La columna falsa de Vargas Llosa sobre Argentina
Después de recibir de varios amigos una columna falsa atribuida al Premio Nobel Mario Vargas Llosa sobre el enamoramiento de Argentina con el populismo, estoy más preocupado que nunca por la proliferación de noticias falsas en las redes sociales. En lugar de mejorar, el problema está empeorando.
Incluso algunos de mis amigos con doctorados en las mejores universidades del mundo me enviaron la columna titulada “Sí, lloro por ti, Argentina”, presuntamente escrita por Vargas Llosa, tras la victoria de la ex presidenta populista Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones primarias de Argentina el 11 de agosto.
Quienes me mandaron la columna —repito, gente súper preparada— no habían tomado las precauciones más simples para verificar si la columna era auténtica. Era una copia viralizada de un sitio de internet del que nunca había oído hablar, y su trillado titular y alguna que otra frase cursi me hicieron sospechar de inmediato que no era un texto auténtico.
Tras leerlo y convencerme aún más de que no era de Vargas Llosa, a quien entrevisté extensamente hace apenas unas semanas, le pregunté a su hijo Álvaro Vargas Llosa si el texto era legítimo. Su respuesta fue: “Es un fake (invento) total”.
Estoy lejos de ser el único que se preocupa por la creciente epidemia de noticias falsas. Según un nuevo estudio realizado por el Pew Research Center, el 56 por ciento de los estadounidenses temen que el problema empeore en los próximos cinco años, y el 50% lo considera un “gran problema”, aún mayor que la inmigración ilegal (38%) o el terrorismo (34%)
La mayoría de los entrevistados atribuye la creación de noticias falsas a los políticos (56%) y a activistas políticos (50%), mientras que un 36% culpa a los periodistas, según el estudio de Pew.
Desafortunadamente, el presidente Trump y otros líderes populistas han contribuido a empeorar el problema al etiquetar constantemente como “noticias falsas” aquellas que no les gustan, escritas por periodistas legítimos.
Permítanme compartir con ustedes el consejo que les di a mis amigos que me enviaron la columna falsa de Vargas Llosa.
Primero, no crean ninguna noticia que reciban en Facebook, Twitter o Instagram, incluso si viene de un buen amigo, a menos que provenga de un medio conocido y creíble.
Las organizaciones de noticias como el Miami Herald, New York Times o The Wall Street Journal verifican los hechos. Si no publican algo, es porque no encontraron evidencia. Y si cometen un error, lo admiten, porque viven de su credibilidad.
En segundo lugar, si la noticia que has recibido de tu amigo supuestamente proviene de una organización noticiosa conocida, realiza una búsqueda en Google para asegurarte de que efectivamente fue publicada en ese medio.
En tercer lugar, si no puedes encontrar esa noticia en ninguna organización noticiosa conocida y creíble, no la circules en las redes sociales, aunque estés totalmente de acuerdo con su contenido.
Si lo haces, estarás difundiendo noticias falsas y ayudando a quienes quieren socavar la democracia. Eso es lo que quieren los líderes populistas, los gobernantes autoritarios y las dictaduras: crear un mundo de absoluta confusión, donde sus críticos estén deslegitimizados y ellos puedan hacer lo que quieran sin mayores consecuencias.