La vacuna contra la Covid-19 no te convierte en transhumano

En WhatsApp y Telegram circula la información de que las vacunas contra la Covid-19 modifican el ADN de las personas para volverte transhumano y así pierdas tus derechos humanos. Esta afirmación es falsa. Ninguna vacuna toca el ADN.

No hay ningún estudio o evidencia que pruebe que el ADN de las personas sea modificado como afirma la doctora argentina Chinda Brandolino

 

En WhatsApp y Telegram circula la información de que las vacunas contra la Covid-19 modifican el ADN de las personas para volverte transhumano y así pierdas tus derechos humanos. Esta afirmación es falsa. Ninguna vacuna toca el ADN.

El texto del mensaje es el siguiente:

“VACUNARTE” SIGNIFICA PERDER TU NATURALEZA HUMANA (Y LOS DERECHOS INHERENTES) PARA PASAR A SER UNA “PROPIEDAD”

Dra. Chinda Brandolino: Hay que alertar a toda la población. Tenemos que ser soldados de la vida y defensores de la raza humana

Todo sujeto cuyo genoma haya sido modificado por la transféresis genética que realiza la mal llamada “vacuna Covid” pasa legalmente a ser un “transhumano”, un híbrido patentado por la industria farmacéutica de la que se convierte en “propiedad”.

Además, adjunta el link de una nota publicada en la página ejercitoremanente.com. Cuando se ingresa a la noticia hay un vídeo de 2:34 minutos y un texto que menciona cosas dichas en la grabación. También aparece una parte de la transmisión en vivo que realizó la página de Facebook La Caja de Pandora el 26 de junio. En la misma, aparece la doctora argentina Chinda Brandolino, quien sostiene la postura de que las vacunas modifican el ADN humano:

Cuando ustedes con una vacuna, con la del coronavirus, modifican el genoma esa persona vacunada ya es una persona transgénica, transhumana, por lo que legalmente, en el derecho internacional, será propiedad del dueño de la patente. Pero, lo más dramático de todo es que por ser transhumana no será considerada humana con los derechos humanos que conocemos.

En resumen, afirman que las personas vacunadas serán objetos de las empresas que patentaron las vacunas y serán usados para experimentos o cosas similares.

¿Quién es esta doctora? ¿Qué tan cierto es lo que dice?

Chinda Concepción Brandolino, llamada como “La Mujer de la Ola Celeste” porque fue conocida por su oposición contra el aborto en Argentina. Estudió medicina y está matriculada para ejercer su profesión en Buenos Aires. En su fan page de Facebook 161.160 personas la siguen. También es parte de la ficha de desinformantes que el equipo de verificadores LatamChequea publicó. Puedes ver más sobre ella aquí. 

Ella, en estos meses, ha dado diferentes teorías conspirativas sobre la vacuna contra la Covid-19. Una es que las dosis contienen una solución metálica que produce magnetismo en la zona de la inyección y otra es que las vacunas ARN mensajero cambian el genoma humano.

Respecto a lo que dice sobre las vacunas ARN mensajero, el biólogo cruceño Huáscar Bustillos dijo a Bolivia Verifica que hay una cierta sospecha, pero no existe un estudio que demuestre la posibilidad de que la ARN influya y modifique el ADN.

“Lo que pasa es que hay la vacuna Pfizer que se hacen en base a ADN o en base a ARN, hay dos versiones. El ser humano tiene las dos cadenas genéticas. En caso de las vacunas y lo que es el virus, se usa una o el otro. Con respecto al ARN hay ciertos indicios de que pueda haber una cierta modificación dentro de lo que es la cadena genética humana, pero no está comprobado”, dijo.

Explicó que la duda está de si el virus logra generar el cambio a esos niveles moleculares. Tomó de ejemplo que dos personas para tener un hijo sus genomas se entrelazan, pero de un virus a un ser humano no se hicieron estudios para ver la viabilidad de esto.

Para otros expertos como la investigadora del Laboratorio de Inmunología y Desarrollo de Vacunas de Inbecu-CCT-Conicet de Argentina, María Victoria Sánchez; la bioquímica del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC) de España, Mercedes Jiménez; y el genetista del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) de España, Lluis Montoliu, no hay forma de que las vacunas ARN mensajero modifiquen el ADN humano.

“El proceso de traducción del código genético en una proteína (lo que hace el ARN) se lleva a cabo en el citoplasma, no en el núcleo de la célula (donde está el ADN). El ARN mensajero no puede ‘meterse’ en nuestro ADN”, explicó a AFP Factual la doctora Sánchez.

El ARN actúa en el citoplasma de la célula, no entran al núcleo de las células humanas donde está en ADN, aseguró Montoliu a Newtral.es.

Asimismo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de España explican que las vacunas con ARNm tienen un material del virus, mismo que instruye a las células del organismo crear una proteína similar a la del virus. Una vez hecho esto, el organismo reconoce que esa proteína no debe estar presente y produce anticuerpos que la eliminan y aprenden a combatir la Covid-19 para futuras infecciones.

Es decir, se inyecta material del virus para que el cuerpo aprenda a cómo vencerlo. Cabe aclarar que no todas las vacunas contra la Covid-19 creadas usan el ARN mensajero. De las que llegaron a Bolivia, solo la Pfizer usa el ARN mensajero. La AstraZeneca y la Sputnik-V usan vectores virales y la Sinopharm virus atenuado.

 

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