Científica lidera el equipo de la vacuna de Oxford, una de las más avanzadas en la carrera contra el coronavirus
“Este rostro en pocos días aparecerá en todas las portadas de las revistas científicas y periódicos” inicia diciendo una cadena que circula por los grupos de WhatsApp y que acompaña a la fotografía de Sarah Gilbert. Es información verdadera. Se trata de la científica que comanda el equipo de 300 investigadores que trabajan en el desarrollo de la vacuna de Oxford.
A través de WhatsApp circula el nombre y la fotografía de Sarah Gilbert, quien junto a su equipo, trabaja en una prometedora vacuna contra el coronavirus
“Este rostro en pocos días aparecerá en todas las portadas de las revistas científicas y periódicos” inicia diciendo una cadena que circula por los grupos de WhatsApp y que acompaña a la fotografía de Sarah Gilbert. Es información verdadera. Se trata de la científica que comanda el equipo de 300 investigadores que trabajan en el desarrollo de la vacuna de Oxford.
El nombre de Gilbert aparece en titulares de diversos medios de comunicación alrededor del mundo. Su trabajo a contra reloj por conseguir la vacuna que frene el coronavirus, está bajo la lupa. La profesora de Oxford, es una autoridad en el mundo de la ciencia por sus casi dos décadas dedicadas a la investigación en laboratorio produciendo vacunas.
La vacuna de Oxford es un trabajo desarrollado por la compañía británica-sueca AstraZeneca y la Universidad de Oxford, se basa en un adenovirus de chimpancé llamado ChAdOx1. Según el rastreador de vacunas del New York Times, este ensayo es de los más prometedores hasta el momento. Se encuentra en fase combinada previa a la aprobación.
A mediados de julio, el equipo que lleva adelante el estudio, anunció haber constatado que la vacuna dio muy buenos resultados, prometiendo una “doble protección” contra el SARS-CoV-2, incluso más de lo esperado.
Pese al perfil discreto, Gilbert no ha pasado desapercibida. No sólo por el gran trabajo que realiza sino porque sus hijos trillizos son voluntarios para probar la vacuna. “Hemos usado este tipo de vacunas en varias ocasiones en el pasado, así que no esperamos sorpresas”, comentó la experta a la BBC.
Pese a ser la vacuna de Oxford una de las candidatas más avanzadas, aún hay camino por recorrer hasta tener la certeza de que la fórmula funciona eficazmente. La Organización Mundial de la Salud ha pedido prudencia debido a que normalmente una vacuna tarda en desarrollarse, probarse y producirse un mínimo de entre 12 y 18 meses.