Miles de menores de edad y sus familias batallan contra la desnutrición desde El Alto

Desarrollo físico y motor retardados, problemas de aprendizaje y enfermedades a futuro son algunos problemas que acarrea este padecimiento. En este centro de nutrición no solo se atiende a los niños y niñas, sino que se capacita a sus familias.

Centro de Nutrición Infantil Albina R. de Patiño.

 

Cierto día, Irmanda Quispe se sintió muy enferma y el diagnóstico fue tuberculosis; el médico le explicó entonces que una alimentación carente de nutrientes durante su infancia la condujo a un cuadro que casi le cuesta la vida a los 17 años. Andrea Pillco, por su parte, no sabía que su hijo tenía desnutrición. “Mi niño es gordito y siempre está comiendo, pero en el centro de salud me han dicho que está desnutrido, yo no entendía por qué?, cuenta.

La nutricionista y dietista María Espejo explica que la desnutrición y malnutrición son dos problemas que afectan a miles de niños y niñas en Bolivia. Por una parte, están quienes pasan hambre porque pertenecen a familias en situación de pobreza. “Algunos desayunan té con pan y almuerzan una sopa rala, la cena vuelve a ser té con pan, esto carece de nutrientes”, reflexiona.

Por otro lado, están quienes tienen sobrepeso pero a la vez están desnutridos. “Estos niños comen bastantes golosinas, frituras como pollo broaster, fideo, sopas instantáneas como el Maruchan, hamburguesas y similares, pero no verdura, ni avena ni lentejas ni frutas. O sea que solo consumen chatarra, pero nada que les nutra de verdad”.

Así, la mala nutrición acarrea problemas de crecimiento, aprendizaje, sobrepeso, obesidad y varias enfermedades no transmisibles.

En Bolivia, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud a 2022, la desnutrición crónica afectaba al 16% de las y los niños menores de cinco años. Mientras que el 10,1% sufría de sobrepeso y obesidad.

La Comunidad de Derechos Humanos, un mecanismo de la sociedad civil que busca incidir en la generación de políticas públicas, alertó que desde 2017 hasta febrero de 2023, 162 niños menores de cinco años de edad murieron a causa de desnutrición grave, mientras que otros 151.000 niños sufrieron desnutrición moderada y grave. Asimismo, en coincidencia con los datos del Gobierno, indicó que el 16% de los menores de cinco años en el país padecen desnutrición crónica y que cinco de cada diez han sido diagnosticados con anemia.

Los menores con desnutrición pueden desarrollar:

  • Problemas de aprendizaje en la etapa escolar.
  • Sobrepeso. 
  • Obesidad.
  • Hipertensión o diabetes en la vida adulta.
  • Crecimiento físico y desarrollo motor retardados.
  • Bajo coeficiente intelectual.
  • Problemas conductuales y habilidades sociales deficientes.

“Los efectos de la desnutrición en la primera infancia (0 a 8 años) pueden ser devastadores y duraderos. Pueden impedir el desarrollo conductual y cognitivo, el rendimiento escolar y la salud reproductiva, debilitando así la futura productividad en el trabajo. Dado que el retraso en el crecimiento ocurre casi exclusivamente durante el periodo intrauterino y en los 2 primeros años de vida, es importante que las intervenciones de prevención de la atrofia, la anemia o la xeroftalmia ocurran en la edad temprana”, indica la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Combatiendo la desnutrición desde El Alto

En la ciudad de El Alto, el “Centro de Nutrición Infantil Albina R. de Patiño” lucha cada día por reponer la salud de miles de menores de edad malnutridos. En casi 15 años de trabajo, más de 5.000 niños, niñas y adolescentes han sido tratados de esta enfermedad.

Su responsable, Jhannet Aranda, explica a Bolivia Verifica que allí, un grupo de profesionales calificados lucha a diario contra la desnutrición infantil. “Nuestro trabajo es acoger a niños que cursan desnutrición, ya sea por bajo peso o por baja talla”, dice.

Cuentan con dos programas, uno de ellos consiste en acoger a niños que son referidos de distintos centros de salud de primer nivel, de instituciones como Aldeas Infantiles SOS, Levántate Mujer, Sartasim Warmi, entre otros. Esto gracias a diferentes convenios que se tiene con cada una de estas instituciones públicas y privadas.

Los menores reciben atención multidisciplinaria en las áreas de pediatría, enfermería, nutrición, trabajo social y psicología. En este centro pueden ser atendidos bajo las siguientes modalidades:

  • Internación: los menores de cero a cinco años de edad se quedan en el lugar y reciben atención las 24 horas, cuentan con 40 camas disponibles.
  • Centro abierto: las y los niños ingresan al centro a las 08:30 y permanecen ahí hasta las 16:30. 
  • Tratamiento ambulatorio: los padres de familia llevan a sus hijas e hijos al centro una vez por semana o cada 15 días, dependiendo de si viven cerca o lejos.

El segundo programa se denomina “Control Niño Sano” donde los menores de cero a 17 años de edad reciben servicios de pediátrica, nutrición y psicología bajo la modalidad de atención externa.

“El pediatra esta de 09:00 a 12:00 y pueden asistir todos los interesados; psicología también tiene sus horarios. Además están disponibles las dosis de las vacunas del sistema del Programa Ampliado de Inmunización (PAI)”, dependiente del Ministerio de Salud.

 

El Centro de Nutrición Infantil Albina R. de Patiño está ubicado en la ciudad de El Alto, en la zona Villa Ingenio Unidad Vecinal 4. Pero su ubicación no limita la atención a nadie, pueden acudir menores de otras zonas, también de la ciudad de la Paz, de las provincias e incluso de otros departamentos. 

De hecho, al ser un centro de referencia, tienen un convenio con el Servicio Departamental de Salud (Sedes) de La Paz; de inicio, este acuerdo les sirvió para la construcción del centro pero también les autoriza a recibir a pacientes de diversas regiones para recibir atención.

“Muchos de estos niños son de alto riesgo social, algunos incluso son abandonados y luego el Sedeges (Servicio Departamental de Gestión Social) busca a sus familias ampliadas o los deja el algún hogar cuando no se logra hallar a la familia ampliada”, dice Aranda.

Ambientes equipados y dietas personalizadas

 El Centro de Nutrición tiene ambientes especiales y adecuados para los menores, quienes se quedan en internación cuentan con sus cunas y espacios de esparcimiento. Quienes reciben atención externa también pueden acceder a áreas como el comedor y los espacios recreativo, entre otros. 

Cada uno de los menores de edad que asiste al centro requiere de una dieta especial según su edad y su grado de desnutrición, así que las comidas que reciben cubren sus necesidades según las recomendaciones de las y los especialistas.

Los alimentos se preparan en la cocina durante la mañana y se dejan listos y debidamente almacenados para que puedan ser servidos por la tarde y noche. En el siguiente video, Aranda explica más sobre la elaboración, almacenamiento y distribución de las comidas.

Seguimiento continuo a cada caso durante 2 años

La trabajadora social del Centro de Nutrición Albina R. de Patiño, Celia Virgina Kantuta, explica que no basta con atender a las y los niños para que se recuperen de la desnutrición, sino que después del alta hacen un seguimiento de dos años a cada uno de los casos. El objetivo es saber si las familias les siguen proporcionando los nutrientes necesarios para que los niños y niñas no vuelvan a recaer.

Los menores que viven cerca son llevados al centro para sus controles médicos. Pero los padres y madres de los que residen lejos (en otra ciudad o departamento) se comunican mediante WhatsApp y envían fotografías que demuestran que están asistiendo al centro de salud que les corresponde en sus respectivos territorios.

 

Para beneficiarse con estos servicios, solo se requiere presentar el carnet de vacunas de cada menor de edad y el documento que prueba su registro en el Sistema Único de Salud (SUS).

A diario se reparten entre 10 y 12 fichas de atención médica en horario de la mañana. Sin embargo, si hubiera más niñas y niños que requieren un diagnóstico se distribuyen más.

Capacitación para combatir la desnutrición

Los especialistas del centro de nutrición también capacitan a madres y padres de familia, tutores y apoderados para que durante y después del tratamiento de los menores de edad preparen alimentos nutritivos. Las capacitaciones se realizan en el auditorio del mismo centro, ahí se les enseña el valor nutricional de todos los alimentos y la manera de preparar los vegetales, la cañahua, quinua y otros para que sean agradables y apetecibles para los niños, niñas y adoescentes.

A la vez, realizan distintas campañas de concientización en plazas de varias zonas, en colegios e instituciones, explicando la importancia de una buena nutrición.

Si usted es dirigente vecinal, parte de la junta de padres de familia de alguna unidad educativa o miembro de alguna institución y desea recibir capacitaciones, contáctese con el centro de nutrición mediante su página de Facebook haciendo clic aquí o llamando al 22863175.

¿Cómo se sostiene?

Si bien el Centro de Nutrición Albina R. de Patiño tiene convenios con el Ministerio de Salud, el Servicio Departamental de Salud (Sedes) y otras instituciones, toda la atención del personal de enfermería, alimentación, psicología y otras especialidades es subvencionada por la Fundación Patiño, con sede en Cochabamba.

Actualmente, en el centro de nutrición de El Alto trabajan 34 personas entre profesionales de salud (pediatras, nutriólogos), psicólogos, trabajadoras sociales, enfermeras, personal de seguridad, limpieza y otros. 

Este reportaje fue elaborado en el marco del proyecto de apoyo a la investigación periodística, enmarcado en Periodismo de Soluciones (PdS), desarrollado por la Fundación para el Periodismo y Bolivia Verifica con el apoyo de la National Endowment for Democracy (NED).

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