Cuarto panel: Estrategias didácticas para sumar a las audiencias en la lucha contra la desinformación
A través de la Alfabetización Mediática Informacional, la ciudadanía, en especial los jóvenes y las poblaciones vulnerables, aprenden a reconocer las falsedades que circulan en las plataformas digitales y comprenden los peligros de la desinformación.
Arriba, la moderadora Adriana Amado; al medio, Patricia Noboa y abajo, Mario Tascón.
La cuarta y última conferencia del primer día de la Cumbre Global sobre Desinformación, denominada Alfabetizar a las audiencias en tiempos de Tik-Tok, ahondó en las estrategias para sumar a la ciudadanía en la batalla contra la desinformación. Los ponentes compartieron los proyectos que desarrollaron, sobre todo pensando en las audiencias jóvenes, mediante programas de Alfabetización Mediática Informacional (AMI).
Patricia Noboa, directora de programa México, Guatemala y El Salvador de Deutsche Welle Akademie (DW Akademie) y Mario Tascón, maestro de la Fundación Gabo, coincidieron en la importancia de emplear una metodología basada en dinámicas didácticas y lúdicas, que dialoguen con la realidad de los públicos y con contenidos que desarrollen el pensamiento crítico de las audiencias.
Noboa expuso que dentro del contexto de la desinformación no hay una verdad ni una mentira absoluta, sino una “lucha de narrativas”. Por esa razón, dijo, es importante fomenta la AMI con el propósito de que las audiencias y los medios de comunicación puedan fortalecer el periodismo de calidad para el bien público.
Desde la DW Academy se implementó la AMI a través metodologías lúdicas, por ejemplo, con situaciones simuladas. Noboa detalló una iniciativa consistente en un laboratorio tecnológico que aparenta ser un carro heladero, al cual son invitados los jóvenes para descifrar un enigma.
“Los participantes se enfrentan con imágenes manipuladas, cadenas de WhatsApp, perfiles falsos. Al final, se dan cuenta de que es una escenificación y queda en evidencia el por qué este vehículo tiene dos caras: porque en internet no todo es lo que parece”, dijo Noboa.
En esa línea, también presentó un juego diseñado desde y con los habitantes de poblaciones indígenas, con la finalidad de fomentar su participación en la toma de decisiones sobre diversos ámbitos, como la política, la información verificada que consumen y otros.
Estas experiencias permiten que la juventud conozca, a través de actividades dinámicas, los problemas que genera la desinformación, pero a la vez desarrolla su capacidad para reconocerla en la vida real.
Mario Tascón, también socio director de Prodigioso Volcán, una consultora en estrategias de comunicación, coincidió en que la mejor forma de llegar a los jóvenes es la didáctica.
En ese sentido, uno de los proyectos que ejecutaron consistió en una recopilación semántica de todas las palabras del idioma español y otras locuciones propias de diversas regiones de habla hispana que tengan relación con el concepto de desinformación, para hacer entender a las audiencias que todas apuntan a mismo significado: el de “falso o falsedad”.
También presentó una serie de videos elaborados para que los consumidores de contenidos entiendan el significado y daño que causan las fake news a nivel mundial y que se tenga claro que este problema no es reciente, sino que data de hace muchos años atrás.
Resaltó que para contrarrestar la desinformación desde la AMI, hay que conocer cómo impacta esta en las emociones de la gente, cómo se manipula el cerebro de las personas y cómo se introducen los bulos según a los sesgos.
Acerca de la Cumbre
La III Cumbre Global sobre Desinformación es un evento en desarrollo que empezó este 27 de septiembre y se extiende hasta mañana, 28. Más de 1.750 participantes de 50 país se han inscrito al encuentro que cuenta con cerca de 30 expositores en 10 conferencias temáticas.
Para seguir el evento a través de YouTube, entre aquí.
La finalidad es analizar las tendencias y estrategias de la desinformación, pero también compartir las mejores prácticas y herramientas para combatirla y para difundir los contenidos verificados.
La Cumbre está organizada por la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP), el Proyecto Desconfío de Argentina y la Fundación Para el Periodismo (FPP) de Bolivia.