La niebla es una fuente alternativa para cosechar agua en dos comunidades del oriente boliviano
El sistema de recolección es simple y efectivo. Consiste en estructuras armadas con mallas metálicas que atrapan la humedad de la niebla y la escurren en forma de gotas hacia tanques de acumulación.
No solo las lluvias permiten cosechar agua, la niebla también. Y un proyecto pionero en el país y en la región ha conseguido generar miles de litros de agua limpia en dos comunidades del oriente donde el líquido es escaso.
Consiste, básicamente, en instalar un sistema de mallas que atrapan la humedad de la niebla para escurrirla en forma de gotas hacia tanques de recolección.
El sistema es propicio para territorios que carecen de vertientes naturales de agua. El principal requisito es que cuente con un mínimo de dos horas de niebla por día.
Por ahora, la iniciativa beneficia a las poblaciones de Alto del Veladero, en Moro Moro, y Sivingalito, en Pampa Grande, ambas del departamento de Santa Cruz. Allí se obtienen cientos de litros de agua al día, tanto para riego como para consumo.
Alto Veladero está a una altitud de 2.129 metros sobre el nivel del mar. Y Sivingalito se encuentra entre los 900 y los 1.460 metros sobre el nivel del mar.
Este proyecto es impulsado por el Instituto de Capacitación del Oriente (ICO) en colaboración con las organizaciones no gubernamentales Zabalketa, Wasserstiftung y Munich Re Foundation.
¿Cómo inició la idea?
El director ejecutivo del ICO, Adalid Salazar, contó a Bolivia Verifica que en 2012, junto a Zabalketa, construyeron armazones de hierro en los que colocaron mallas comunes que compraron de los mercados. Estas estructuras fueron instaladas en lugares donde había niebla, con el propósito de promover la reforestación.
“Las mallas eran pequeñas de un metro cuadrado y de ellas se recolectaba el agua. Se juntaba un galón y eso caía a una planta, la idea era reforestar. Nos dio excelentes resultados, de todas las estructuras se juntaba bastante agua”, dijo Salazar.
Para 2014 se construyó una malla más grande, de manera artesanal, y se instaló en la comunidad de Alto del Veladero, con la finalidad de recolectar gua para consumo. El resultado también fue positivo, por ese motivo se decidió investigar más y ampliar el proyecto.
Cientos de personas tienen agua gracias al proyecto
El 27 de octubre de 2022 se inauguró una nueva instalación de mallas para captar agua de la niebla en la comunidad de Alto Veladero.
Días después, el 30 de noviembre del mismo año, se inauguraban las mallas recolectoras en la comunidad de Sivingalito.
En ambos casos, las estructuras son especiales y tridimensionales para la recolección de agua de la niebla, cuentan con tecnología alemana y se denominan “CloudFisher”. Los armazones y sistemas de recolección fueron importados del extranjero. Además de las ONGs antes mencionadas, también se tuvo el apoyo de los gobiernos municipales y de la comunidad para la instalación de las mallas.
En el caso de Alto del Veladero, se instalaron tres bloques de mallas de 94 metros cuadrados. La recolección de agua depende de la intensidad de la niebla. En esta región la niebla es mayor desde el invierno (junio) hasta diciembre, con un promedio de dos horas por día.
En estas condiciones se logra recolectar diez litros de agua por metro cuadrado al día. En total, cada bloque recolecta aproximadamente 940 litros de agua a diario.
Esta agua no solo abastece para el consumo humano, también se emplea en el riego de invernaderos que el ICO ayudó a colocar en escuelas. Asimismo, se usa en el riego de algunos huertos particulares de los comunarios. En esta comunidad se benefician aproximadamente 500 personas.
En Sivingalito, la comunidad es menor y solo se instaló un bloque de 94 metros cuadrados para recolectar agua para el consumo. Los beneficiados son aproximadamente 150, según los datos fueron proporcionados por el director del ICO.
“Hicimos análisis especiales con la Universidad Autónoma Gabriel Rene Moreno, también hemos utilizado laboratorios privados y encontramos que el agua es excelente. Es de mucho mayor calidad que cualquier agua que esté en las corrientes o que sea de vertientes. Al principio, las mallas pueden tener algunas impurezas, hay que limpiarlas, pero después se garantiza la calidad del agua para el consumo humano”, dijo Salazar.
¿Cómo se financian estos proyectos?
Salazar mencionó que el ICO lleva trabajando 42 años en los valles cruceños y que desarrollan sus actividades con recursos otorgados por la cooperación internacional. “En este caso el financiamiento fue de Wasserstiftung y Munich Re Foundation, que es el Fondo del Agua de Alemania. Hemos conseguido un financiamiento a través de nuestra socia del país Vasco Zabalketa, es un fondo solidario”, explicó.
Asimismo, el director del ICO dijo que no trabajan con fondos del Gobierno nacional y que el Municipio de Comarapa (Santa Cruz) hace gestiones con el Ministerio de Medio Ambiente y Agua para compartir el conocimiento e instalar los recolectores de agua en la comunidad de Siberia donde existe un promedio de ocho horas de niebla al día.
“Ahí perfectamente se puede captar muchísima agua para el riego. A ver si logran conseguir (apoyo), porque a veces desde el Gobierno no se busca alternativas o cuando se presenta este tipo de innovaciones, a veces no se le da la atención que merece”, expresó Salazar.
Una alternativa que puede replicarse
Desde el ICO señalan que el proyecto puede replicarse en cualquier comunidad que se encuentre en lugares elevados, que carezca de vertientes y que cuente con un mínimo de dos horas de niebla por día “No importa si es más bajo, en el altiplano perfectamente podría funcionar. Donde haya presencia de niebla, el agua se capta. Algunas nieblas son menos densas que otras, pero todas traen agua”, indicó Salazar.
Asimismo, dijo que se están haciendo estudios en otras comunidades de Santa Cruz, que tienen deficiencia de agua, para poder instalar las mallas recolectoras.
Por su parte, la ingeniera agrónoma Mónica Cruz, especialista en siembra y cultivos en zonas montañosas, dijo a Bolivia Verifica que mientras más elevada esté la zona carece de vertientes y de acceso al agua. La idea de captar agua de la niebla le parece positiva, pero brindó algunas recomendaciones importantes.
“La niebla son nubes que están a la altura del suelo y cosecharla a través del uso de mallas es una muy buena idea, sobre todo en esta época de escasez. Pero, en algunas regiones la niebla puede estar contaminada, sobre todo en lugares donde hay chaqueos constantes o suelos volcánicos. Es importante que en estos casos se pueda hacer un tratamiento del agua para el consumo humano”.
Santa Cruz y Bolivia, pioneras en la región en usar esta técnica
Hasta la fecha, las mallas para cosechar agua de niebla solo se instalaron en dos comunidades de Santa Cruz, no existen en otros departamentos. Salazar indica que Bolivia es el único país de Sudamérica que cuenta con esta tecnología, pero que ya se está replicando en Perú.
“Esta idea se implementó en Tanzania, África y nosotros probamos aquí esta tecnología para ver si funcionaba o no, y se adapta muy bien. En el Perú se están construyendo infraestructuras de madera, ahí se está adaptando la malla y funciona correctamente”, contó Salazar.
Algunas restricciones
El ICO señala que instalar los armazones y las mallas en lugares rocosos es complicado y demanda bastante trabajo. A la vez indica que las mallas deben estar instaladas de manera correcta, previa capacitación y se debe hacer un mantenimiento cada seis meses para que funcionen de manera correcta.
La concientización también se realiza mediante talleres y seminarios donde se concientiza a los comunarios en general a hacer un uso racional del agua. Sin embargo, cuando las personas necesitan agua y colaboran en conjunto, este tipo de proyectos se pueden implementar sin dificultades.
Por último, Salazar mencionó que los presupuestos gubernamentales para el medio ambiente y zonas de desastres son insignificantes. “Estamos en un momento donde se tiene que dar mayor presupuesto para preservar los recursos naturales porque de ello depende nuestra vida y los ciudadanos estamos en la obligación de usar el agua de manera eficiente”.
Este reportaje fue elaborado en el marco del proyecto de apoyo a la investigación periodística, enmarcado en Periodismo de Soluciones (PdS), desarrollado por la Fundación para el Periodismo y Bolivia Verifica con el apoyo de la National Endowment for Democracy (NED).