Chile: Qué es el plebiscito aprobado y qué importancia tiene para ese país

Miles de chilenos salieron a votar en medio de la pandemia para definir si cambiaban o mantenían la Constitución vigente desde 1980. El resultado fue abrumador: ocho de cada diez chilenos aprobó un cambio

Miles de chilenos salieron a votar en medio de la pandemia para definir si cambiaban o mantenían la Constitución vigente desde 1980. El resultado fue abrumador: ocho de cada diez chilenos aprobó un cambio

Con una participación por encima del 50% del electorado, los chilenos aprobaron el domingo la realización de una nueva Constitución. Foto: Reuters.

Chile también salió a las urnas en plena pandemia del coronavirus COVID-19, siendo el segundo de la región después de Bolivia, cuyo motivo y riesgo es determinante para su futuro, decidir si se cambia o no su forma de vida. Acá te explicamos en qué consiste este proceso.

“Elige el país que quieras”, es el slogan que usó el Servicio Electoral en Chile (Servel) para este plebiscito, lo que demuestra la importancia de lo que se jugaban el domingo 25 de octubre los habitantes de ese país.

Los resultados oficiales de Servel al 99.85% muestran una abrumadora mayoría que determinó cambiar la actual Constitución chilena, la que es inevitable ligarla con la figura de Augusto Pinochet (1915-2006+).

El resultado da un 78,27% a favor del cambio de la Carta Magna.

¿Qué se preguntó?

El plebiscito fue convocado oficialmente con el Decreto Supremo firmado por el presidente Sebastián Piñera el 27 de diciembre de 2019. Para este plebiscito se entregaron dos papeletas a  cada elector.

La primera papeleta tenía una pregunta y dos opciones:​ “¿Quiere usted una Nueva Constitución?” preguntaba y las alternativas eran: “Apruebo” o “Rechazo”. La opción ganadora con más del 78% de los votos fue “Apruebo”.

La segunda papeleta decía:¿Qué tipo de órgano debiera redactar la Nueva Constitución?” y las alternativas eran “Convención Mixta Constitucional”  (Asamblea conformada en un 50 % por constituyentes elegidos directamente y 50 % por miembros del actual Congreso) o “Convención Constitucional” (Asamblea conformada por 100 % de constituyentes elegidos).La opción ganadora fue Convención Constitucional, con más del 78% de apoyo, hasta el 99.81 de las mesas escrutadas.

Con esos resultados, este domingo los chilenos aprobaron realizar una nueva Constitución Política del Estado y que ésta sea redactada por constituyentes electos democráticamente.

¿Cómo se llegó a este plebiscito?

“Chile estuvo viviendo una especie de encrucijada, donde había una visión muy positiva del desarrollo económico desde los 80 -con la dictadura de Pinochet-, pero por otra parte,  se empezaron a levantar voces muy críticas con el modelo”, explica a Bolivia Verifica el periodista y docente chileno, Patricio Contreras.

Contreras es docente de Periodismo en las universidades Alberto Hurtado y Diego Portales en Santiago. El académico indica que se tiene una “insatisfacción general” con el modo de vida y de sociedad, que se reflejaba en niveles “altos” de desigualdad, con un precario sistema de protección social.

Agrega que existía “cierto agobio” o ahogamiento para sostener el actual sistema, algo que terminó de estallar en los conflictos de octubre de 2019.

El periodista recuerda que al principio, dicho estallido fue reflejado como una manifestación violenta, pero después se pronunció con una mayoría social.

En realidad, las movilizaciones con la exigencia del cambio en la Constitución se remontan desde 2006 y derivan en el estallido de 2019, que obligó al Gobierno de Piñera a convocar el plebiscito.

Incluso, en el segundo mandato de Michelle Bachelet Jeria, se lanzó esta propuesta, pero no logró concretarla, pues no tuvo el apoyo en el Parlamento, “hubo una oposición transversal”,  no solo por sus rivales políticos, sino también por parte de sus aliados, rememora Contreras.

Entonces, fueron las manifestaciones sociales, las que finalmente empujaron a que los gobernantes den pie a este plebiscito.

“El fin de este plebiscito es definir si somos capaces de redactar un nuevo texto constitucional que no sea hecho por la élite o en cuatro paredes”, acota el periodista.

¿Por qué es histórico este plebiscito?

Esta es la primera vez desde 1833 que la Constitución chilena es redactada por una convención ciudadana elegida en votación popular.

¿Era necesario un cambio de Constitución?

La actual Constitución chilena, tuvo una serie de modificaciones, pero no de fondo, porque existen una serie de condicionamientos constitucionales para lograr este tipo de cambios.

Por ejemplo, para realizar modificaciones en la Carta Magna, se requieren mayorías de dos tercios o de tres quintos de los diputados y senadores en ejercicio.

El expresidente chileno, Augusto Pinochet emitiendo su voto en el referendo de 1980. GETTY IMAGES.

La Constitución en cuestión 

La actual Constitución chilena fue aprobada en el año 1980, durante el régimen militar del general Augusto Pinochet. La Carta Magna fue modificada en 1989 y 2005.

Esta Constitución tiene el aval del referendo del 11 de septiembre de 1980, donde se impuso la opción “Sí”, en una elección llena de irregularidades, ligadas a la dictadura, según los archivos históricos.

“En el proceso no hubo registros electorales y diversos sectores reprocharon la falta de registros públicos”, dice una nota histórica de la página de la estación radial chilena “Pauta”.

La Constitución de 1980 reemplazó a la de 1925, según consta en la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile.

Uno de los principales cuestionamientos a la Constitución tiene que ver con los derechos sociales, pues  establece un “Estado subsidiario” que no provee directamente las prestaciones que tienen que ver con: salud, educación o seguridad social.

Esta provisión queda en manos privadas, indica una investigación de la BBC.

Gran parte de los sectores sociales chilenos tienen dificultades en el acceso a un tratamiento acorde de salud, a pagarse la educación “o tener una pensión digna al jubilarse”, acota Contreras. Otro de los problemas es el acceso a la vivienda, por el alto costo que representa en este país, según refiere el académico.

Es decir, la insatisfacción, tenía que ver con un nivel de vida costoso, sin un acceso gratuito a los servicios básicos.

“Si bien Chile tiene ingresos mínimos más altos que el resto de Latinoamérica, el costo de vida es muy elevado”, especifica Contreras.

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