Mujeres de Guarayos producen aceite de cusi de alta calidad con una fórmula ecoamigable

Un grupo de bioproductoras se capacitan en la elaboración del producto, el manejo de sus recursos económicos, el marketing y la apertura de nuevos mercados. Pero el objetivo también es preservar los bosques y generar conciencia medioambiental. 

Productoras de aceite de cusi. Fuente: Facebook Bionegocios Guarayos.

En la provincia Guarayos del Departamento de Santa Cruz, un grupo de mujeres indígenas lideran un negocio que no solo les permite generar ingresos propios y fortalecer su autonomía económica, sino que promueve la preservación de los bosques que se ven amenazados por la actividad agropecuaria y crea conciencia ambiental. Por eso, a esta iniciativa y a otras de su tipo las han denominado bionegocios.

La actividad se centra en la obtención del afamado aceite de cusi, un producto natural con diversas propiedades y bastante demandado en los comercios de alimentos y derivados orgánicos.

Algunas de estas mujeres llevan más de dos décadas haciendo esto, pero ahora, gracias a que se organizaron en torno a un proyecto, recibieron capacitación en diversas áreas para mejorar la calidad de su producción y también se beneficiaron con un capital semilla para difundir su trabajo a fin de abrir nuevos mercados y potenciar sus ventas en todo el territorio nacional.

“Hace 25 años que producimos el aceite de cusi (…) Es natural y cien por ciento conocido por su uso tradicional y medicinal, como por ejemplo para el crecimiento del cabello y para tratar algunos dolores”, dice Petronila Chuvé, miembro de la Asociación de Mujeres Productoras del Aceite de Cusi (Ampacusi).

La provincia de Guarayos está ubicada en el departamento de Santa Cruz, camino a Trinidad (Beni). La ingeniera agrónoma Raquel Cruz explica a Bolivia Verifica que los guarayos se dedican a la agricultura, la ganadería y la pesca.

“De sus actividades se cosecha papaya, arroz, yuca, cítricos, maní y frijoles. Son una población con un fuerte lazo con la tierra y tienen su propio idioma nativo, que es el guarayo, aunque también hablan español”, afirma.

En el último tiempo, las y los guarayos también han comenzado a dedicarse a otras actividades inducidos por el intensivo movimiento que genera la explotación de recursos forestales y mineros que desarrollan en ese sector empresas y cooperativas. De allí la importancia del desarrollo de proyectos y programas que procuran conservar al máximo el potencial de los bosques y los ríos que atraviesan dicha región.

Sobre el aceite de cusi

Tiene varios usos, como el cosmético: para oscurecer el cabello, evitar el encanecimiento, aportar  brillo, fuerza y elasticidad, equilibrar el nivel de grasa en el cuero cabelludo y evitar las puntas abiertas, entre otros beneficios.

También se emplea como materia prima en la industria de los jaboncillos, shampoos, cremas de enjuague y emulsiones.

Asimismo, se puede consumir en ensaladas, frituras y otros platos, ayuda a combatir el dolor de cabeza, la fiebre y la tos, sobre todo por su alto contenido en vitaminas A y B, ácidos grasos omega-3, omega-6 y omega-9, así como en antioxidantes y vitamina E.

“El árbol de cusi, conocido por su nombre científico Clarisia racemosa, es nativo de la región amazónica de América Latina. Aquí en Bolivia crece de manera silvestre en los bosques de Santa Cruz, Beni y Pando”, explica Cruz.  

¿Cómo se obtiene el producto?

Para la producción del aceite de cusi, las indígenas siguen una serie de pasos que aprendieron en los procesos de capacitación a fin de conseguir un producto de calidad. Los pasos son: la recolección de la materia prima, el pelado del fruto y luego la obtención de su aceite.

Para esto último existen dos procedimientos que emplean alternativamente: el prensado, para extraer el aceite extra virgen, y la cocción, para conseguir el aceite tradicional.

 

Esta galería contiene imágenes que muestran parte del proceso de producción del aceite. Las fotografías fueron capturadas de la cuenta Bionegocios Guarayos en Youtube.

“El trabajo que hacemos las ocho mujeres que componemos la Ampacusi del municipio El Puente empieza por recolectar el fruto de los árboles. Luego, otras sacan las caluchas o almendras usando un hacha, pues viene recubierta; y finalmente, entre todas, producimos el aceite”, cuenta la productora Agustina Salvatierra.

La comunicadora del proyecto Bionegocios Guarayos, Delmy Argota, detalla que esta es una labor liderada y protagonizada principalmente por mujeres, sin embargo, sus familias también son parte del proceso, sobre todo en la recolección de los frutos. 

 

El proyecto es integral y participan varias entidades

Este trabajo se viene realizando desde hace varias generaciones atrás, pero ahora cuenta con el apoyo del proyecto Bionegocios Guarayos, que se desarrolla en esa región desde hace dos años. El propósito del proyecto es potenciar los bionegocios para contribuir a la reducción de la deforestación.

“Esto se realiza a través de acciones de inclusión financiera, acceso a mercados, sensibilización ambiental y aprovechamiento forestal sostenible de toda esta parte de la Amazonia boliviana. Es una forma de contribuir al cuidado del medioambiente”, explica Argota.

En el proyecto participan varias instituciones que apoyan en distintas áreas a las productoras del aceite de cusi y a otros bionegocios. Por ejemplo, la Fundación Profin realiza capacitaciones sobre costos de producción, para que las emprendedoras aprendan a manejar su libro diario de transacciones económicas, gestionen sus ahorros, hagan buen uso de su capital y otros aspectos financieros de su emprendimiento.

“La Fundación Profin, como coordinadores del proyecto Bionegocios Guarayos, también brinda capital semilla. Para obtenerlo, los negocios deben de cumplir ciertos criterios como ser que la iniciativa no dañe al medio ambiente o que ayude a la preservación de alguno de los recursos del bosque, entre otros”, dice Argota.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) también aporta al proyecto con el acceso a los mercados, desarrollo de planes de negocios y sensibilización ambiental. Esta institución brinda apoyo a los bionegocios que no sean maderables, que estén relacionados con la elaboración de productos como el aceite de cusi o artesanías o de servicios, como el turismo.

Una oportunidad de negocio que necesita fortalecer mercados

“Para las productoras de aceite de cusi el tema débil aún es el mercado. Por eso, desde el proyecto se está tratando de visibilizar su trabajo, aprovechar las redes sociales, brindar herramientas comunicacionales para que puedan mostrar sus productos a otros departamentos”, dice Argota.

No obstante, esto se puede ver también como una oportunidad para las personas dedicadas al comercio. Cualquiera que esté interesado en comercializar el aceite de cusi en su región puede contactarse con Bionegocios Guarayos mediante Facebook, Instagram y TikTok. Ellos le pondrán en contacto directamente con las productoras para que coordinen envíos y vean los costos.

De esta manera, no solo podrían generar ingresos económicos, sino que también se convierten en aliados de las productoras y sus familias.

En el siguiente video elaborado por Bionegocios Guarayos, las integrantes de la Asociación de Mujeres Productoras de Aceite de Cusi El Puente relatan cómo elaboran el producto y cómo este trabajo les ayuda sustentar la educación de sus hijos, la salud, vivienda, alimentación y otros.

 

El otro problema al que se enfrentan es que el municipio de Guarayos está siendo afectado por la deforestación a causa de la expansión de la frontera agrícola. Los árboles de cusi y otras especies arbóreas son talados para sembrar arroz o para convertir estos territorios en áreas aptas para el pasteo del ganado.

Esto obliga a que, en algunos casos, las productoras de aceite se vean obligadas a ingresar a las profundidades del bosque para obtener su materia prima.

“El municipio El Puente se ha convertido en zona ganadera y a ellos les perjudica la planta de cusi en los potreros porque no sale el pasto, por eso lo talan. Hemos estado constantemente en la lucha para que no nos corten la planta porque de eso vivimos y trabajamos”, alerta Agustina Salvatierra.

En este sentido, otro de los objetivos del proyecto es dar a conocer que hay personas que viven y sostienen a sus familias gracias al bosque. De esta manera, se puede concienciar a la gente sobre el cuidado de estas áreas y así intentar frenar la deforestación.

“Necesitamos que nos ayuden a proteger la palmera para conservar nuestro trabajo. La deforestación nos daña de diferentes formas y no solo a nosotras, sino a la comunidad y al país entero. Si no protegemos (los bosques) nos va a afectar. Como asociación somos parte del cuidado de los recursos naturales”, afirma por su lado Petronila Chuvé.

Otros pobladores e indígenas de la provincia pueden ser parte del proyecto de Bionegocios Guarayos, pero deben cumplir ciertos requisitos, como habitar alguno de los municipios de la región, a decir: El Puente, Ascensión de Guarayos o Urubichá.

Además, y muy importante, se debe emprender un negocio amigable con el medio ambiente y ser pacientes para optar a algún tipo de ayuda o capital semilla, explica Argota. Las y los técnicos del proyecto podrían brindarles asesoramiento para mejorar el perfil de sus negocios a fin de que respondan a los criterios de esta iniciativa.

Cuestionar lo que consumimos

La sociedad boliviana consume a diario miles y miles de productos, y muchos de ellos se elaboran a costa de la explotación del medio ambiente, es decir derrochando recursos naturales valiosos como el agua y los bosques.

Por eso es importante preguntarse qué es lo que consumimos y tratar de optar por productos que fueron elaborados de manera ecoamigable, así no solo apoyaremos al desarrollo de cientos de familias, sino que también estaremos aportando al cuidado ambiental, dice Argota.

 

Respecto a Bionegocios Guarayos

El objetivo del proyecto Bionegocios Guarayos es contribuir a la reducción de la deforestación indiscriminada a través de acciones de inclusión financiera, acceso a mercados y sensibilización medioambiental para el aprovechamiento sostenible de productos forestales y de la biodiversidad del bosque.

El proyecto está integrado por 4 componentes:

I: Aprovechamiento sostenible de la madera (IBIF) II: Gestión del capital natural y resiliencia al cambio climático y participación de comunidades indígenas en los mercados de biocomercio (WWF) III: Inclusión Financiera y acceso a financiamiento (Fundación Profin)  y IV: Difundir buenas prácticas e inspirar a la réplica (Solidar Suiza)

 

Este reportaje fue elaborado en el marco del proyecto de apoyo a la investigación periodística, enmarcado en Periodismo de Soluciones (PdS), desarrollado por la Fundación para el Periodismo y Bolivia Verifica con el apoyo de la National Endowment for Democracy (NED). 

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