El interferón no es una vacuna ni una cura para el coronavirus

La empresa estatal BioCubaFarma ha admitido que este fármaco  no cura el Covid-19, sino que forma parte del grupo de medicamentos que sirven para su tratamiento.

Un fármaco cubano que te cura del coronavirus, pero que además te ayuda a prevenirlo, es la versión que circula en Internet mediante notas de prensa y videos. Pero estas aseveraciones son engañosas.

“Hace mes y medio llegaron las brigadas cubanas a ayudar a los chinos con un fármaco que se llama Interferón Alfa 2B, que lo obtuvieron de las fuentes naturales de interferón que hay en la naturaleza, empezando a dar a los enfermos, lo que levanta el sistema inmunológico y la mayoría de los infectados se sanaron”, dice uno de los videos que circula en cadena por WhatsApp.

Según la explicación de este video, el fármaco no solo lo usaron para sanar a los enfermos con coronavirus, sino que también lo aplicaron a quienes estaban sanos, como una vacuna, generando “un grupo de inmunidad de rebaño”.

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Según este video, con este fármaco logró detenerse la epidemia en China, que hace tres o cuatro días se acaba de sanar el último contagiado. “Los chinos ya salieron de la epidemia”. Agrega que las brigadas cubanas y venezolanas ahora están apoyando en Irak, Italia y España, donde hay mayores focos de infección.

En la misma orientación, páginas web como Prensa Latina, Telesur o el Gobierno cubano, están resaltando del “éxito” del citado fármaco, anunciando el trabajo de las brigadas en diferentes países para combatir la epidemia.

“Debido a su probada efectividad ante distintos virus con características similares y su potencial para mejorar la afección respiratoria, el medicamento cubano ha alcanzado el interés de varios países para contrarrestar los efectos y propagación del COVID-19”, dice una nota de prensa de Telesur.

El 7 de febrero pasado, el presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, tuiteó que Interferón Alfa 2B es “el medicamento cubano usado en China contra el coronavirus”, junto con un enlace a un artículo del periódico oficial Granma que asegura que esta droga ha tenido “resultados palpables en la cura de más de 1 500 pacientes” de Covid-19.

El 5 de febrero de 2020, la embajada cubana en China tuiteó que la planta sino-cubana Chang Heber estaba produciendo el antiviral Interferón alfa “usando tecnología cubana” y que la Comisión de Salud Nacional china había incluido este producto entre los usados para combatir el nuevo coronavirus, surgido a fines de 2019.

Pudo verificarse que el antiviral cubano Interferón Alfa 2B se usa en China para tratar a enfermos del nuevo coronavirus, pero no es ni una vacuna ni una cura. Este medicamento producido con tecnología cubana fue y es usado en China en personas enfermas con esta enfermedad, en realidad, es un antiviral cuyo impacto en el tratamiento aún está siendo evaluado; por lo que no es una cura, ni una vacuna.

Según la OMS, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba (CIGB), creado en 1986, produce interferón, entre otros productos de biotecnología para el sector salud, y transfiere a China como a Brasil la tecnología para esta producción.

El medicamento habitualmente es usado para el tratamiento de distintas enfermedades virales como la hepatitis y las generadas por el VIH o el virus del papiloma humano.

Es real que China comenzó a usarlo para tratar a sus pacientes de COVID-19 y ha generado interés de compra en unos 15 países, según especialistas médicos cubanos.

Interferón Alfa es una de las drogas recomendadas para el tratamiento del COVID-19 en la guía publicada el 6 de febrero de 2020 por médicos chinos de Wuhan, donde se originó la pandemia en diciembre de 2019.

En ese documento se aclara que al momento no hay evidencia que permita optar por un antiviral específico para combatir el nuevo coronavirus.

La OMS aclara en su sitio web  https://www.who.int/es que “por el momento, no se recomienda ningún medicamento específico para prevenir o tratar la infección por el nuevo coronavirus”.

La AFP refiere que el Interferón Alfa 2B es un antiviral, no una vacuna, que produce la planta Chang Heber en China a partir de tecnología cubana. Esta droga es utilizada en tratamientos contra el COVID-19, pero su efectividad aún es evaluada.

No es un invento cubano

Eduardo López Collazo, quien es director científico del Instituto de Investigaciones Sanitarias del Hospital La Paz de Madrid-España,  dijo a Diario De Cuba que el Interferón es útil, pero no es un invento de Cuba y data del siglo pasado.

«En los prolegómenos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (de Cuba) se quiso investigar qué se estaba haciendo en el mundo contra el cáncer y algunos tipos de virus. Se estaba probando el interferón beta y en Cuba también lo empezaron a probar y a producirlo. No es un descubrimiento cubano», aclaró el especialista, uno de los cubanos más destacados en el mundo de la ciencia, quien radica en España.

Sobre China y el control de la pandemia

Otra de las afirmaciones de estos videos que circulan en las redes, es que China logró detener la pandemia al haberse “curado el último infectado”. Si bien el gigante asiático logró controlar la pandemia, todavía registra nuevos casos, aunque logró bajar la curva de su pico máximo.

La Comisión Nacional de Sanidad de China aseguró este lunes que el número de contagiados del coronavirus SARS-CoV-2 activos en el país asiático es de 2.396, primera vez desde enero que baja de los 2.500.

El número total de infectados diagnosticados en China desde el inicio de la pandemia es de 81.470, de los que han fallecido  3 304 personas y, fueron dadas de  alta  75 700 personas.

¿Y Cuba?

El Ministerio de Salud Pública de Cuba confirmó este lunes un nuevo fallecimiento y 31 casos nuevos de COVID-19 en ese país para un total de 170 diagnosticados, según el último parte que recoge datos registrados hasta el domingo 29 de marzo.

La curva de contagios sigue en sentido ascendente en país. Tres pacientes se encuentran en estado crítico y cinco en estado grave.

La realidad, según la OMS,  es que todavía restan unos 10 a 12 meses para que oficialmente pueda conocerse una vacuna en contra de esta enfermedad.

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