Personas privadas de libertad se forman para reintegrarse a la sociedad

El estigma de haber purgado una pena o haber estado en prisión incluso sin sentencia les impide desarrollarse plenamente. En las capacitaciones pueden aprender un oficio y emprender su propio negocio; el fin es evitar la reincidencia.

Frontis del COF de Obrajes y tienda Puya, fuente: Bolivia Verifica.

 

Estar privado de libertad afecta las relaciones que un individuo tiene con los demás, causa inestabilidad emocional e incluso física. A quienes salen libres les cuesta trabajo reinsertarse en la sociedad y en muchos casos vuelven a reincidir. Varias Organizaciones No Gubernamentales (ONG) trabajan en conjunto para ayudar a que estas personas puedan reintegrarse a la sociedad. 

El psicólogo Mauro Luján explicó a Bolivia Verifica que estar privado de libertad puede ser un suceso traumático que puede conducir a problemas psicológicos, ansiedad, comportamiento agresivo, deterioro afectivo, baja autoestima, entre otros. Asimismo, puede quebrar las relaciones familiares y laborales.

“Estar presa o preso también lleva al estrés que puede derivar en insomnio, ansiedad, depresión, afecciones cardiovasculares y baja repentina en las defensas. Ya con las defensas bajas es más fácil enfermar de lo que sea. Quienes son privados de libertad también pierden su empleo y a veces su familia se olvida de ellos”, dijo.

Progettomondo Bolivia es una ONG italiana que trabaja hace más de 40 años en el país y más de 20 años con personas privadas de libertad. Esta entidad se unió a la Fundación Munasim Kullakita y CVCS Bolivia para trabajar en el proyecto “Emprendiendo para ser Libres”.

“Son instituciones que quieren trabajar con el objetivo de reinserción social y familiar de las personas privadas de libertad”, dijo a Bolivia Verifica la responsable del proyecto, Yana Rojas.  

El proyecto tiene aproximadamente dos años y medio en funcionamiento y se implementa en el Centro de Reinserción Social para Jóvenes Qalauma (Agua que labra la piedra) ubicado en el municipio de Viacha, La Paz. En este recinto se encuentran detenidos adolescentes y jóvenes que tienen problemas con la justicia.

Asimismo, se desarrolla en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes (COF), en La Paz. El director nacional de Seguridad Penitenciaria, Cnl. Desp. Rodolfo Machciado dijo, a inicios de noviembre de 2023, que en este recinto se encontraban 395 mujeres privadas de libertad.

Capacitaciones en distintas áreas con varios beneficiarios

Rojas explicó que las ONG apoyan en Qalahuma con capacitaciones en carpintería y marroquinería que tiene que ver con el trabajo en cuero. 

“Trabajamos con jóvenes de 18 a 28 años de edad, hay distintos tipos de beneficiarios, para que se capaciten técnicamente recibimos 23 jóvenes por semestre. Pero ya tenemos jóvenes productivos. Por ejemplo, el equipo en marroquinería son nueve, en carpintería son seis, que ya tienen experiencia y capacidad para poder realizar los productos”, indicó.

En el COF apoyan con talleres en gastronomía dictados por las escuelas Manq’a. Hasta diciembre de 2023 se tienen nueve chefs formados y 60 personas que se capacitan para alcanzar el mismo logro. En este caso, Manq’a brinda la siguiente oportunidad: “Si una mujer se está capacitando y sale en libertad, puede continuar sus cursos afuera”, comentó Rojas. 

También se enseña tejidos y pollerería. No se tiene cuantificada la cantidad de beneficiarias y beneficiarios debido a que varias entran, se quedan por poco tiempo y salen de los recintos. Pero, se calcula que unas 800 personas han sido capacitadas.

 

Asimismo, se llevan a cabo talleres de empleabilidad y emprendedurismo con el propósito de preparar a los jóvenes y a las mujeres para cuando salgan de los recintos. 

“Cuando hablamos de personas privadas de libertad es más difícil que les den una oportunidad de trabajo afuera. Entonces se les da talleres para que ellos puedan emprender sus propios proyectos y tengan las habilidades de obtener los costos (de su producción), tener claro qué insumos van a necesitar; en suma, que puedan prepararse en todo eso”, explicó Rojas.

Una tienda para comerciar y generan ingresos 

En el COF se creó una tienda llamada Puya que funciona como café y boutique, en este espacio se ofrecen a la venta todos los productos elaborados por las y los privados de libertad. En el área de café se pueden encontrar bizcochos, galletas, panetones, pan y otras masitas. En el sector de boutique se ofrecen chompas, gorros, chalinas, y otras prendas de vestir.

Asimismo, se puede encontrar mochilas, billeteras, carteras, cinturones y otros accesorios. También se venden muebles elaborados en madera y fierro, portamacetas, adornos de jardín y de interiores, portador de botellas de vino, juguetes y muchos otros más a precios accesibles.

Tienda Puya y artículos que se ofrecen a la venta, fuente: Bolivia Verifica.

 

“Se ha construido esta tiendita pensando en que las personas privadas de libertad puedan tener la oportunidad de generar más recursos. En especial para las mujeres porque tienen una condición distinta, detrás de ellas hay una familia, el hecho de que estén privadas de libertad no significa que dejen de ser mamás y buscan la manera de mantener a sus hijos”, dijo Rojas.

A la vez explicó que se tienen 22 personas capacitadas, pero que todas las mujeres pueden dejar sus productos en la tienda. “Usted va encontrar adentro tejedoras innatas, gente talentosa, entonces cualquier persona sin restricción puede venir a dejar sus productos y se los pone a la venta. 

«Se vende y se les entrega el dinero al precio que ellas nos digan que cuesta su producto”, detalló. En estos casos ya no se capacita a las mujeres, sino que se trabaja en fortalecer las capacidades que tienen.

La tienda Puya se encuentra ubicada en la siguiente dirección:

 

Progettomondo Bolivia brinda un capital para comprar los insumos que se necesitan en cada área. En el caso de la panadería se busca que sea autosustentable e independiente, el propósito es que cuando el proyecto se vaya no desaparezca la actividad. Un grupo de mujeres se encarga de elaborar las masitas y rota cada tres semanas, de esta manera varias personas pueden beneficiarse.

 Terapia ocupacional y emocional

Luján menciona que la terapia ocupacional consiste en el desarrollo de diversas actividades que mantienen ocupada a una persona, por ejemplo, la educación, el trabajo, cuidar de uno mismo, de otros y mantener buena salud. 

“La terapia ocupacional puede mantener estable emocional y físicamente a una persona. Si alguien está presa o preso, encerrado sin hacer nada, perderá la noción del tiempo, se sentirá inútil, puede entrar en depresión y esto desataría otros males. Por eso es importante mantener ocupadas a las personas privadas de libertad”, expresó.

El proyecto “Emprendiendo para ser Libres” levanta la autoestima de las y los privados de libertad, expuso Rojas.  “Lo que se ve aquí no es solamente algo físico, sino también ayuda a una terapia emocional y ocupacional. Las mujeres pueden ocupar su tiempo haciendo algo y además se sienten felices de lo que están haciendo que es algo lindo”. 

Por su parte, la directora del COF de Obrajes Myr. Sheril Sempertegui dijo a Bolivia Verifica que el proyecto le parece útil y que ayuda al cambio positivo de las privadas de libertad.

“He podido notar un cambio en la actitud de muchas de ellas porque se motivan trabajando, dejan de sentirse deprimidas, cambian de actitud hacia la vida y los problemas que están atravesando. Toda persona que llega a un centro penitenciario llega en un estado de depresión grande. Esto les ayuda emocional y anímicamente para que puedan sustentarse, he visto que mejoran mucho”.

El estado apoya el desarrollo del proyecto 

Si bien las ONGs financian el proyecto, el Estado también apoya esta iniciativa. El director nacional de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, y el director departamental de Régimen Penitenciario de La Paz, Franz Laura, apoyan y autorizan el desarrollo del proyecto.

“Esto no se podría hacer sin la voluntad política. La cabeza de todo esto (centros de detención) es el Ministerio de Gobierno y ahora hay una línea del ministro Eduardo Del Castillo para que estos sean centros penitenciarios productivos. Entonces lo que nosotros hacemos es fortalecer lo que se quiere hacer y hay que empezar por capacitaciones”, dijo Rojas.

La directora del COF de Obrajes, Myr. Sheril Sempertegui, y el director del Centro de Rehabilitación para Jóvenes Qalahuma, Cap. Cristian Solari, también apoyan el trabajo desarrollado por las ONGs.

Sempertegui abrió las puertas del COF al proyecto y decidió apoyar la reinserción de las privados de libertad en la sociedad.

“Como sociedad somos responsables de la reinserción social, si cada uno participamos en darles una segunda oportunidad a personas que cometieron un error, cuando salgan quizá ya no cometerán los mismos errores, sino que van a trabajar digna y honradamente. Es un efecto multiplicador que es valioso y productivo para toda persona, es una responsabilidad social”, comentó.

Asimismo, explicó que existen varios casos de éxito en los que las exinternas se capacitaron y crearon sus propios negocios de gastronomía, tejido y costura. Otras que aún cumplen su condena o esperan su proceso ya tienen buenas ideas para emprender en distintas áreas cuando queden libres, adelantó.

Algunos inconvenientes al momento de desarrollar el proyecto

Sempertegui explicó que al momento de desarrollar un proyecto siempre se presentan dificultades, pero asegura que con la mente positiva y las ganas de hacer las cosas todo se puede superar y lograr.

En criterio de Rojas, uno de los principales problemas es la crisis de la justicia. Recordó que cerca del 80% de las internas en el COF están con detención preventiva. Por este motivo hacer el seguimiento correspondiente a cada caso se dificulta, pues un día las mujeres ingresan a las capacitaciones y al día siguiente se van. 

“Se debe poner más atención al tema de justicia, hay muchas señoras que no tienen definida cuál es su situación legal y esto crea bastante depresión porque no saben cuánto tiempo van a estar. Hay personas que están más de dos años con detención preventiva. Entonces es un poco complicado darle seguimiento y trabajar de manera constante con esta población”.

La responsable del proyecto también lamentó que existan pocas instituciones que trabajen de manera seria el tema de reinserción social. “A veces nos vemos sobrepasados por la cantidad de población que existe, a nosotros nos gustaría trabajar con todas y atender sus necesidades, pero es un poco complicado”.

Progettomondo Bolivia y el COF de Obrajes invitan a la sociedad en general a apoyar el proyecto “Emprendiendo para ser Libres” comprando los productos elaborados por las y los privados de libertad. Siempre pensando en que esta es una de las formas de brindar una segunda oportunidad a estas personas, con el fin de que cuando obtengan su libertad ya no reincidan. 

Sobrepoblación en las cárceles

La Defensoría del Pueblo reportó en 2022 que existía sobrepoblación del 188% en los centros penitenciarios del país. Hasta diciembre de ese año se registraron 24.824 personas privadas de libertad, de las que el 66.19% contaban con detención preventiva. Es decir que más de la mitad de los presos no contaba con sentencia y sus casos seguían bajo investigación. 

En el caso del COF de Obrajes, el recinto tiene capacidad para 245 personas, pero conviven más de 390 mujeres privadas de libertad.

En el siguiente video, elaborado por Progettomondo Bolivia, las y los beneficiarios del proyecto cuentan como el proyecto les ayuda a diario para poder reinsertarse en la sociedad.

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