No hay evidencia científica que respalde el uso de ivermectina en los tratamientos contra el cáncer
Un oncólogo recuerda que este medicamento se emplea para tratar la parasitosis. Sin embargo, su uso se promovió equívocamente en periodo de la pandemia sin tener ninguna evidencia científica de su efectividad contra la covid-19.
Circula en redes sociales (1) la versión de que una oncóloga quirúrgica estadounidense de «renombre mundial» ha revelado que la ivermectina ha curado «con éxito» el cáncer en múltiples pacientes; sin embargo, el contenido es falso, porque no hay ninguna evidencia científica que lo respalde.
El contenido es difundido desde el 24 de mayo por la cuenta Concienciacancer en TikTok y sumó casi 3.000 reacciones, 167 comentarios y fue compartido en 1.420 oportunidades hasta el cierre de edición. En el fondo se escucha la canción Tanto del español Pedro Alborán.
La publicación se muestra como si fuese la captura de pantalla de una nota de algún portal informativo: presenta un título, un nombre de autor, una fotografía y el cuerpo de noticia.
El mensaje lleva el siguiente texto.
«Una oncóloga de renombre lanza una bomba: La ivermectina cura el cáncer.
Un oncólogo quirúrgico estadounidense de renombre mundial acaba de revelar que la ivermectina ha curado con éxito el cáncer en múltiples pacientes.
La cirujana oncóloga Dra. Kathleen Ruddy anunció que el fármaco milagroso se ha utilizado para salvar las vidas de pacientes con enfermedades terminales.
A ver cuánto tardan en silenciar esta noticia».
No hay evidencia científica
El oncólogo Jerson Mejía del hospital Viedma de Cochabamba explicó a nuestra redacción que para poner en práctica cualquier tratamiento terapéutico, este debe basarse en fármacos que hayan cumplido una serie de requisitos con evidencia científica.
«Me refiero a estudios clínicos que hayan cumplido la fase 1, la fase 2 y la fase 3, en los que, de manera escalonada demuestren evidencia científica».
Citó como un ejemplo el uso del carboplatino para el cáncer de pulmón, el cual debe ser investigado en todas esas etapas. «Estos estudios, que deben ser aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) o la Organización Mundial de la Salud (OMS), deben homologar un beneficio, tanto en la sobrevida global o en tiempo de libre progresión o control de enfermedad con pacientes con un cáncer determinado».
Alerta que el relato de pacientes que empezaron a tomar este medicamento y que aseguran estar curados es la «peor evidencia» científica. «O de un médico que diga que en sus 20 años de experiencia siempre se usó para sus pacientes con este cáncer y le ha ido muy bien».
El oncólogo indicó que ambos tipos de relatos no son una evidencia científica y se convierten en «armas de doble filo», porque pueden basarse en experiencias donde no se tiene constancia del progreso o no del paciente, ni de sus reacciones o si consumió otro tipo de fármacos, siendo una versión casi al azar, poniendo en riesgo otras vidas.
Mejía recordó que la ivermectina es un medicamento utilizado para tratar la parasitosis. «Tiene estudios clínicos que demuestran el uso de este fármaco en distintas patologías de tipo parasitaria».
«La ivermectina, el díoxido de cloro, guanábana, noni, graviola, fruto de la vida, son algunos productos que la gente cree que luchan contra el cáncer; sin embargo, al no tener un respaldo científico, su uso no tiene sustento, por el contrario, genera desinformación».
Acotó que de hecho, hay pacientes que abandonan los tratamientos tradicionales para optar por estos medicamentos y que posteriormente tienen recaídas más fuertes.
En resumen, el especialista agregó que el único beneficiario de estas mal llamadas «curas milagrosas» es quien lo vende, no así el que las compra o recibe.
La ivermectina, otros fármacos y remedios naturales han sido impulsados desde el año 2020 por comerciantes, políticos 0 sectores sociales que apostaron para combatir el coronavirus, sin ningún tipo de evidencia científica.
La OMS desaconsejó en 2021 el uso de ivermectina para el tratamiento de covid-19.
En América Latina, la ivermectina se puede comprar sin receta médica. En el país, su venta es libre.
En el rastreo se encontraron algunos artículos de investigación en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos sobre un posible potencial de la ivermectina contra algunos tipos de cáncer, pero ninguno ha tenido la validación de expertos.
La validación de expertos es un método científico para verificar la fiabilidad de una investigación. Su utilización contra el cáncer no ha sido avalada por ninguna instancia acreditada de salud.
¿Qué es la ivermectina?
La OMS describe a la ivermectina como un antiparasitario de amplio espectro incluido en la lista de medicamentos esenciales como tratamiento de enfermedades parasitarias. Se emplea para tratar la oncocercosis (ceguera de los ríos), la estrongiloidiasis y otras geohelmintosis, así como la sarna.
Las pruebas realizadas con ivermectina en pacientes con covid tuvo resultados «muy poco fiables«, según especificó la OMS.
En síntesis, el medicamento está indicado para tratar distintos males ocasionados por parásitos, está indicado para su uso en humanos y en animales, aunque la presentación para cada uno es distinta.
El fármaco está aprobado para tratar y curar ciertas afecciones, pero puede tener contraindicaciones como náuseas, vómitos, diarrea, sarpullido, dolor de estómago, convulsiones, confusión, baja de presión arterial, hinchazón de extremidades y rostro, entre otros.
FDA alerta de medicamentos promocionados en internet
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) alertó de los productos que afirman curar el cáncer, ya sea en sitios de internet o en las plataformas de redes sociales como Facebook e Instagram.
“Cualquier persona que sufra de cáncer o que conozca a alguien que lo padezca entiende el miedo y la desesperación que esto puede despertar, uno puede sentirse muy tentado a agarrarse de cualquier cosa que parezca ofrecer una oportunidad de cura”, explicó Nicole Kornspan, quien es agente de seguridad de esta institución en un artículo publicado en abril de 2020.
Según la FDA, los productos médicos legítimos, tales como los medicamentos y los dispositivos indicados para el tratamiento del cáncer, deben obtener la aprobación o autorización de organismos internacionales de salud antes de ser comercializados.
«El proceso de evaluación de la dependencia ayuda a asegurarse de que estos productos sean seguros y eficaces para los usos previstos».
La FDA alertó a los consumidores a no recurrir a estos productos «potencialmente peligrosos» y cuya eficacia no está comprobada, y a abordar las opciones de tratamiento para el cáncer con un prestador de servicios de salud acreditado.
Sobre la doctora Kathleen Ruddy
En la revisión se rastreó el nombre de la doctora Kathleen Ruddy que es nombrada en la cadena que se difunde en redes sociales, quien en su perfil en LinkedIn cuestiona el uso de las vacunas contra el covid-19. La médica ha sido tomada como un referente de diferentes grupos antivacunas.
La revista científica Science-Based Medicine cuestiona los postulados de Ruddy. «Estas ‘instituciones’ pretenden realizar investigaciones con sujetos humanos y, si bien los datos pueden ser anónimos, aún debe haber una base de datos que vincule los datos clínicos con la información de salud protegida (PHI) de los sujetos», indica un artículo de esta revista sobre la versión del tratamiento del cáncer con ivermectina.
Es decir, no existen estudios que comparen datos y hagan seguimiento del progreso de las personas que fueron sometidas a estas pruebas. Según explica esta revista, pueden incidir una serie de factores de las condiciones de la persona estudiada y al probar con otra puede generar reacciones diferentes, por eso la importancia del cumplimiento de las fases de investigación científica.
Fases que deben superar los medicamentos para pruebas en humanos
En el caso de medicamentos y vacunas, antes de cualquier prueba clínica en humanos, deben superar una “fase 0” o preclínica, que incluye pruebas in vitro o de laboratorio y en animales, como los ratones, según los protocolos existentes en la comunidad científica.
El fin de esta etapa es que el medicamento demuestre que es seguro y funciona en animales. Si supera esta prueba, puede entrar a los estudios clínicos que se dividen en tres fases, donde ya se prueba en humanos.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y el Proyecto para el Conocimiento de Vacunas de la Universidad de Oxford en Reino Unido, indican que hay al menos “tres fases” que debe superar una vacuna o un medicamento antes de llegar a la población general. Es decir, las pruebas deben realizarse en diferentes fases antes de hacerse en humanos como mostró la doctora Ruddy.
En resumen, no existe evidencia científica que certifique la efectividad de medicamentos como la ivermectina en el tratamiento del cáncer. Acá puedes ver otros temas relacionados. Aquí, aquí o aquí.