Desinformación y mensajes sexistas contra mujeres con protagonismo público

Varios son los casos en los que se usa la vida personal de mujeres reconocidas para dañar su imagen y la de sus parejas. Dos ejemplos recientes son los de Anabel Angus y Fátima Jordan, a las que se juzga en su condición de mujeres y madres.

Marcelo Blanco

Mensajes sexistas, que vulneran la dignidad y la honra, además de violencia psicológica y encubierta, se diseminan en las redes sociales en contra de figuras públicas femeninas, de quienes se usa su vida privada para afectarlas en lo personal, pero también para dañar a sus parejas, incluso con una finalidad política.

Este tipo de contenidos han sido identificados en la red social Facebook. Y en el último tiempo han afectado a Fátima Jordan Bravo, una reconocida modelo y esposa de Luis Fernando Camacho, actual gobernador de Santa Cruz, y a la presentadora de televisión Anabel Angus Arza.

En ambos casos, los haters (personas que difaman, desprecian o critican destructivamente a una persona o marca dentro de una comunidad online) se refieren a sus relaciones de pareja o a su maternidad para lanzar los ataques, por lo general insinuando infidelidades de su parte.

Por esta razón, en su condición de mujeres y madres, ambas fueron estigmatizadas y recibieron una serie de descalificativos en los comentarios de las redes sociales. Estas publicaciones, que maliciosamente ponen en duda la paternidad de sus parejas, son desinformaciones que fueron desmentidas por el medio de comunicación aludido en el post, en este caso la red Unitel. 

La imagen donde surge la desinformación sobre Anabel Angus fue publicado el 7 de julio de 2022 en la página “Unite HD” en Facebook. 

En el caso de Fátima Jordan, la desinformación empezó a circular el 12 de abril de 2023 en la página “Juventudes Mas Ipsp Bolivia” en Facebook. 

Ninguna de las dos imágenes fue publicada por el medio de comunicación que se cita en ambos post. Y en el caso de Fátima Jordan, ella nunca hizo la aseveración que se le atribuye y que se viraliza en Facebook.

Reacciones en redes sociales

En el primer caso, el joven empresario y creador de contenidos Marco Antelo Rodríguez anunció el 9 de enero de 2023 el nacimiento de su hijo Santiago con su esposa, la presentadora de televisión Anabel Angus.

La noticia generó una serie de reacciones en las redes sociales, donde hubo usuarios que empezaron a poner en duda la paternidad del bebé.

La noticia del embarazo de Anabel Angus fue tendencia en las redes sociales. Foto: redes sociales.

Respecto a Fátima Jordan, el periódico El Deber confirmó el 10 de abril de 2023 que ella y el gobernador Luis Fernando Camacho esperaban a su primer hijo. La pareja contrajo matrimonio en mayo de 2022.

Con la detención en diciembre del gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y su traslado al penal de Chonchocoro en el departamento de La Paz por el proceso penal denominado “Golpe de Estado I”, en las redes sociales se puso en duda su paternidad del bebé y la fidelidad de su esposa.

El anuncio del primer hijo de Fátima Jordan y Luis Fernando Camacho fue tendencia en las redes sociales.

En el monitoreo realizado fueron recopilados algunos de los comentarios que se han encontrado en las  publicaciones que generaron las desinformaciones. En el caso de Anabel Angus:

 

Comentarios con narrativas de odio dirigidas hacia la presentadora de televisión Anabel Angus por su embarazo.

Los comentarios de la imagen donde aparece Fátima Jordán son los siguientes:

La mayoría de los usuarios que interactúan dan por verdadera esta publicación y condenan a las dos mujeres por sus supuestas “infidelidades”.

Análisis del discurso

Para la antropóloga Claudia Vincentti, estos comentarios son un reflejo de cómo es la sociedad actual y la visión que se tiene de las mujeres, como si fuesen una propiedad pública. 

“Estos niveles de violencia social hacia las mujeres revelan que nada ha cambiado con el pasar de los años, que para la visión social, de la gente en general, seguimos siendo cosas, objetos de burla, de sexualización y de manipulación”.

Lamenta que pese a los años y a los esfuerzos por lograr equidad y respeto en la sociedad, estos actos son un reflejo de que “no hay mejoras”. 

Anota que estos ejemplos son una manifestación del estereotipo en el que se engloba a la mujer como la única encargada y responsable de la reproducción. “Es evidentemente una cosificación, pero también una lectura de las mujeres, de su cuerpo y de sus capacidades limitadas únicamente a la maternidad”.

La directora de la Fundación Construir Susana Saavedra opinó que estos contenidos son una muestra clara de una información diseñada para causar daño, para generar odio. “Esta es desinformación de género porque se trata de dos mujeres.  (También se hace presente la discriminación de género porque en el caso de los hombres es otro tipo de ataques, aquí tiene una connotación (de ataques) por ser mujeres”, sostuvo.

Para la feminista Tanja Tomichá, integrante del colectivo Mujeres, Territorios y Resistencias, este tema es un reflejo del “disciplinamiento” que castiga a la mujer que se vuelve una figura pública. Concuerda con Vincentti en que los dos casos muestran un estereotipo.

“Si profundizamos aún más en esa matriz, que busca y siempre ha defendido con garras y dientes el lugar de la mujer como máquina de reproducción, entenderemos el porqué fue tan fácil instalar un discurso interpelando la cantidad de años que pasaron antes de que Anabel Angus decida ser madre”, analiza.

Acota lo preocupante que resulta el instalar el “chisme” de la duda de la paternidad del hijo de Fátima Jordán e identifica el fenómeno en otros casos similares, como el de la exministra de Salud Gabriela Montaño Viaña, a quien —también desde el anonimato en las redes sociales— señalaron de tener una relación extramarital con el expresidente Evo Morales Ayma, indicando que estaba embarazada del político.

Una de las publicaciones falsas que había sido difundida en las redes sociales, en este caso, usando el nombre del periódico Opinión y de la cadena internacional CNN para hacer entrever un supuesto embarazo de la exministra de Salud Gabriela Montaño. 

La acusación surgió de una desinformación que se hizo viral en las redes sociales, según consta en una de nuestras verificaciones.  

Pero hay más casos de este tipo. La presentadora de televisión Sandra Alcázar también fue blanco de este tipo de ataques sexistas. Luego de que en marzo de este año anunciara su embarazo, una publicación en TikTok puso en duda la paternidad del bebé con un mensaje que en solo cuatro días generó cerca de 220.00 vistas, 385 comentarios y más de 2.100 reacciones.

El video en cuestión fue compartido en la cuenta Jerry_4860. En un texto dentro del video se lee: “Nueva pareja de Sandra Alcázar. Ulices Guallanez pedirá la prueba de ADN a Sandra Alcázar, dijo en una entrevista a estas alturas uno ya no sabe” (sic).

Para esta publicación se manipuló el logo y la línea gráfica del diario cruceño El Deber, y el medio aclaró que nunca elaboró dicho contenido. La verificación de este bulo fue elaborada por Bolivia Verifica.

Ley 348

En Bolivia está vigente desde el año 2013 la Ley 348 para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia. La norma reconoce 16 tipos de violencia. Según las descripciones de los casos revisados en este artículo, las vulneraciones a la norma se ajustan a los siguientes tipos de violencia: 

Violencia Contra la Dignidad, la Honra y el Nombre. Es toda expresión verbal o escrita de ofensa, insulto, difamación, calumnia, amenaza u otras, tendenciosa o pública, que desacredita, descalifica, desvaloriza, degrada o afecta el nombre, la dignidad, la honra y la reputación de la mujer.

Violencia Simbólica y/o Encubierta. Son los mensajes, valores, símbolos, iconos, signos e imposiciones sociales, económicas, políticas, culturales y de creencias religiosas que transmiten, reproducen y consolidan relaciones de dominación, exclusión, desigualdad y discriminación, naturalizando la subordinación de las mujeres.

Violencia Psicológica. Es el conjunto de acciones sistemáticas de desvalorización, intimidación y control del comportamiento, y decisiones de las mujeres, que tienen como consecuencia la disminución de su autoestima, depresión, inestabilidad psicológica, desorientación e incluso el suicidio.

Claudia Vincentti lamenta que los casos descritos sean un reflejo de que no se ha hizo “nada” en estos casi diez años desde que fue promulgada la ley.

Refiere que no existe una gestión pública para mejorar este panorama. “No digo controlar las redes, pero sí crear políticas de educación, emplear algo de la cantidad que invierten de dinero en propaganda”.

*Este es un trabajo en alianza entre la Fundación Para el Periodismo de Bolivia, Bolivia Verifica, Proyecto Desconfío y Datos Concepción de Argentina, con el respaldo de la International Fact-Checking Network del Instituto Poynter para desarrollar un proyecto que busca contrarrestar  la desinformación y el discurso de odio, cuyo principal fin es de promover el diálogo por medio de una cultura de paz en el país.

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