Estos animales no representan un peligro para las personas, como asegura un post
Existen diferentes especies de alacranes y serpientes, pero no todos son letales para los humanos. La bióloga Adriana Ávila indica que este tipo de especies cumplen un rol dentro de la naturaleza y la matanza masiva de las mismas conlleva otros riesgos para la propia salud de los humanos
Por medio del grupo Los Amigos de la Ciudad de Tarija en Facebook es difundido un post en el que se adjunta una foto de un alacrán y otras dos imágenes de víboras, donde se hace referencia que estos animales representan un “peligro” para las personas; sin embargo, este dato es falso.
La descripción del post dice lo siguiente:
“Mientras en la ciudad le tienen miedo a la viuda negra, en Monte Sud tenemos estos animalitos en el jardín” (sic).
Entre los comentarios se indica que estas especies son “venenosas y peligrosas”:
Captura de pantalla de algunos comentarios.
Al hacer una indagación sobre este tipo de animales, identificamos que no todos son venenos. El sitio oficial del municipio de El Trébol en la provincia Santa Fe de Argentina explica en una nota sobre “cuidados y recomendaciones ante la aparición de alacranes”.
Existen dos clases, ambos son venenosas, aunque una de ellas en menor intensidad.
“Los más peligrosos son los llamados Tityus trivittatus, y poseen en su cola un aguijón con una púa doble, sus pinzas son delgadas y alargadas y su dorso está formado por tres rayas más oscuras. Por el contrario, el Bothriurus bonaeriensis, tiene en su cola un aguijón con una sola púa, sus pinzas son más gruesas, curvas y cortas”.
Captura de pantalla de la comparación realizada desde el municipio de El Trébol-Argentina.
En el caso de Tarija, actualmente habitan serpientes como las llamadas cascabel, mullutuma, yarará, fina, entre otros, según se explica en la Biblioteca Virtual de Salud (BVS) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Por ejemplo, la cascabel se encuentran cerca de cerros, en lugares secos, donde hay piedras, pastizales y chacras. La coral está cerca de lugares donde hay agua, ya sea ríos, lagos o quebradas. En Tarija se la puede encontrar en la parte alta del río Guadalquivir por la provincia Méndez, o en San Jacinto.
El alacrán venenoso en este departamento se encuentra particularmente en la región del Chaco, como también en los cerros, en San Pedro de Sola, en San Lorenzo, Tomatas, pero no se tiene algún registro hasta ahora en la ciudad de Tarija.
¿Estos animales son peligrosos?
Desde este medio de verificación se contactó a la bióloga tarijeña Adriana Ávila Ruiz para que nos explique mejor sobre el hábitat de estos animales en esa región, la función biológica que cumplen y la peligrosidad de los mismos.
Adriana Ávila confirmó que absolutamente los alacranes o escorpiones son venenosos, pero no todos llegan a ser tóxicos para las personas.
También explicó en referencia al alacrán de la fotografía, que no es tóxico, pero sí venenoso, por lo que si llegara a picar, ocasionaría un dolor bastante agudo, aunque no pasaría a mayores, como en el caso de otra especie que sí lo es.
Las víboras de las fotografías no son venenosas tampoco, son de la familia Colibridaem, conocida coloquialmente como serpiente ratonera, afirmó la experta.
Sin embargo, indicó que las personas de las comunidades no tienen la capacidad de reconocer si las especies son o no venenosas, porque para los expertos a simple vista también resulta difícil reconocerlas rápido.
En la misma línea, Ávila dijo que en la zona indicada en el post que es Monte Sud, no ha habido ningún caso de una persona que haya muerto por la picadura de estas especies.
Monte Sud es una comunidad de la provincia Cercado, la cual se encuentra en las afueras de la ciudad de Tarija.
La bióloga indicó que estos animales solo pican si se los está manipulando o si se los pisa, pues su método de defensa es la picadura.
¿Cómo podemos identificar si estos animales son venenosos?
Según la experta, en los escorpiones, una de las características claras es el color: el veneno de los más claros, casi trasparentes, es bastante tóxico y el tamaño de las pinzas: mientras sean más delgadas y pequeñas, el veneno es más tóxico.
Otra característica es el aguijón en la parte de la cola: se puede decir que tienen un doble aguijón, uno largo y otro más pequeño.
En Tarija hay dos tipos de víboras que son peligrosas, la cascabel y la coral. En el caso de las víboras, para detectar las venenosas, se puede tomar en cuenta la finalización de la cola: que termina abruptamente, que no sea en punta, sino más redondeada.
“Igual las escamas de las venenosas pareciera como si estuvieran en relieve, son más sobresalientes, al menos en la parte de la cabeza”.
Adriana Ávila dijo que en caso de ser mordido por una víbora que no es venenosa, el único riesgo es de tener una infección a causa de la herida.
Para las personas es más fácil matar a estas especies para evitar mordeduras, tomando en cuenta que existe desinformación y se cree que pueden llegar a ser letales.
La bióloga indica que este tipo de animales cumplen un rol en la naturaleza y su matanza masiva puede provocar efectos directos en la salud de los humanos.
“Algunas especies son controladoras de plagas, en este caso, esta familia de culebras son ratoneras, es decir que se alimentan de ratas y también de algún otro insecto”.
Las ratas por ejemplo, son transmisoras de múltiples enfermedades a los humanos, algunas como el hantavirus que pueden llegar a ser letales. “Si por miedo nos ponemos a matar a todas las víboras, las ratas tendrían un depredador menos, entonces pueden reproducirse en mayor cantidad”, indica.
En el caso de los escorpiones, estos se alimentan de animales como las cucarachas y vinchucas, que también son transmisoras de una serie de enfermedades para los humanos, como el caso del mal de Chagas.
“Cuando cortamos uno de estos depredadores o a un animal que sirve de alimento o disminuimos su población, ahí estamos generando un desequilibrio que genera la proliferación de enfermedades”.
Muerte de un niño por picadura de alacrán
El fallecimiento de un niño en Santa Cruz por la picadura de un alacrán el pasado 27 de febrero, llamó la atención en todo el país por la falta de antídotos en los hospitales para atender este tipo de emergencias.
Esta situación generó una serie de reacciones en contra de animales de este tipo en todo el país, especialmente en zonas donde suelen encontrarse, tanto en el oriente como en los valles. También empezó a difundirse desinformación sobre la peligrosidad de diferentes especies.
*Este es un trabajo en alianza entre la Fundación Para el Periodismo y Bolivia Verifica con el respaldo de Meedan para desarrollar un proyecto que busca contrarrestar la desinformación sobre cambio climático, cuyo principal fin es de crear una mayor conciencia ambiental.