La vacuna contra la COVID-19 no destruye el sistema inmunológico
Un artículo circula en cadena por diferentes redes sociales como Facebook y WhatsApp, donde se habla de un “escándalo”, porque las vacunas en contra del coronavirus “destruyen el sistema inmunológico”. Esto es falso.
En las redes sociales es compartido un artículo que advierte de “graves secuelas” que pueden dejar las vacunaciones en contra del coronavirus
Un artículo circula en cadena por diferentes redes sociales como Facebook y WhatsApp, donde se habla de un “escándalo”, porque las vacunas en contra del coronavirus “destruyen el sistema inmunológico”. Esto es falso.
“Enorme escándalo descubierto: La vacuna COVID-19 destruye nuestro sistema inmunológico de forma permanente”, titula un artículo del portal web Alerta Digital, que utiliza como fuente un estudio de International Journal of Clinical Practice, publicado el 28 de octubre de 2020.
Según el citado artículo, las vacunas COVID-19 diseñadas para inducir anticuerpos neutralizantes pueden sensibilizar a los receptores a una enfermedad “más grave” que si no estuvieran vacunados.
El estudio existe, pero habla de ensayos clínicos
El estudio que cita el artículo, analiza el consentimiento de la firma de voluntarios que participaban de los ensayos clínicos de las vacunas contra la COVID-19, donde se les da información previa. Es decir, se les indicaba del riesgo al someterse a estas pruebas en calidad de voluntarios, por ejemplo, de empeorar los síntomas de la enfermedad.
Para la firma de consentimiento a los voluntarios, se es advierte de la facilitación o aumento de la infección mediada por anticuerpos (ADE por sus siglas en inglés).
Según la chequeadora española Maldita.es, los anticuerpos generados por una exposición previa a un patógeno, ya sea ambiental o por la vacuna, “pueden suponer un problema más que una solución, ya que hacen que la segunda agrave la infección causada”, indica en una de sus verificaciones.
Sin embargo, este fenómeno es “poco frecuente”, según pudo constatar la verificadora española. Es decir, en los acuerdos con los voluntarios a someterse a las pruebas de cualquier vacuna, se les da este protocolo de posibles secuelas que se puedan tener.
No existen evidencias de que las vacunas aprobadas que están empezando a aplicarse en algunos países generen este fenómeno en los pacientes que las están recibiendo.
«Aunque el ADE sea una preocupación, está claro que los anticuerpos son un componente fundamental de la inmunidad protectora ante todos los patógenos», indica un estudio científico publicado en la revista Nature.
Nature es una de las revistas científicas con mayor prestigio en el mundo.
En síntesis, es falso que se haya descubierto que las vacunas contra la COVID-19 destruyan el sistema inmunitario de forma permanente.