Cómo el uso de la palabra “indio” alimenta la narrativa de odio hacia lo indígena

Tanto en Bolivia como en países vecinos se oye la expresión “indio de mierda”, entre otros descalificativos 

J. Alexis Candia

¡Bolivia libre de indios! ¡Fuera indios de mierda! Estas y otras expresiones similares toman el espacio público en forma de grafitis, memes y mensajes publicados en las redes sociales para alimentar el odio hacia el otro, únicamente por su condición de raza.

La carga discriminatoria que se le asignó a la palabra indio en esta parte de América del Sur desde la colonia ha distorsionado por completo su significación, y en sociedades como la boliviana, altamente polarizada y politizada, las narrativas de odio echan mano de ella para denigrar a los indígenas.

Eventos como la crisis político-social de 2019, que derivó en la renuncia y salida del país del entonces presidente Evo Morales, han demostrado ser el “caldo de cultivo” para la exacerbación del odio y del racismo y de las narrativas cargadas de violencia.

 

Narrativas de odio en el espacio público

Un monitoreao en la web y en las redes sociales permite identificar frases, memes, grafitis y declaraciones de índole racista que se registran particularmente desde 2019, cuando el país entra en su mayor foco de polarización. En esta búsqueda se puede ver que la palabra “indio” es una de las más usadas en las narrativas de odio.

 

Contenidos difundidos tras la renuncia de Evo Morales en 2019; a la izquierda imágenes en la ciudad de La Paz y a la derecha una polémica en torno a las declaraciones de la entonces Miss Bolivia en 2004 Gabriela Oviedo, quien había indicado- según la traducción oficial del certamen Miss Universo- que no todos los bolivianos son “indios”, y que en el oriente son altos, blancos y saben hablar inglés.

La crisis político-social de Bolivia entre octubre y noviembre de 2019 fomentó el uso de la palabra como arma de descalificación al otro. Así, cargada de odio, la palabra “indio” es empleada para referirse a los campesinos, los indígenas y los simpatizantes con el Movimiento al Socialismo (MAS). Es decir, el término tomó una mayor connotación en torno al contexto político de polarización. 

“¿Quién carajos les hizo creer que son indios? Son unos campestres ignorantes, nada más”, comentó otra usuaria en una publicación en Facebook donde se muestra la fotografía de una de las paredes de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) en La Paz, donde un grafiti reza la expresión: “Fuera indios de mierda 21F”. 

El 21F hace referencia al referendo constitucional del 21 de febrero de 2016, cuando la mayoría de los electores optó por no permitir un cambio en la Constitución Política del Estado (CPE) que habilite la repostulación indefinida de un mandatario en las elecciones generales, en este caso del entonces presidente Evo Morales. Por tal razón, esta fecha es considerada una de las mayores victorias de la oposición sobre el Movimiento Al Socialismo (MAS) y sobre su líder, Morales.

Pero lejos de que las calles, el espacio público usado con mayor frecuencia para expresar el odio racial son las redes sociales. Así le expone Tahi Abrego, experta en derechos de pueblos indígenas con maestría en Dirección y Gestión de las Organizaciones. Con frecuencia –dice– “se ve (discriminación contra los indígenas) en las redes sociales; cuando la gente comenta sobre noticias relacionadas se utiliza de forma discriminatoria y racista esta palabra (indio)”.

La también directora de la organización no gubernamental Realidades, con sede en Chuquisaca, lamenta que estas formas de expresarse “estén fuertemente arraigadas en la cultura”, con una carga peyorativa hacia los indígenas. Para Abrego no hay duda, esto “es discurso de odio y de índole racista”. “Lamentablemente, sumado a ello también vemos muchos otros discursos de odio y discriminatorios”, en lo cotidiano, afirma.

 

Comentario detectado en una noticia que anuncia el lanzamiento del libro “En Bo­li­via no hay ra­cis­mo, in­di­os de mier­da”.

El uso despectivo de la palabra indio desde la colonia

Para conocer la etimología de esta palabra, Bolivia Verifica contactó al antropólogo Milton Eyzaguirre Morales, quien rememora la procedencia colonial y “eurocentrista” de esta expresión.

“El término viene del descubrimiento de América, cuando (Cristóbal) Colón se lanzó con las carabelas, él pensaba que iba a llegar a la India o Cipango que es Japón, pero como vio personas que tenían otro tipo de color y de textura en la piel; las definió como indias. Entonces, digamos que es como una percepción eurocentrista con relación al otro”, expone.

Su colega Edgar Arandia coincide en este origen del término y argumenta que dicha palabra fue usada despectivamente desde aquella época.

“Entonces, a partir de esa designación se dividió la historia entre el indio salvaje y bárbaro versus lo que se suponía que para Europa era la civilización. Se convirtió exactamente en un término despectivo (..) Los conquistadores tenían un desarrollo más importante en la tecnología bélica; lograron conquistarlos (a los indígenas) y los consideraban seres inferiores”, explica a Bolivia Verifica.

Eyzaguirre dice que el término “indio” fue cambiando en su significado al punto de adquirir otra connotación. “Se ha transformado porque hoy es una palabra peyorativa que se utiliza para el insulto, aunque algunos autores como Fausto Reinaga dicen que a partir del término indio los indígenas habían sido oprimidos y bajo este mismo concepto, los indios tendrían que liberarse”..

El “mapa de Martellus” de finales del siglo XV que refleja cómo era visto el mundo antes del descubrimiento de América. Colón proponía un viaje “a las Indias”.

Eyzaguirre considera que “dependiendo de los contextos en los cuales se utiliza el término” este puede alimentar las narrativas de odio.

Arandia añade que el movimiento indianista teorizado por Fausto Reinaga fundamenta que el término “indio” fue usado para denigrar, ya que los indígenas “fueron considerados una cultura inferior, como seres humanos sin capacidades”.

En efecto, Fausto Reinaga plantea que “mediante ese nombre (indio) nos han despreciado; nos vamos a reivindicar y vamos a reivindicar ese epíteto errado de la historia por el cual nos llamaban indios cuando (los colonos) estaban en otro continente y no en la India”.

“Entonces, esta palabra despectiva empezó a convertirse en un arma política (…) un emblema de reivindicación política y cultural de las naciones originarias que existen y viven en Bolivia”, concluye Arandia.

La palabra “indio” en el ámbito político 

El término es usado frecuentemente en el discurso de figuras políticas. Tal es el caso del expresidente y líder del MAS Evo Morales Ayma, quien fue entrevistado recientemente (el 25 de marzo de 2023) por el medio argentino LMNeuquén, oportunidad en la que dijo que “no se acepta que los indios podamos encabezar una transformación democrática”.


El usuario @JuliacaEsLibre en Twitter resalta que la palabra indio solo es válida “cuando la usa la izquierda (política)”, a tiempo de presentar dos tuits donde otros internautas de la plataforma le brindan diferentes significados a este término:


En esta línea, Bolivia Verifica detectó que en redes sociales, principalmente Twitter, se usa la palabra “indio” ya sea como parte del ámbito político (1, 2, 3 y 4) o como insulto (1, 2 y 3).

Diferentes usuarios usan el término “indio” a modo de insulto contra Evo Morales o sus simpatizantes.

 

Algo similar sucedió este 29 de marzo con el exvicepresidente Álvaro García Linera, quien habló de los sucesos de 2019 con la Red UNO.

“Le dije a Evo que policías y paramilitares estaban rodeando el palacio (de gobierno)…lo que buscaban era descuartizarlo porque Evo era el indio que se atrevió a ser presidente”, es una de las frases rescatadas por el canal de la entrevista.

 

Una de las frases del exvicepresidente Álvaro García Linera que generó polémica en las redes sociales.

Varias son las reacciones a este post en la cuenta de la red televisiva en Facebook, y algunos usuarios condenan el hecho de que sea el propio García Linera quien use el término indio para “sacar provecho” político de ello.

La lectura es que llama a Morales “indio” para justificar que las razones del descontento social en su contra son raciales, ignorando las repercusiones del refrendo del 21F.

En octubre de 2019, Morales volvió a candidatear a la presidencia del Estado pese a que la Constitución se lo impide, apoyado en una sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) que interpretó que “su derecho humano” al ejercicio político es superior al de la propia consulta ciudadana.

“Él es el único que lo discrimina diciéndole lo que le da la gana, diciéndole de todo indio a Evo Morales”, comenta el usuario Daniel Aguayo en el citado post en Facebook.

“Hay que hacerle recuerdo que Andrés de Santa Cruz y Calahumana también fue un presidente indígena”, escribe por su parte Jesua Flores.

“Su versión desde su odio, un hombre con principios y valores distorsionados que enfrentó a su país entre bolivianos que se puede esperar de esta clase de personajes”, postea María Elena Gonzáles.

 

Hechos que marcaron un precedente

Aún frescos en la memoria y como heridas no cicatrizadas están los sucesos del 24 de mayo de 2008 . “Estos indios que se vayan”, fue una de las expresiones racistas usadas aquel día en el departamento de Chuquisaca, cuando cerca de medio centenar de campesinos fueron obligados a marchar semidesnudos y a arrodillarse y besar el suelo y la bandera de Sucre delante de  la Casa de la Libertad.

Como no sucedía en mucho tiempo, las expresiones de odio explícitas y grupales eran parte de las arengas y del discurso incluso en frente de los medios de comunicación.  

Aquel día, una multitud de campesinos se digirió a la capital chuquisaqueña para esperar al entonces presidente Evo Morales Ayma, en tanto, otro grupo de personas, seguidoras del Comité Interinstitucional de Chuquisaca se trasladaron de igual manera, pero con el fin de evitar el arribo del mandatario.

Tras la confrontación, los campesinos fueron obligados a sacarse las poleras, marchar de rodillas y otras vulneraciones a sus derechos. 

“¡Cholas, masistas, indias!”, fueron los términos utilizados contra las mujeres de polleras como si fuesen insultos. En el siguiente video del 24 de mayo (minutos 5:55) se puede apreciar esta situación.

“Llegaron ahí los jóvenes, ahí me torturaron con palos, a patadas, a puñetes, agrediéndome física y verbalmente también (…) ‘A este indio hay que matarle, es alcalde, es de allá, hay que matarlo porque ellos no tienen derecho de estar aquí en Sucre, estos indios que se vayan’”, contó a radio Erbol el exalcalde chuquisaqueño de Mojocoya Ángel Vallejos Ramos, quien fue una de las víctimas de estos hechos de violencia.

Así como en 2008, esta palabra se sigue usando en la actualidad para denigrar o transmitir odio hacia otras personas. Este es uno de los casos que marcó precedente, siendo parte de los motivos de la posterior promulgación de la Ley 045 Contra toda Forma de Racismo y Discriminación. 

Normativa vigente y casos de racismo 

Alex Villca Limaco, miembro del pueblo indígena San José de Uchupiamonas en el norte de del departamento de La Paz, conversó con Bolivia Verifica sobre la connotación de la palabra “indio” según su percepción, a tiempo de indicar que dicho término no está presente ni reconocido por la constitución boliviana.

“En el nivel de racismo, de discriminación se intenta usar estos términos de manera sesgada para generar confrontación, caos, división y fragmentación de la sociedad. Por esta situación, como pueblos indígenas originarios e inclusive campesinos, debemos tener mucha claridad”, refirió.

Tras lo ocurrido en Sucre, en mayo de 2008, el Gobierno nacional aprobó dos leyes:  Nº 139 y 045.

La primera declara  el 24 de mayo de cada año como el Día Nacional contra el Racismo y toda forma de Discriminación.

La segunda normativa, del 8 de octubre de 2010, es la Ley Contra toda Forma de Racismo y Discriminación, la cual castiga las conductas de esta índole e instruye acciones para superarlas.

Pese a la ejecución de ambas normativas, en Bolivia el uso despectivo de este término se ha normalizado, especialmente en las redes sociales y con la polarización se ha exacerbado. 

En esta línea, Edgar Arandia argumenta que estas leyes son punitivas, pero que el problema no se resuelve por falta de educación. “Mis hijos al compartir con personas de distintas culturas asumen esa plurinacionalidad, la respetan. La palabra respeto es clave, debemos enseñar el respeto al otro desde la casa; el respeto al que es, entre comillas, diferente pero boliviano con su propia cultura”, reflexiona.

Hasta el 30 de noviembre de 2022 se recibieron 77 denuncias sobre racismo y discriminación en el país, según un informe del Viceministerio de Descolonización y Despatriarcalización.

El viceministro de Descolonización Pelagio Condori Yana también recordó que en 2021 recibieron 98 denuncias por actos de racismo y discriminación, las que son penados por la Ley 045 y el Código Penal.

*Este es un trabajo en alianza entre la Fundación Para el Periodismo de Bolivia, Bolivia Verifica, Proyecto Desconfío y Datos Concepción de Argentina, con el respaldo de la International Fact-Checking Network del Instituto Poynter para desarrollar un proyecto que busca contrarrestar  la desinformación y el discurso de odio, cuyo principal fin es de promover el diálogo por medio de una cultura de paz en el país.

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