En 30 minutos de entrevista, la presidenta dio un dato falso y tres engañosos
En una entrevista pregrabada, el domingo 2 de agosto de 2020, la presidenta interina Jeanine Áñez, conversó con el periodista Juan Carlos Arana. Entre halagos sobre el manejo de su gestión, Áñez contó que “le salen bien los platos de pescado”, volvió a mencionar el bono salud “condicionado” a la liberación de un crédito y no mencionó nada cuando se le preguntó qué cambiaría si pudiese volver el tiempo atrás.
La presidenta Jeanine Añez dio una entrevista este domingo en la que mencionó un dato falso sobre los laboratorios habilitados para pruebas PCR en el país. También mencionó otros tres que calificamos como ‘engañosos’ y aquí te explicamos por qué
En una entrevista pregrabada, el domingo 2 de agosto de 2020, la presidenta interina Jeanine Áñez, conversó con el periodista Juan Carlos Arana. Entre halagos sobre el manejo de su gestión, Áñez contó que “le salen bien los platos de pescado”, volvió a mencionar el bono salud “condicionado” a la liberación de un crédito y no mencionó nada cuando se le preguntó qué cambiaría si pudiese volver el tiempo atrás.
Pese a brindar poca información durante los treinta minutos al aire, Bolivia Verifica detectó una frase falsa y tres engañosas en las respuestas de la mandataria. Te lo contamos.
Falso: “Teníamos 3 laboratorios, ahora tenemos 16”
Consultamos al viceministro de Gestión Gubernamental y al Ministerio de Salud sobre la cifra dada por Áñez. En ambos casos se nos proporcionó un listado de laboratorios públicos con la información respectiva. La lista enumera 15 laboratorios, no 16.
Adicionalmente, el viceministro de Gestión Gubernamental señaló que son 19, refiriéndose al total de los equipos que tienen los laboratorios, es decir que, bajo su lógica, Inlasa cuenta por dos laboratorios por tener un equipo GeneXpert y un termociclador, lo mismo ocurre con el laboratorio de referencia del Sedes de Cochabamba y el laboratorio del Sedes de Trinidad.
Entre el viernes 24 y el martes 28 de julio Bolivia Verifica elaboró una base de datos con información sobre los laboratorios públicos recogiendo datos de los Sedes de los nueve departamentos y cifras de la Coordinación Nacional de Laboratorios (Conalab).
Constatamos que efectivamente en los últimos tres meses se han incrementado considerablemente la cifra de laboratorios en el país.
No obstante, pese a la cantidad, el país se ve actualmente limitado de conocer el impacto real del coronavirus debido a que los laboratorios están entre el colapso, el cierre parcial por la falta de insumos o, el sesgo de aplicación de la prueba sólo a ciertos pacientes por la escasez de reactivos.
El primer laboratorio en procesar pruebas de coronavirus fue Cenetrop (Santa Cruz), habilitado en febrero y posteriormente, a fines de marzo, se sumaron Inlasa (La Paz) y el laboratorio de referencia del Sedes (Cochabamba).
Al momento de la consulta, Potosí, Oruro y Chuquisaca, cada uno con un solo laboratorio, se encontraba paralizado por falta de reactivos. Pando y Beni, admitieron aplicar la prueba sólo a ciertos “pacientes seleccionados” (en edad de riesgo y en estado crítico) por la baja cantidad de stock en reactivos. Cochabamba, La Paz, Tarija y Santa Cruz reportaron retraso en el procesamiento de las pruebas debido a falta de insumos, reactivos, personal y equipamiento. Puedes leer el reporte completo aquí.
Engañoso: “Hemos reducido las tarifas en servicios básicos” (para ayudar a las familias bolivianas)
Si bien es cierto que se tomó esta medida establecida en el Decreto Supremo 4200, es necesario contextualizar que fue una determinación solamente para los primeros tres meses de embate de coronavirus en el país. Desde las 00:00 horas del día lunes 1 de junio de 2020, se levantó la declaratoria de emergencia por la pandemia de coronavirus (COVID-19).
Desde ese momento las tarifas se reestablecieron, por lo que, ya son dos meses (de los casi cinco de cuarentena) que los ciudadanos realizan pagos habituales por sus servicios básicos.
Engañoso: “Ahora la gente no está pensando en política”
Tanto para Norma Casanova, presidenta del Colegio de Sociólogos de Santa Cruz, como para José Martínez, ex director de la carrera de sociología de la UAGRM, tal afirmación debe ser analizada a detalle.
Martínez parte por aclarar qué se entiende por política, ya que, bajo su lectura, la pandemia en sí es un fenómeno político por las implicancias que conlleva en distintos ámbitos de la vida de las personas. Propone entonces diferenciar fenómeno político social de fenómeno político partidario. A través de su análisis, identifica a ambos en el actual contexto nacional.
Por un lado, están los partidarios del MAS, quienes se movilizan bajo el pedido de elecciones nacionales el 6 de septiembre, cuyo objetivo es meramente electoralista. Por otro, están otros sectores en protesta, como los choferes que marcharon por el incremento al pasaje del minibús y los maestros que pedían anulación de un decreto que consideraban excluyente.
Según Martínez, todas estas movilizaciones son fenómenos políticos, aunque las motivaciones son distintas. El estímulo en el primer caso es la instructiva partidaria del Movimiento al Socialismo, en el segundo caso es la disconformidad o preocupación respecto a la coyuntura que afecta la economía de los hogares.
Casanova considera que si bien, las movilizaciones que cargan consigo el pedido de elecciones, no son el total nacional, hacen parte de un porcentaje de la población que no se puede desconocer.
Engañoso: “Después de esas manifestaciones se elevaron los casos en La Paz”
Establecer un momento puntual para afirmar que eso provocó un alza en los casos, es complicado, explica la epidemióloga Jaqueline Cordero. La razón es sencilla: no tenemos un sistema de testeo eficiente que mida el impacto real de los contagios (hay mucho retraso en las pruebas y no siempre se accede a ellas por falta de reactivos), pero además, hay muchas variables que influyen en la realidad boliviana.
“En La Paz hemos visto largas colas para el gas, para el banco y hasta para el cuartel; adicional a ello hay que tener en cuenta la flexibilización de la cuarentena”, puntualiza Cordero. Por ello, resulta complejo atribuir el alza de los casos solamente a un evento.
¿Qué dicen las cifras? Cordero explica que es necesario considerar al menos dos semanas posteriores al evento que aglutinó a las personas, ya que es el tiempo de incubación. En el último mes, en La Paz se registraron dos marchas masivas, el 14 de julio, la Marcha por la vida y la educación gratuita y el 28 de julio, la marcha de la COB pidiendo elecciones el 6 de septiembre.
El impacto de la marcha del 14 de julio, se debería vislumbrar en las cifras de la semana epidemiológica 31 (reporte de fin de mes), sin embargo, como se puede observar en la siguiente gráfica, hay más bien un descenso en los casos. De todos modos, volvemos al inicio, ¿cuán confiable pueden ser los datos con un sistema de testeo deficiente?