Discurso de odio, pugnas políticas y estafas, las rutas de la desinformación en Bolivia en lo que va del año

Detrás de los contenidos falsos y engañosos se esconden prejuicios y estereotipos, intereses político-partidarios y gente inescrupulosa que busca las formas de sonsacar a las audiencias para robarles dinero y datos personales.

Jesús Vargas Villena

Un congresista que desconoce la representación cultural, legal y simbólica de una bandera como la wiphala y la compara con un mantel de chifa; un dirigente vecinal que arremete contra un rival político por ser un supuesto portador de VIH-sida como si su condición fuese un riesgo para la sociedad; o la generalización en el discurso del vicepresidente boliviano en contra de los citadinos.

Todos estos, entre otros, son ejemplos de cómo la desinformación y las narrativas discriminatorias marcaron el pulso del discurso público en Bolivia en los ocho primeros meses de 2023.

Los temas citados fueron analizados y verificados por un equipo especializado de Bolivia Verifica junto al proyecto Desconfío de Argentina en una iniciativa denominada “Repartiendo Verdades #NoAlOdio”, que logró constatar que la desinformación sirvió de base para la generación de discursos de odio que mantienen al país polarizado.

Esta experiencia es única en su tipo en Bolivia y permitió poner en evidencia una de las mayores problemáticas sociales que enfrenta el país.

El equipo de verificación realizó el monitoreo de las redes sociales a fin de detectar las narrativas de odio que afectan los derechos humanos y la calidad de vida de grupos sociales y poblaciones vulnerables que son blanco de ataques por razones raciales, políticas, religiosas, étnicas, ideológicas, de género y nacionalidad.

En este monitoreo se identificaron discursos públicos que incitaban al odio y que tenían a la desinformación como su principal raíz. 1, 2 y 3.

En total, de marzo a agosto, se elaboraron 31 trabajos de este tipo, que se pueden ver en esta sección.

Además del monitoreo y el análisis de las narrativas de odio, el trabajo se centró en mejorar la distribución del contenido verificado. Proyecto Desconfío desarrolló una estrategia para emplear WhatsApp como herramienta de difusión, acompañando los envíos con piezas gráficas diseñadas para cada caso. Se crearon grupos de medios y periodistas, pero también listas de difusión.

Esta iniciativa, única en Bolivia, fue compartida en la III Cumbre Global sobre Desinformación como una innovación no solo por los contenidos abordados sino por los métodos de difusión empleados.

 

Desinformación como fuente de polarización

Por otro lado, si bien Bolivia aún no pasa por un año electoral como ocurre con otros países de la región (los comicios generales serán en 2025), la tensión política ya genera grandes corrientes de desinformación que mantienen al país en un clima de alta confrontación.

Casos como la detención del gobernador de Santa Cruz Luis Fernando Camacho Vaca, principal opositor al Gobierno nacional, han generado corrientes desinformantes desde diciembre de 2022 fortaleciendo el clima de polarización en el país.

El equipo de prensa de Bolivia Verifica realizó 42 verificaciones en los primeros ocho meses de 2023. Ver aquí.

La salud del gobernador, sus procesos judiciales, la continuidad de su gestión son temas de tendencia en las redes sociales en este año.

La situación judicial de Luis Fernando Camacho aumentó la tensión política en torno si hubo o no un golpe de Estado en los conflictos registrados en 2019, los que derivaron en la salida de Evo Morales Ayma del gobierno.

Las mujeres también fueron víctimas de la violencia política movida por contenidos falsos que tenían el fin de denigrarlas y quitarles protagonismo. Ver aquí.

Las diferencias políticas dentro del partido gobernante impulsaron, de igual manera, corrientes de desinformación. El liderazgo del Movimiento Al Socialismo (MAS) es tema de pugnas entre dos bandos: los llamados “arcistas”, que apoyan al presidente Luis Arce Catacora, y los “evistas”, que respaldan Evo Morales, líder histórico de ese frente.

Frases y falsas versiones sobre ambos líderes políticos marcaron tendencia en lo que va del año. Fueron realizadas hasta la fecha más de 50 verificaciones sobre este tema. Ver aquí.

Otros temas que marcaron el ambiente político tienen que ver con la gestión gubernamental como la interpelación a ministros, denuncias de corrupción, casos de narcotráfico, la quiebra del banco Fassil, la escasez de dólares y el precio del pollo entre otros. Las desinformaciones en estos casos apuntaban a generar mayor especulación en las calles. 1,2 y 3.

 

Estafas y engaños en la red

Otra de las corrientes de desinformación que tomó fuerza en Bolivia tiene que ver con las estafas y engaños en la red. Promociones de productos electrodomésticos, ropa, medicamentos y accesorios son tendencia en las redes sociales cada año desde el boom de por el uso de estas herramientas durante la cuarentena, en 2020.

Los estafadores efectúan campañas cada vez más creíbles con una serie de ganchos que se llevan consigo miles de víctimas.

“Las estafas en Bolivia son bastante diversas; los ciberdelincuentes encontraron distintas maneras de engañar a sus víctimas para sonsacarles dinero y robar sus datos personales”, explica Joaquín Martela, uno de los verificadores de Bolivia Verifica que hizo seguimiento a este tema.

La crisis económica, la inseguridad laboral entre otros factores dan lugar a que los ciberdelincuentes aprovechen de la fragilidad en la que se encuentran miles de ciudadanos que buscan oportunidades de trabajo.

Los ciberdelincuentes utilizan los nombres de empresas públicas y privadas para lanzar falsas ofertas laborales en las redes sociales. También se promocionan sorteos y falsas premiaciones a nombre de reconocidas marcas, cuyo verdadero fin es el robo de datos. Ver aquí.

También circulan estafas digitales con la promoción de tiendas o galerías que ofrecen productos a precios muy bajos, cuya condición es la realización de depósitos bancarios. Las víctimas después de hacer los pagos son bloqueadas por los ciberdelincuentes.

Joaquín Martela agrega que otros años no se había visto “tantos” tipos de estafas con la venta de ropa usada por fardo, teléfonos celulares, electrodomésticos, juegos de video, falsas ofertas laborales y otros. “Llama la atención que cada vez las estafas están más elaboradas, ya no hacen sus imágenes con Paint, ni tienen errores gramaticales, ahora los delincuentes crean artes llamativos que parecen ser oficiales, incluso elaboran órdenes de pago y hasta recibos que le dan mayor credibilidad a sus engaños”.

Cientos de denuncias han sido registradas en las cuentas de Bolivia Verifica. En total han sido realizadas 43 verificaciones de este tipo entre enero y agosto de este año.

En las olas de desinformación, en Bolivia también circularon cadenas y teorías conspirativas que niegan el cambio climático, con las mismas estrategias de difusión que seguían los desinformadores en tiempos de pandemia. Las redes de mensajería instantánea como WhatsApp y Telegram se convirtieron en los principales canales. En total se elaboraron 20 verificaciones sobre esta temática.  1, 2 y 3 en el periodo de revisión.

Precisamente, en la tercera edición de la Cumbre Global sobre Desinformación expertos en verificación e inteligencia artificial abordarán políticas para contrarrestar la desinformación en la región, tanto en contextos electorales como en espacios de ciberdelincuencia.

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