¿Qué significa una atención holística y ágil como sobrevivientes de violencia? El Centro integral en Sacaba, un modelo de referencia
Salomé Andrade (izq.), se siente feliz y comprometida con su trabajo como promotora contra la violencia en Sacaba.
El Gobierno Autónomo Municipal de Sacaba invirtió cerca de Bs 5 millones para operativizar este Centro, inaugurado en marzo de 2022, donde convergen las instancias que forman la cadena de atención de casos de violencia, de manera más ágil y sin revictimizar. En esta tercera publicación de la serie “10 años del Consenso de Montevideo”, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) comparte la contribución de este Centro.
Ubicado a 13 km de distancia de la capital departamental, Sacaba es el segundo municipio más poblado de Cochabamba. Las estadísticas de violencia en razón de género que se registran en este municipio, son preocupantes.
Con señales de violencia en el cuerpo, pero también en la mente, decenas de sobrevivientes debían recorrer kilómetros y hacer varios trasbordos para llegar hasta el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) de Coña Coña, en Sacaba. A su arribo, la exposición pública, la larga espera y revivir el acto de violencia una y otra vez con el examen forense, la valoración psicológica y la denuncia policial, constituían una forma de revictimización. “Hemos visto que las víctimas se cansaban de denunciar, porque cada vez que las citaban, las oficinas estaban llenas y tenían que volver”, señala Pedro Gutiérrez, alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Sacaba, quien recuerda a una niña de 12 años, violentada por su padrastro, con un embarazo del cual no tenía conciencia por su corta edad.
Pero hoy, la población de Sacaba cuenta con una moderna infraestructura para la atención con un enfoque holístico, de género, e interculturalidad.
Salomé Andrade explica cómo funciona el Punto de Información de las promotoras comunitarias contra la violencia.
Sacaba, un corazón de servicios integrales para sobrevivientes de violencia
El gran paso para el cambio se dio en 2022 con la apertura del Centro integral contra la violencia, una obra que no existía en Sacaba, en la que Gutiérrez decidió invertir. Su objetivo era concentrar, de forma conjunta, todos los servicios públicos de la cadena de atención a víctimas de violencia. La finalidad era procurar justicia de manera holística, ágil y oportuna.
“No ha sido fácil, pero hemos hecho realidad un sueño”, afirma Gutiérrez y explica en detalle, el nuevo sistema de atención. En la primera planta se ubica la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), donde se puede presentar una denuncia. Un piso más arriba está la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA) y el Servicio Legal Integral Municipal (SLIM), con ambientes para la valoración psicológica y forense del IDIF. Finalmente, en el tercer piso operan la Fiscalía y el juzgado de instrucción especializados en violencia contra la mujer. Al interior del Centro existe una casa de acogida, donde las mujeres sobrevivientes de violencia pueden quedarse, con sus niños o niñas, hasta tres meses, recibiendo terapias para su recuperación y capacitaciones que les permitan reintegrarse de nuevo en sus comunidades.
Pedro Gutiérrez, Alcalde del GAM de Sacaba explica la importancia que tiene el trabajo de prevención de violencia en el municipio.
Uno de los servicios más importantes de este Centro es la cámara Gesell, instalada gracias a un trabajo coordinado entre el UNFPA y el Gobierno Autónomo Municipal de Sacaba, con el apoyo financiero de la Agencia Sueca de Cooperación para Desarrollo Internacional (ASDI). Esta cámara permite documentar audiovisualmente el testimonio de cada víctima, respetando su confidencialidad y disminuyendo el impacto emocional, al prestar su testimonio a diferentes instancias. “Para UNFPA, era estratégico brindar este apoyo que nos solicitó la Alcaldía, ya que el Centro en Sacaba no solo atiende a sobrevivientes de violencia de este municipio, sino de otros municipios situados en áreas rurales distantes de Cochabamba¨ afirma Rinko Kinoshita, Representante de UNFPA en Bolivia.
Cámara Gesell implementada con apoyo del UNFPA, funciona en el Centro de Atención Integral de Lucha contra la Violencia de Sacaba.
Un sueño hecho realidad
Según la Fiscalía General del Estado, en 2022 fueron registrados 94 feminicidios en Bolivia. Desde el 1º de enero al 4 de diciembre de 2023, se registraron 75 feminicidios, de los cuales 12 corresponden al departamento de Cochabamba. Estas cifras muestran la prioridad de actuar en la prevención y también en la denuncia de hechos de violencia.
Actualmente, el sueño de Pedro Gutiérrez y su equipo se ha convertido en una realidad. El Centro brinda servicios legales, psicológicos y médicos, a las sobrevivientes, además de ser un refugio para reconstruir sus vidas. Solo en 2022, en el Centro se atendieron 4.158 casos de mujeres, niños, niñas y adolescentes sobrevivientes de diversos tipos de violencia (1), un promedio de 11 casos por día. Esta institución ha marcado un hito en este área de atención, siendo reconocida nacional e internacionalmente como experiencia exitosa. De hecho, es invitada de forma recurrente a espacios de intercambio.
Heroínas del chaleco naranja
Salomé Andrade Mencia, Promotora comunitaria contra la violencia en razón de género de Yachay Chhalaku.
La ONG Yachay Chhalaku es una de las aliadas del Centro que trabaja por la erradicación de la violencia en Sacaba. Patricia Olivares, promotora comunitaria contra la violencia y miembro de esta organización, recorre barrios y comunidades junto a su equipo, concienciando sobre la problemática de la violencia, y dando la atención oportuna.
Olivares inició su trabajo en Yachay Chhalaku hace cinco años atrás y decidió vestir el chaleco naranja cuando sufrió una situación dolorosa. “Justo antes de iniciar mi trabajo, mataron a una chica a pocos metros de mi casa, cerca de un río. Al salir del colegio(…) la encontraron sin vida con un golpe de piedra en la cabeza, el cordón de su carpeta en el cuello, el uniforme destrozado(…) Buscar justicia para esta joven, me dio la fuerza para acompañar a otras víctimas”, recuerda la voluntaria.
Los cambios positivos introducidos en el Centro, en coordinación con aliados como Olivares, permiten que miles de mujeres adolescentes, niñas y niños tengan una oportunidad para ejercer su derecho a la justicia y a la reparación dignamente. “El Centro en Sacaba representa un excelente modelo para replicar en otros municipios. Hemos visto que nuestro apoyo fue un grano de arena que se multiplicó por la inversión y compromiso de las autoridades locales, asegurando de esta forma su sostenibilidad.” afirma Kinoshita.
A través de esta publicación, se rinde homenaje a sobrevivientes de violencia quienes con su resiliencia, han convertido la adversidad en fuerza transformadora. Estas mujeres y adolescentes iluminan el camino hacia un futuro sin violencia en Sacaba y en todo el mundo.
(1) Incluyen casos de abuso y violencia sexual, estupro, abandono y otros.