¿Qué pasa en la frontera con la caída del peso argentino?

Algunos comerciantes bolivianos han optado por no aceptar pesos argentinos, y si los aceptan los cambian inmediatamente, pues temen que al día siguiente el valor de esa moneda siga bajando

El departamento de Tarija tiene dos municipios que comparten frontera con la República de Argentina. Bermejo, que está a unos 11 kilómetros de Aguas Blancas y Yacuiba que está a unos 5 kilómetros de Salvador Mazza. Ambos se caracterizan por ser zonas comerciales, por el transporte de mercadería de Bolivia a Argentina y viceversa. El uso del peso argentino era tan o hasta más común que el peso boliviano.

La devaluación de la moneda en el vecino país ha tenido también su efecto en esas regiones.

Juan Carlos Llanke es bagayero en San José Pocitos, Yacuiba. Comenta que la inestabilidad del peso argentino mantiene en vilo a los comerciantes de esa zona, porque si sigue bajando, también bajan sus ventas, pues sus principales compradores son ciudadanos argentinos.

Actualmente, mil pesos argentinos valen 25 bolivianos. Aunque esa cifra no es estable, pues un día está en 25, al otro en 30 o incluso menos.

Llanke dice que esa situación ha implicado, por ejemplo, que los comerciantes bolivianos ya no acepten pesos argentinos. Y si los aceptan deben cambiarlos inmediatamente a bolivianos o dólares, porque al día siguiente el tipo de cambio puede cambiar.

Otro efecto ha sido el incremento del costo de la mercadería. “Si el peso argentino baja, las tiendas suben automáticamente todo, una bolsa de harina estaba en 5.400, pesos y hoy está en 6.000 o 6.500 pesos”, comentó, a tiempo de recalcar que eso ha reducido el número de compradores bolivianos que pasan hacia Argentina.

Otro efecto es que muchas tiendas en Salvador Mazza han decidido cerrar o vender su mercadería en dólares americanos. “Es que no les conviene y esperan a que se estabilice su moneda para vender”.

En Bermejo la situación no es diferente. Narda Luna, ejecutiva de la Federación de Trabajadores Gremiales, contó que por el desplome del peso argentino son pocas las personas del vecino país que cruzan para comprar mercadería.

“No hay a quién vender, no hay circulante de dinero”, recalcó.

En las chalanas (Bermejo), el transporte de mercadería ha bajado

Los ciudadanos argentinos que llegan hasta Bermejo para hacer compras, también notan una diferencia en los precios, a comparación de meses pasados. Según reportan medios locales, ya casi no hacen compras porque todo está “carísimo”.

¿Argentinos ahorrando en bolivianos?

Transcendió la información de que el desplome del peso argentino estaba provocando que ciudadanos del país vecino empiecen a ahorrar en bolivianos, un aspecto que incluso fue destacado por el viceministro de Autonomías, Álvaro Ruiz, quien a través de cuenta de Twitter atribuía ese hecho al modelo económico boliviano.

Captura de pantalla de tuit escrito por el Viceministro de Autonomías

Sin embargo, el empresario Pablo Cobos, miembro de la Comisión Social Económica del municipio de Oran (Argentina), dijo a Fides Bermejo que esa medida era coyuntural.

“La realidad es que el argentino escapa del peso, se refugia comprando productos o sino otra moneda como el dólar, en su momento el euro, pero no considero de momento que esté buscando refugio en el boliviano”.

Similar opinión vertió el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, quien consideró que los ciudadanos argentinos cambian su peso a cualquier moneda, porque existe el riesgo de que siga bajando su valor.

“Por no perder, la gente se está deshaciendo del peso argentino mediante el cambio de la moneda y lo más práctico es en pesos bolivianos”, explicó.

Efecto negativo para Bolivia

A corto y largo plazo, la inestabilidad del peso argentino puede tener un efecto negativo en la economía boliviana, esto a causa del contrabando.

El contrabando de cerveza ha ido en aumento desde el 2021 (Foto archivo)

Y es que con la devaluación de esa moneda extranjera el ingreso de ciertos productos ha crecido masivamente, como detergentes, cervezas y ciertos comestibles. Una situación que se nota en los mercados y calles de Tarija, que se han visto abarrotados de productos argentinos.

“Estamos importando pobreza. Estamos comprando producción argentina en desmedro de la boliviana. Eso, poco a poco, va a perjudicar la productividad, las ventas, el pago de impuestos, de las empresas bolivianas, y va derivar en el cierre de sucursales, de empresas, de industrias, y va generar desempleo e informalidad”, advirtió.

Romero recalca que esa situación puede evitarse si el Gobierno nacional hace cumplir las leyes y aplica el discurso: “cero tolerancia al contrabando”. Además, si apoya al empresariado e industriales con créditos blandos, incentivos impositivos, con medidas que ayuden a fomentar la producción y el consumo de lo boliviano.

La Aduana refuerza presencia en las fronteras

La Aduana Nacional anunció mayor presencia y vigilancia en los puntos fronterizos que comparten Bolivia y Argentina, esto como medida de lucha contra el contrabando.

Según la presidenta de esa entidad estatal, Karina Serrudo, se desplegarán más militantes, funcionarios aduaneros, vehículos y drones para ejercer mayor control.

Los operativos serán constantes en las localidades fronterizas de Yacuiba, Bermejo y Villazón.

La presidenta de la Aduana aseguró que hubo los primeros resultados, y mencionó el decomiso de cinco camiones de alto tonelaje, de los cuales, dos portaban maíz, uno tenía cerveza y dos transportaban soya.

Otros tres camiones llevaban bolsas de harina, soya, maíz y bebidas alcohólicas.

#ElPolígrafo es un trabajo coordinado por Bolivia Verifica y la Fundación para el Periodismo con el apoyo de CAPIR. Participan Asuntos Centrales, Correo del Sur, El País, F10, La Palabra del Beni y Página Siete.

 

whatsapp BV