Salud e historia: Cuando Tarija se aisló y dio resultado

La noticia de que alguna vez la ciudad de Tarija se aisló del país con la colocación de una tela roja en una de sus entradas,  llamó la atención de cientos de usuarios de Facebook. Esa información que por más curiosa que parezca es verdadera.

Este hecho ocurrió cuando la peste bubónica o negra azotaba el mundo en el año 1921. Los primeros casos de fallecimiento de pacientes en el departamento de Tarija se registraron en la capital de la provincia Arce, Padcaya. Las autoridades regionales de ese entonces determinaron realizar un “cordón sanitario”, para evitar el ingreso de todo poblador de las zonas afectadas.

“A la altura de una serranía cerca de donde está ahora el matadero se puso una tela roja y más o menos a cien metros se instaló un cuartucho con hombres del ejército armados. Los que querían entrar a la ciudad, tenían que pasar por donde estaba ese sendero y necesariamente ver la tela roja”, dice uno de los relatos.

Según esta versión, si los soldados veían pasar personas sin detenerse en la tela,  hacían dos disparos al aire. Si estas seguían en su afán de llegar a Tarija, les prevenían de voz y si igual no hacían caso, disparaban al cuerpo de los “intrusos”.

Este hecho es recogido por el historiador tarijeño y académico Miguel Molina Gareca, quien hace alusión a dicho pasaje histórico en su artículo: “De cordones sanitarios, rogativas y cuarentenas en  la historia de Tarija”. También pudo constatarse la existencia de estos relatos en la investigación científica del médico Álvaro Ramallo Zamora, con su libro “Peste bubónica en Padcaya, terror y desolación el año 1921”.

Estas investigaciones indican que, fruto de ese aislamiento, no hubo una sola muerte por esa peste en la ciudad de Tarija. En las  provincias aledañas se registraron más de 500 decesos.

El trabajo de recopilación e investigación del doctor en medicina José Ramallo Guillén (1932-2017+), en su libro  “Algunos apuntes sobre la historia de la medicina en Tarija”,  también hace referencia a otro caso drástico de aislamiento que tomaron las autoridades de este municipio.

Fue desde enero hasta abril de 1887 que Tarija se aisló del resto del mundo para evitar contagios por la pandemia del cólera morbus. En ese tiempo, fueron cortados todos los vínculos con otras poblaciones para evitar que el mal llegase.

“Este aislamiento de Tarija del resto del mundo, entre enero y abril de 1887, puede considerarse como el primer antecedente en medicina, de la actual cuarentena”, confirma el historiador Miguel Molina.

Según estos relatos, subieron los costos de las mercaderías en la capital y “se vivieron meses de tensión social”, pero el resultado fue el esperado: ningún muerto por contar. El libro de Ramallo Guillén es el primero que ahondó en la investigación histórica de la medicina local.

Foto de portada referencial: www.alamy.com

*Redacción: Verdad con Tinta (Tarija).

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