Gary Rodríguez: “Si las exportaciones caen o se frenan debido el arancel impuesto por EEUU habrá menos dólares y menos empleo”
Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, explica el impacto que generará la determinación del gobierno de Trump de aplicar un arancel del 10% a los productos que ingresen a ese territorio. Bolivia exporta a ese país 263 productos por un valor $us 271 millones.
Por Patricia Cusicanqui Hanssen
El presidente de los Estados Unidos ha fijado un arancel del 10% a los productos que ingresen a su territorio. En palabras sencillas, ¿qué significa fijar un arancel?
La Administración Trump fijó un arancel adicional a la importación de productos, desde un mínimo del 10% ad valorem, de forma generalizada, existiendo niveles como un 20% para los bienes de la Unión Europea, del 34% para China y otros aranceles más altos para ciertos países. Un arancel es un impuesto que se cobra a las mercancías extranjeras que entran a un mercado; los Estados lo aplican para recaudar ingresos, para proteger a su producción nacional de la competencia externa o una combinación de ambos.
¿Un Estado tiene derecho a hacerlo de forma unilateral? O ¿qué consideraciones se podrían tomar con sus socios comerciales?
Un Estado es soberano para establecer los niveles arancelarios para el universo de productos, sin embargo, el sistema multilateral del comercio establece ciertos principios para ello, por ejemplo, si un país es miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) no puede rebasar el nivel arancelario máximo consolidado (anotado al momento de ingresar para ser parte del mismo), salvo a través de una salvaguardia temporal; otro principio es la no discriminación entre países, nuevamente, salvo que haya una medida de excepción (por ejemplo, la negociación de un acuerdo de libre comercio, en tal caso, los aranceles que se aplican tienden a ser menores); de ahí que, la unilateralidad en la aplicación de aranceles tiene una fuerte restricción a la hora de elevarlos.
En el caso de Bolivia, ¿qué tipo de productos y en qué volúmenes se verían afectados y cómo impactaría en los productores?
Según datos del INE, procesados por el IBCE, Bolivia exportó a los Estados Unidos el pasado año un total de 263 productos por 271 millones de dólares, ese sería el número de bienes y el valor que sufrirían la afectación del arancel adicional del 10% previsto por la reciente medida adoptada por la Aadministración Trump. Los 10 principales productos exportados al mercado estadounidense fueron: estaño, por 76 millones de dólares; castaña (39 millones); quinua (32); óxidos de antimonio (27); wolframio (21); azúcar (8), joyería (7); café (5); manufacturas de cuero (5) y asientos de madera (5 millones de dólares).
Producción boliviana que se exporta al mercado estadounidense y su valor en millones de dólares. Fuente y elaboración: IBCE.
¿Se corre el riesgo de perder competitividad y mercados?
De una manera general, el concepto de “competitividad” se puede resumir en tres aspectos: 1) producto de calidad; 2) precio económico; 3) presencia oportuna en el mercado. La aplicación de un arancel adicional del 10% puede impactar sobre el precio, definitivamente, y hacer perder competitividad a la producción nacional, especialmente cuando nuestras empresas tienen que competir con grandes compañías que producen a escala y tienen menores costos de logística y transporte para llegar al mercado estadounidense, a diferencia de los productores y exportadores bolivianos, que cargan con problemas estructurales y sobrecostos por ser Bolivia un país geográficamente enclaustrado.
¿Cómo se traduciría esto en la balanza comercial?
Lamentablemente, el mercado estadounidense, luego de comprar productos nacionales por poco más de 2.000 millones de dólares en 2014, ha ido decayendo en importancia, hasta llegar el pasado año a 271 millones de dólares ya comentados, de ahí que Estados Unidos es el decimotercer mercado destinatario en importancia. Se entiende que si se pierde ese mercado por la subida de aranceles y no se puede exportar esa producción a mercados alternativos —siendo que no es fácil cambiar un destino de un momento a otro, ya que la apertura de un mercado exige mucho tiempo, esfuerzo y dinero, hasta ganar la confianza del comprador—, el impacto sobre la balanza comercial tendrá que ver directamente con la magnitud de la caída de las exportaciones que, con seguridad no serán los 271 millones de dólares, sin embargo, no solo debe preocupar el monto, sino, la cantidad de empresas bolivianas y los empleos que podrían resultar afectados.
¿Puede esto tener también un efecto en el mercado interno?, ¿de qué manera?
Si las exportaciones bajan o no se pueden realizar, habrá una menor cantidad de dólares y menos empleo en el país, por lo que, dependiendo del nivel de caída de la exportación, la oferta del dólar podría bajar y su cotización subiría más; de otra parte, menos empleo implican menos ingresos, por tanto, un menor consumo en el mercado interno.
La presidenta de la Aduana declaró que para Bolivia esto «no va a significar un impacto muy grande» porque del 100% de las exportaciones, solo el 2 a 3% se envían a Estados Unidos…
Las exportaciones a los Estados Unidos en la gestión 2024, por un total de 271 millones de dólares, fueron hechas por varios cientos de empresas, las mismas que tienen empleados y estos, familias, de ahí que, el significado del 3% de la exportación a Estados Unidos ponderado sobre el valor total, es engañoso: la exportación es el sueldo del país (divisas) y el sueldo de mucha gente que trabaja en el sector exportador y en el sector productivo, por tanto, el impacto social es lo que se debe valorar. Recordemos, cuánta gente del sector textil se quedó sin empleo e ingresos, cuando se perdieron las preferencias arancelarias del ATPDEA con Estados Unidos en 2008, eso es algo que duele. El rostro social de las exportaciones son los empleos, el valor agregado que proviene de la mano de obra.
¿Qué acciones deberían tomar empresarios y Gobierno boliviano?
El Gobierno debería extremar esfuerzos para reanudar las relaciones diplomáticas que se cortaron con Estados Unidos en 2008, por causa de la expulsión del embajador Philip Goldberg, con miras a negociar un mejor tratamiento arancelario, como van a hacer otros países frente a esta situación. De otra parte, debería trabajar sinérgicamente con el sector privado, garantizando la seguridad jurídica para invertir, producir y exportar; abrir otros mercados; negociar acuerdos comerciales con países serios; y, mejorar la productividad y competitividad sistémica del país, para conquistar nuevas plazas comerciales.
NdE.: El recuadro que aparece líneas arriba muestra los productos y el valor (en millones de dólares) exportados a Estados Unidos y el que aparece a continuación muestra los productos y el valor importados. En tanto que el último gráfico de la página muestra la balanza comercial entre Bolivia y Estados Unidos en el periodo 2014 – 2024 y avance a enero del 2025.
Fuente y elaboración: IBCE.
Fuente y elaboración: IBCE.