Hacer arte con tapitas de botella, una iniciativa para cuidar el medio ambiente y fomentar el reciclaje

Las creaciones no solo aportan con estética, sino que ayudan a generar conciencia ambiental y movilizan a la gente que separa y dona las tapas. Un artista venezolano es el creador del llamado “Mural ecológico más grande del mundo”; aquí te contamos esta iniciativa.

Mural ubicado en el barrio Cota 905, Venezuela, fuente: Oscar Olivares.

El plástico se ha convertido en uno de los materiales más empleados en artículos de uso cotidiano: utensilios, teléfonos celulares, muebles, incluso viviendas íntegras se construyen con él. Sin embargo, algunos de estos productos tienen corto tiempo de vida útil y van a parar a botaderos, ríos y mares generando alta contaminación, con efectos adversos para los seres vivos y el propio ambiente.

Un artista venezolano ha encontrado la forma de convertir pequeñas piezas de plástico en inmensas obras de arte que no solo aportan a la estética de la ciudad y le dan un toque de identidad, sino que se convierten en un vehículo de concientización y toma de acción para la comunidad. Él es el autor del denominado “Mural ecológico más grande del mundo”, del que te contaremos más adelante.

Según Naciones Unidas, cada año, a nivel mundial, se producen más de 400 millones de toneladas de plástico. “Se cree que la mitad de este material se concibe para una vida útil de un solo uso. Menos del 10% se recicla. Y se estima que entre 19 y 23 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares”.

También se debe tener en cuenta que la fabricación del plástico demanda el uso de recursos no renovables como el agua. Por ejemplo, para fabricar un kilo de plástico se requiere de 2.000 litros de agua, que se emplean desde la extracción del petróleo (de donde se obtiene el plástico) hasta tener el producto acabado.

David Apaza, nombrado “Embajador climático en Bolivia” por la Fundación Grothendieck, le dijo a Bolivia Verifica que en el país se generan a diario 7.000 toneladas de basura y que un escaso porcentaje es reciclado como residuo. Además, otra cantidad se quema y genera gases de efecto invernadero en detrimento de la capa de ozono.

Sobre el plástico, explicó que para su elaboración no solo se usan grandes cantidades de agua, sino de energía eléctrica. Por ejemplo, para elaborar una tonelada de plástico se emplea la misma cantidad de energía que consume una familia pequeña durante un año.

“El plástico contamina bastante, por eso que hay que reciclarlo, tratar de darle el mayor uso posible, para ahorrar recursos”, reflexionó Apaza.

Plástico convertido en obras de arte

Consciente de esta problemática y comprometido con la causa, el artista plástico venezolano Oscar Olivares creó un serie de murales temáticos empleando su creatividad y miles de tapas de botellas.

}Sus obras ecológicas no solo son arte que adorna y da vida a varios espacios, sino que también invitan a tomar conciencia sobre el reciclaje. Gracias a sus distintas creaciones fue reconocido dentro y fuera de su país.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Oscar Olivares (@olivarescfc)

¿Cómo nació la idea?

Olivares comentó durante una entrevista en Sin Formato que desde muy pequeño le gustaba dibujar y pintar. A veces cambiaba sus dibujos por empanadas o algunas monedas, recibió el apoyo de su familia y a partir de sus 14 años tomó sus habilidades en serio y decidió que quería dedicarse a esto de manera profesional.

El artista recordó que la primera vez que le propusieron realizar un mural con tapas de botellas no respondió de inmediato y pensó durante varios días si era lo suyo. Según él, este proyecto no le llamaba mucho la atención, pero finalmente aceptó la propuesta y en 2019 presentó su primer mural en el municipio de El Hatillo del Estado de Miranda en la ciudad de Caracas, Venezuela.

La iniciativa fue de María Daniela Velascom quien es la fundadora de la Organización No Gubernamental (ONG) ambientalista Okospiri quien logró alianzas con el Movimiento de Arquitectos del Futuro (MAF), la empresa de reciclaje Multirecicla y pinturas ecológicas Pineco. La propuesta fue presentada a Olivares y a la municipalidad de El Hatillo.

Fue así que el mural fue realizado en la plaza Manuel de Escalona. Para su elaboración se emplearon más de 200.000 tapas plásticas de botellas de refrescos, de alimentos envasados, de medicamentos, productos de higiene y otros que fueron donados por los ciudadanos del lugar. En vez de ir a parar a botaderos, lagos, mares y otros espacios, las tapas se convirtieron en materia prima para el arte.

El mural muestra a cuatro guacamayas gigantes, un araguaney frondoso (árbol de flores amarillas), girasoles, edificios, el cielo estrellado y algunas montañas. La creación mide 43 metros de largo y de 3 a 7 metros de alto.

 

El mural ecológico más grande del mundo

En 2022 Olivares creó ocho murales hechos de tapas de botellas en Venezuela. Su trabajo más emblemático es el que se conoce como el “Mural ecológico más grande del mundo”, que está ubicado en la avenida Machado de Guatire, en el Estado Miranda de Venezuela y que fue inaugurado el mismo año. La obra está compuesta por más de 400.000 tapas de plástico y demoró 33 días en realizarse.

Mural ubicado en Guatire, Venezuela, Fuente: Oscar Olivares.

El trabajo de Olivares no solo se quedó en distintas partes de Venezuela, también fue exportado como idea a México, Arabia Saudita y Francia.

¿Cómo se hace?

El docente de la carrera de Artes Plásticas de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), Hernán Campero, explicó a Bolivia Verifica que el trabajo que realiza el artista venezolano está creado con la técnica del puntillismo. 

“Esto consiste en juntar pequeños puntos de colores que acomodados de cierta manera forman una imagen completa. Es decir, crear la imagen punto a punto. Uno de los principales pioneros de esta técnica fue Vincent Van Gogh. Además de la creatividad y talento, el trabajo demanda mucha paciencia, pero la pieza de arte final es espectacular”, expuso Campero.

Olivares también comentó cómo realiza su trabajo. “Primero se hace el diseño en digital, en Photoshop se convierte la imagen a cuadros pequeños para poder sintetizar los colores más necesarios y luego lo sintetizo aun más para poder identificar colores que no son vistos en la piel como los colores verdes y brillos de los rostros”, dijo a Sin Formato.

Mural de 6m x 2.5m en la Academia Washington del Municipio Baruta, con más de 20.000 tapas. Hecho por Oscar Olivares.

Un conocimiento que se comparte 

El artista venezolano tiene su propio centro de enseñanza llamado Academia Olivares donde enseña a desarrollar arte con tapas de botella y otras técnicas más como dibujo o pintura. Al establecimiento se puede acceder pagando una inscripción. Sin embargo, también existe un programa de becas que beneficia a varios aspirantes de diversas partes del mundo.

En Bolivia también se le da un mejor uso a las tapitas

Campero recordó que en la carrera de Artes Plásticas de la UPEA también se enseña el puntillismo y que en algunas oportunidades se les pide a los estudiantes traer tapas de refrescos, pero que mayormente son de metal. “Trabajamos con las corcholatas ya sean de cerveza, gaseosas, jugos y otros porque las de plástico son difíciles de conseguir”, mencionó.

Reciclaje de plástico en Bolivia

En el país existen dos formas conocidas de reciclar las tapas de plástico de botellas, una de ellas es vendiéndolas por kilo. María Cosme es propietaria del centro de acopio ubicado en la zona Las Kiswaras, en El Alto. Ella le contó a Bolivia Verifica que las botellas pet se pueden reciclar con o sin su tapa.

“Se aplastan las botellas tengan o no tapita, se paga 1,80 por cada kilo, aquí se reúnen varios kilos y luego se venden a las empresas de reciclaje que lo funden y de eso mismo hacen otras botellas o bañadores, escobas y otras cositas de plástico”, dijo Cosme. Asimismo, mencionó que existen familias enteras que se dedican a ese negocio y viven del reciclaje de plástico.

También existe la “Fundación Tapitas x los Chicos” que recolecta las tapas de las botellas y las vende a empresas que las reciclan y forman distintos productos como muebles, utensilios y enseres. Las ganancias se destinan a solventar parte del tratamiento de niños con cáncer. Si deseas saber más de esta iniciativa lee la siguiente nota elaborada por Bolivia Verifica.

 

Reciclar tapas de botella, la iniciativa de un niño convertida hoy en una fundación que ayuda a tratar el cáncer infantil

Este reportaje fue elaborado en el marco del proyecto de apoyo a la investigación periodística, enmarcado en Periodismo de Soluciones (PdS), desarrollado por la Fundación para el Periodismo y Bolivia Verifica con el apoyo de la National Endowment for Democracy (NED).

whatsapp BV