cual refiere que los hospitales reciben pagos por el reporte de cada paciente con coronavirus. 

Links de referencia:

https://boliviaverifica.bo/no-es-verdad-que-san-jose-de-chiquitos-no-tiene-casos-de-covid-19-gracias-al-dioxido-de-cloro/

https://boliviaverifica.bo/es-falso-que-colocarse-dioxido-de-cloro-por-via-intravenosa-protege-al-organismo/

https://boliviaverifica.bo/promueven-dioxido-de-cloro-en-embarazadas-sin-ninguna-evidencia-cientifica/

Tarija

Tarija hasta finales de octubre es el departamento con mayor cobertura en vacunación; sin embargo, no está libre de la problemática de la desinformación en torno a la pandemia.

La desinformación en Tarija es difundida hasta por autoridades municipales, como es el caso de la promoción y distribución de productos no avalados científicamente como terapia para la COVID-19, tal el caso de la ivermectina.

El caso más llamativo ocurre con la Alcaldía de Tarija, donde el secretario municipal de Salud, Paul Mendoza Pino, promociona este producto a nombre de la OPS y la OMS.

El secretario en cuestión se aferró a esta teoría, pese a que un periodista de Bolivia Verifica le explicaba que estos organismos no avalaban el uso de este producto en terapias contra la COVID-19.

Otro producto ampliamente promocionado en esta región es el dióxido de cloro, con fuerte incidencia de sus impulsores como el alemán Andreas Kalcker, la doctora Patricia Callisperi y la periodista Karla Revollo, entre otros.

Se libró una fuerte pugna en base al debate departamental sobre la obligatoriedad o no de la vacuna, llegando a generarse desinformaciones en torno a este tema.

Una de estas desinformaciones tuvo alcance nacional, cuando la periodista Karla Revollo acusaba que en Tarija los militares obligaban a las personas a vacunarse, situación que nunca ocurrió.

En esta región se identificaron campañas intensas de agrupaciones como AUR, que no solo difunden contenidos falsos por las redes sociales,sino que efectuaron manifestaciones en plazas públicas, distribuyeron boletines y afiches, además de hablar en diferentes medios de prensa.

Se halló también fuerte incidencia de grupos que generan desinformación en Argentina en contra de la vacunación, cuyas falsedades circulaban en páginas tarijeñas en las redes sociales.

Este tipo de desinformaciones fueron sobre presuntos casos ocurridos en la Argentina de personas que supuestamente habían fallecido o tenido enfermedades severas como reacción a las vacunas, usando imágenes descontextualizadas o manipuladas.

Otras teorías que circularon en redes sociales en grupos como páginas tarijeñas tienen que ver con la supuesta toxicidad de las vacunas y los efectos adversos.

Links de referencia:

https://boliviaverifica.bo/la-ivermectina-no-previene-la-covid-19-como-indica-el-secretario-municipal-de-salud-de-tarija/

https://boliviaverifica.bo/sedes-tarija-no-anuncio-que-utilizara-a-militares-para-hacer-efectiva-la-vacunacion-contra-la-covid-19/

https://boliviaverifica.bo/es-falso-que-una-nina-vacunada-contra-el-coronavirus-fallecio-en-argentina/

En todos los casos mencionados por regiones, no solo se identificaron las desinformaciones, sino que se hicieron los chequeos correspondientes.

También hubo desinformaciones de carácter internacional, pero que fueron utilizadas por grupos que se oponen a las vacunas o que niegan la pandemia para engañar mediante las redes sociales sobre supuestas medidas o acciones que asumían en otros países.

Se ha identificado que uno de los problemas para la amplia difusión de desinformación es la falta de confianza de la población en el sistema de salud, especialmente en el área rural.

También se identifica vacíos comunicacionales de parte del Gobierno Nacional como del Ministerio de Salud, principalmente en la educación.

 

 

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