Texto e imagen, los formatos favoritos para la desinformación en Bolivia
¿Recibiste la imagen de un presunto informe médico de Carlos Mesa con Alzheimer?, ¿te llegó esa cadena de WhatsApp alertando que las vacunas son para insertar nanochips?, ¿viste la captura del supuesto titular que indicaba que Evo Morales estaba en un yate?, o, ¿llegaste a leer que el agua con sal era la respuesta ante el coronavirus?
Elaboramos un análisis con nuestra base de datos en la que detectamos que la desinformación tuvo con mayor frecuencia formato de texto y circuló en mayor medida a través de Facebook
¿Recibiste la imagen de un presunto informe médico de Carlos Mesa con Alzheimer?, ¿te llegó esa cadena de WhatsApp alertando que las vacunas son para insertar nanochips?, ¿viste la captura del supuesto titular que indicaba que Evo Morales estaba en un yate?, o, ¿llegaste a leer que el agua con sal era la respuesta ante el coronavirus?
Probablemente contestes que sí a alguna de estas preguntas, ya que estas fueron escenas de la desinformación del año 2020.
Desde Bolivia Verifica nos preguntamos, cuál fue el formato más recurrente y cuál fue la red social favorita para divulgar contenido falso y engañoso. Analizando más de 1500 notas, detectamos que el texto (44%) y la imagen (42%) fueron los formatos favoritos en los que se presentó la mentira.
Las dos redes sociales donde circuló con mayor frecuencia el contenido desinformativo fueron Facebook (66,83) y WhatsApp (20%). Es decir, en ambas redes se compartieron tanto imágenes manipuladas o sacadas de contexto, como textos con datos falsos o carentes de sustento científico.
En un momento en el que la institucionalidad y los medios de comunicación están en constante desmedro de credibilidad, las redes sociales son el vehículo de información y desinformación al que más nos exponemos como usuarios. Según Forbes Bolivia, citando al trabajo “We Are Social”, el número de conexiones a teléfonos celulares en el país alcanzó los 11,4 millones (99% de la población), con un incremento de 183.000 conexiones respecto del año pasado, un 1,6% más que 2019.
En la época de la “posverdad”, en la que la realidad se relativiza en función de los intereses o creencias de la audiencia, la desinformación es un enemigo común. Contra él luchamos no sólo las verificadoras a nivel mundial sino también, las propias plataformas digitales de comunicación, como Facebook y WhatsApp. Por ello, dichas redes, han implementado recursos que buscan contrarrestar la ola de datos falsos y engañosos; y están constantemente buscando nuevas respuestas ante el conflicto.
¿Qué están haciendo las redes para combatir la desinformación?
Facebook usa tecnología de revisión y revisores humanos para eliminar cuentas falsas, promover la lectura crítica de información y desarticular los incentivos financieros de quienes envían spam. En algunos países , trabajan con verificadores de datos independientes que están certificados por la International Fact-Checking Network, una red internacional de verificación de datos imparcial, para identificar y revisar información falsa. Entre ellos está Bolivia Verifica.
Cuando un contenido es falso y ya ha sido desmentido por algunas de las verificadoras, aparece una etiqueta que advierte de la falsedad y te ofrece el desmentido correspondiente de la verificadora.
Facebook también notifica al usuario que emitió el dato falso, según se lee en su Servicio de ayuda.
En cuanto a WhatsApp, los mecanismos aún son menores pero son significativos. WhatsApp se ha convertido en un canal muy usual para contactarnos con la familia, amigos, colegas y hasta desconocidos. Debido a su naturaleza, es una poderosa herramienta para viralizar mensajes sin necesidad de conocer al emisor inicial del mismo.
Ante ello, la red incluyó inicialmente la etiqueta de “reenviado” para advertir que dicho texto, foto, audio o video ya ha pasado por otros intermediarios. La última medida tomada es que los mensajes se pueden reenviar a un máximo de cinco chats a la vez.
Si un mensaje se reenvía en cadena a cinco chats o más, es decir, se reenvió al menos cinco veces después de haber sido enviado por el remitente original, se mostrará junto a él un ícono de doble flecha y la etiqueta “Reenviado muchas veces”. De esta manera, se busca minimizar la divulgación de rumores, mensajes virales y noticias falsas. Según se señala en su portal.