Políticos circunscriben lo indígena a un frente político y se generan narrativas racistas y discriminatorias

El debate sobre la posibilidad de que Bolivia vuelva a ser gobernada por un presidente campesino-indígena-originario (durante la gestión 2025-2029) derivó en manifestaciones públicas de odio en las redes sociales, pero también una tendencia regionalista que condena a oriente.

El debate sobre la posibilidad de que Bolivia vuelva a ser gobernada por un presidente campesino-indígena-originario (durante la gestión 2025-2029) derivó en manifestaciones públicas de odio en las redes sociales, pero también una tendencia regionalista que condena a oriente.

¿La idea de que Bolivia sea gobernada en la gestión 2025-2029 por otro presidente campesino-indígena-originario se circunscribe únicamente a que este cuente con el aval del Movimiento Al Socialismo (MAS)? En los últimos días, representantes de dos partidos políticos con presencia en el Legislativo expusieron sus argumentos en ese sentido, aunque desde dos visiones antagónicas.

Compartida esta información en las redes sociales, las reacciones fueron una serie de manifestaciones de racismo, prejuicios y odio en detrimento de la población indígena, que es constantemente la referencia del discurso de los gobernantes y líderes políticos. Pero también afloró el ataque regionalista, en este caso contra oriente.

Erwin Bazán Gutiérrez, diputado cruceño de la bancada opositora Creemos, afirmó que la tendencia es que ningún representante indígena está en condiciones de ganar las elecciones presidenciales en 2025.

Estas declaraciones del diputado opositor son del 28 de marzo de 2023, cuando hacía un análisis sobre los dichos del exvicepresidente Álvaro García Linera, quien días antes también había ceñido la participación política de los indígenas al MAS.

Así, las frases de ambos líderes políticos etiquetan lo indígena con el oficialismo.  

“El ciclo del Movimiento Al Socialismo ya se agotó y cuando un ciclo se agota nace algo diferente y muchas veces opuesto al que se agotó. Por tanto, no creo que para el 2025 la tendencia sea ni un indígena específicamente (a la presidencia), ni el MAS”, dijo el parlamentario en una entrevista con la red televisiva DTV.

Las declaraciones de Bazán responden a una consulta sobre los dichos del exvicepresidente, quien el 27 de marzo había indicado al mismo medio de comunicación que el próximo presidente del país debe ser alguien del MAS “que sea un líder indígena”.

Reacciones en Facebook

Las declaraciones de Bazán generaron una serie de reacciones en las redes sociales con narrativas racista, discriminatoria y de odio en contra de los indígenas, como también ataques con sentido regionalista dirigidas al oriente. 

“El indígena ya demostró que puede ser: más ladrón, delincuente, criminal y mentiroso que cualquiera otro”, dice el comentario del usuario Cristian Jesús en el post del periódico La Razón, donde se resalta la citada frase del diputado Bazán. 

Entre las declaraciones con sentido regionalista se encuentran ejemplos como el siguiente.  

“Tampoco -gobernará- un extranjero, un croata, ni ninguno de los que manejaron Bolivia desde su creación”, es el comentario del usuario López Ángel Siete en referencia a los pobladores de la región de Santa Cruz.

Análisis de narrativa de odio

Para la politóloga Adriana Rodríguez Rengel la frase de Bazán es parte de un discurso que hace referencia al MAS “y a la agitación del ciclo político”.

Respecto las declaraciones de García Linera, la analista considera que responden a cómo los partidos se hicieron de los sectores indígenas en Bolivia para ganar rédito político. «Lastimosamente, dentro de nuestra democracia, el sistema político ha absorbido a la democracia indígena originaria campesina, a la democracia desde una visión intercultural», puntualiza.

La mala asociación de lo indígena con un partido político es algo que también observó la especialista. «Más allá de esas asociaciones (…) una mala identificación de lo que es ser indígena por esa focalización que se hace en únicamente Evo Morales es parte de lo que hay», afirma.

En el programa televisivo Que No Me Pierda de la Red Uno, García Linera criticó los dichos del diputado de Creemos.

 “A pesar de que el vocero de la Iglesia católica haya dicho que no habrá más indígenas gobernando en Bolivia, el señor diputado Bazán dijo eso hace unos días. Nadie le está criticando ese acto discriminatorio, racista de decir que no van a gobernar indígenas en Bolivia”, fue la lectura del exvicepresidente sobre la intervención del legislador opositor.

Sobre las aseveraciones de García Linera, Rodríguez analiza que estas también pueden derivar en un discurso de odio. “La narrativa de odio se hace a través de malinterpretaciones y también de la alimentación de discursos que polarizan cada vez más a los ciudadanos y ciudadanas”, explica la politóloga, investigadora y docente.

Remarca que esta mala interpretación responde a la coyuntura polarizada y las alas extremistas que buscan declaraciones políticas —como la de Bazán— para usarlas con el fin de generar narrativas de odio. 

En una anterior oportunidad, Arminda Velasco Torres, coordinadora de fortalecimiento e integración política de los pueblos de Conamaq, dijo a Bolivia Verifica que no solo existen prejuicios y racismo en este tipo de discursos, sino también un manejo político de los pueblos indígenas y sus símbolos.

“Ningún partido puede apropiarse pues, quizá ahí también nos hacen quedar mal, como ciertos frentes la manejan como su bandera… no es”, decía Arminda con referencia a uno de los símbolos de las naciones indígenas como es la wiphala.

El Conamaq es el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu, una organización que aglomera a representaciones indígenas y campesinas de las tierras altas de Bolivia.

Los presidentes indígenas

En sus discursos, tanto el opositor Erwin Bazán como el exvicepresidente Álvaro García Linera relacionan lo indígena con el MAS, pero la historia refleja que la representación indígena en el Ejecutivo no fue exclusiva de este frente político. 

Este instrumento político argumenta que el denominado “proceso de cambio”, que encabezó en Bolivia desde 2006 liderado por Evo Morales Ayma, hizo de su líder el «primer presidente indígena del país». Sin embargo, la historia muestra que el primer presidente con raíces indígenas fue Andrés de Santa Cruz y Calahumana (1792-1865+).

El mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana, el primer presidente de Bolivia con descendencia indígena.

Andrés de Santa Cruz era hijo de un militar realista José de Santa Cruz y Villavicencio y de una mujer indígena Juana Basilia Calahumana, de quien se decía tenía descendencia directa de los incas. Fue presidente de Bolivia entre 1829 y 1839 en la era republicana. 

Si bien no fue mandatario, Víctor Hugo Cárdenas Conde también ocupó un cargo en el Ejecutivo como vicepresidente entre 1993 y 1997, además, asumió la presidencia de forma interina durante las ausencias temporales del entonces mandatario Gonzalo Sánchez de Lozada. 

Su biografía indica que fue el «primer vicepresidente indio» en la historia de Bolivia. De origen aimara, nació en la comunidad de Achica Bajo a orillas del lago Titicaca en el departamento de La Paz.

Víctor Hugo Cárdenas asumió ese cargo en el gobierno que encabezó el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). En ese entonces, él era el máximo representante del Movimiento Revolucionario Túpac Katari de Liberación (MRTKL), frente que formaba parte de la coalición gobernante.

Es decir, no todos los presidentes y vicepresidentes de ascendencia indígena en Bolivia fueron parte del MAS, organización política que fue fundada en 1995.

Constitución reconoce a poblaciones indígenas

El artículo 2 de la Constitución Política del Estado (CPE) reconoce la existencia “precolonial de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su libre determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales”.

El artículo 5 reconoce 36 naciones indígenas en el país que cuentan con su propia autonomía; es decir, no dependen de ningún control o frente político. 

Diputado cree que se lo malinterpretó 

En entrevista con Bolivia Verifica, Erwin Bazán aseguró que sus comentarios fueron “tergiversados”. 

Resaltó que él se refería a que las condiciones actuales en Bolivia no son las mismas que tuvo Evo Morales cuando llegó a la presidencia y por ende, no ve que el MAS vuelva a ganar las elecciones “con la misma fórmula”. 

“Las condiciones sociológicas y sobre todo sociodemográficas han cambiado, Bolivia no es la misma que hace veinte años”. 

Aseguró que por el flujo migratorio, la Bolivia rural que antes era una realidad, “hoy no lo es”. 

En su criterio, el MAS no podrá seguir “forzando una realidad (…) de que Bolivia es más indígena, cuando es más mestiza y urbana”.

Agregó que sus declaraciones no son un acto de discriminación, porque a su entender no expresó un deseo de que no se tengan gobernadores indígenas. “Hice un análisis sociodemográfico del país”.

 “Nunca dije o insinué que no veía un buen liderazgo indígena, puedo hablar del propio Mallku (Felipe Quispe Huanca 1942-2021+) que tenía una historia y un bagaje indígena. Evo no es indígena ni Andrónico Rodríguez. No es contra los indígenas, sino contra el MAS que engaña a los indígenas”, afirma. 

Al escuchar completa la declaración de Bazán se pudo corroborar que él hace un análisis a los comentarios de García Linera, en el marco de cómo llega el MAS a las elecciones de 2025:

Si bien Erwin Bazán y Álvaro García Linera niegan haber usado una etiqueta que vincula a la población indígena únicamente con el masismo para el ejercicio de sus derechos políticos, sus discursos generaron narrativas en contra de este sector, alimentando los prejuicios y la discriminación.

whatsapp BV