Iglesia evangélica reparte dióxido de cloro en La Paz y El Alto
En grupos de WhatsApp circula una imagen sobre una alianza entre la Universidad Técnica de Oruro y las Iglesias Evangélicas Unidas, para entregar dióxido de cloro, una sustancia que se emplea como desinfectante de superficies y cuyo uso en humanos está prohibido, a pacientes de coronavirus. Bolivia Verifica constató que esta información es verdadera tras la confirmación de ambas partes.
El pastor Luis Aruquipa de una iglesia evangélica reparte el desinfectante en pacientes de coronavirus pese a que las autoridades sanitarias han prohibido su uso en humanos
En grupos de WhatsApp circula una imagen sobre una alianza entre la Universidad Técnica de Oruro (UTO) y las Iglesias Evangélicas Unidas, para entregar dióxido de cloro, una sustancia que se emplea como desinfectante de superficies y cuyo uso en humanos está prohibido, a pacientes de coronavirus. Bolivia Verifica constató que esta información es verdadera tras la confirmación de ambas partes.
El representante de las Iglesias Evangélicas Unidas y del Consejo Nacional Cristiano, Luis Aruquipa, realizó el contacto con el laboratorio que produce el dióxido de cloro para hacer entregas en La Paz y El Alto.
El acuerdo entre las partes interesadas no incluyó la firma de contratos temor a sanciones, luego de que las autoridades del Ministerio de Salud prohibieran la distribución del producto con fines medicinales, así explicó la responsable de la Facultad Nacional de Ingeniería, Carrera de Ingeniería de Metalúrgica y Ciencia de los Materiales, Rosario Mena de Bascopé.
El Ministerio de Salud mediante un comunicado señala que ese producto no se encuentra catalogado en las normas farmacológicas como medicamento.
¿Cómo decidieron apoyar con dióxido de cloro?
El líder evangélico explicó a Bolivia Verifica que tomaron esa determinación tras tener el testimonio de una familia que asiste a su congregación y que presuntamente se habrían curando pese a consumir el producto.
Aruquipa dijo que llegó hasta las instalaciones de la UTO, para realizar el pedido del desinfectante y que lo repartió a más de cien familias. Aclaró que cuentan con el apoyo de médicos y que cuentan con dos generadores de oxígeno que fueron comprados con el aporte voluntario de residentes bolivianos en EEUU.
El consumo humano de dióxido de cloro como cura para diversas enfermedades no está aprobado en Bolivia. Si bien hay un proyecto de ley aprobado por la Asamblea Legislativa Plurinacional, para autorizar su elaboración y distribución, esta norma no ha sido promulgada por el Ejecutivo. Tanto las autoridades sanitarias de Bolivia como otras internacionales, han prohibido su consumo.