La ciudadanía y sus instituciones se unen en Buena Vista para luchar contra la violencia hacia las mujeres
Vecinos, la comunidad educativa, personal hospitalario y sectores sociales se adhirieron a una iniciativa impulsada por la Alcaldía. La finalidad es prevenir y atender los casos de violencia con más efectividad.
Estudiantes se forman en un taller para prevenir la violencia. Crédito de foto: Vida Digna sin Violencia.
¡Mujer, valórate! es el nombre de una red que congrega a gran parte de la ciudadanía organizada con las instituciones del municipio cruceño de Buena Vista. La finalidad es prevenir la violencia de género y empoderar a las mujeres y los jóvenes para convertirles en actores clave para contrarrestar esta problemática.
Las juntas vecinales, los clubes de madres, las unidades educativas, los sectores sociales, el personal de los hospitales y la Alcaldía, entre otros, se han puesto de acuerdo para desarrollar regularmente varias actividades con fines educativos e informativos, pero también para mejorar el sistema de atención a las víctimas.
La red fue creada a inicios de 2022 y conformarla representó un arduo trabajo que demandó meses de reuniones informativas para llegar a consensos con los diversos actores. Un par de meses después y con un enorme grupo humano organizado, empezaron con los talleres formativos y la campaña de comunicación.
“El objetivo de crear la red es unificar los esfuerzos de distintas instituciones y organizaciones para luchar de manera conjunta contra la violencia hacia la mujer. Participan sectores de educación, salud, representantes de barrios y de comunidades, clubes de madres, promotoras comunitarias, la central campesina, el Concejo Municipal, gremiales y transportistas, entre otros. Es un trabajo de mucho compromiso y voluntariado”, destaca el alcalde de Buena Vista, Teodoro Gonzáles.
Muchas de las habitantes de Buena Vista sufren las consecuencias de la violencia machista, instaurada en prácticas patriarcales heredadas de sus propias familias. El Servicio Legal Integral Municipal (SLIM) y la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia reciben denuncias con cierta frecuencia, pero aún no tienen un registro consolidado. “La gestión (municipal) anterior no nos pasó información completa, todo lo eliminaran. Lo que ahora reportamos con más regularidad es la violencia intrafamiliar, tanto física como psicológica”, explica la directora del SLIM, Delia Claros.
La necesidad de incidir en la prevención es fundamental para el municipio. Por eso, sus autoridades ponderan el acuerdo logrado con el proyecto Vida sin Violencia de la Cooperación Suiza en Bolivia, que se amplía en alianza con la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI).
“Nos hemos organizado gracias al apoyo de estas instituciones que nos aportan con algo de recursos, gracias a ello pudimos concretar la Red”, relieva el burgomaestre.
Comunidad formada e informada
El apoyo brindado a la municipalidad se traduce en una serie de acciones que se han empezado a ejecutar. “Ya estamos trabajando en actividades con los padres de familia, los maestros, los estudiantes, las promotoras comunitarias y otros sectores; realizamos talleres sobre violencia, normativa vigente, derechos humanos, derechos de las mujeres y prevención. La gente ha empezado a conocer la Red (y sus alcances) y ya se ven algunos resultados”, afirma Claros.
A su vez, las y los aliados retransmiten esta información en sus organizaciones y en sus zonas de incidencia, y cuando hace falta pueden orientar a las personas en dónde buscar ayuda profesional e institucional.
Otra forma de llegar a la comunidad con información y educación son los mensajes a través de redes sociales, aplicaciones y medios de comunicación, herramientas vitales para alcanzar su objetivo.
“Trabajar con redes sociales nos permite llegar a más gente, también tenemos un grupo de WhatsApp por donde enviamos anuncios de las actividades. Lastimosamente ya no funciona una radio comunitaria que teníamos en el municipio y la radio Kawsachun Coca (cuya señal llega con fidelidad a la zona) nos pide un monto (para difundir los mensajes), pero seguimos trabajando”, dice la directora del SLIM.
Compromiso institucional y social
La Alcaldía también hace esfuerzos para mejorar la atención a las víctimas. Con un presupuesto de 97.000 bolivianos para el SLIM, consiguió sumar a su equipo a dos especialistas en el tema.
“Cuando asumimos el gobierno municipal, hace nueve meses, solo contábamos con un asesor jurídico y los casos de violencia se pasaban directamente al juzgado. Ahora hemos complementado el equipo con una encargada de la Defensoría y una psicóloga, y estamos por contratar un trabajador o trabajadora social. Esto va a beneficiar mucho a la atención de las víctimas, ya que trabajamos en dos componentes: prevención y atención. Las víctimas ya saben mejor cómo y dónde acudir por ayuda cuando sufren violencia”, sostiene el Alcalde.
El trabajo de las y los miembros de la Red es voluntario y demanda que ellas y ellos mismos inviertan su tiempo y sus recursos para poder asistir a sus talleres, lo que hace aún más encomiable su misión, en particular con aquellas personas que se trasladan desde las comunidades aledañas al pueblo para dedicarle horas de su actividad personal a las capacitaciones.
En busca del mayor apoyo estatal
Los avances para luchar contra la violencia en razón de género son notorios, pero aún falta mucho por hacer desde la institucionalidad. En Buena Vista, capital de la provincia Ichillo del departamento de Santa Cruz, requieren de mayor asistencia de parte de la Policía y el Ministerio Público para atender e investigar los casos de violencia.
En los casos en que se requiere de la intervención de la Fiscalía y la Policía, el equipo municipal debe viajar acompañando a las víctimas hasta el municipio vecino de Yapacaní, distante a unos 30 minutos de viaje en vehículo, la mayoría de las veces empleando dinero que sale de sus propios bolsillos.
“Cuando hay emergencia nos trasladamos allá con la víctima, con nuestros recursos. A veces la víctima no tiene ni para sus pasajes, muchas de ellas son mujeres que salen (en busca de ayuda) desde comunidades lejanas”, indica la directora del SLIM.
Pero esto no les desanima y el compromiso es facilitar y garantizar el acceso a la justicia. “Solo contamos con módulo policial y tenemos un juzgado, sin embargo, vamos a seguir trabajando” para contar con más asistencia a nuestro municipio, asegura el Alcalde.
Este reportaje fue elaborado en el marco del proyecto de apoyo a la investigación periodística, enmarcado en Periodismo de Soluciones (PdS), desarrollado por la Fundación para el Periodismo y Bolivia Verifica con el apoyo de la National Endowment for Democracy (NED).