Esta imagen no es evidencia de que los “chemtrails” existen
La fotografía fue tomada en mayo de 2014 en la visita de la entonces canciller alemana Angela Merkel a un nuevo modelo de Airbus, el A350. La desinformación busca instalar la idea de un presunto plan para cambiar las temperaturas en el mundo usando químicos.
En grupos de WhatsApp se comparte una imagen de la excanciller de Alemania Angela Merkel junto a una comitiva al interior de un avión donde se encuentran varios tanques. El texto que acompaña la fotografía dice que esta es una prueba de que los “chemtrails” que «modifican» el clima existen; sin embargo, este contenido es falso.
El texto completo con el que se comparte la publicación es el siguiente:
“Para todos los locos entre nosotros que todavía dicen/afirman que los chemtrails no existen. Angela Merkel en persona en inspección por ‘fumigación’.
Y hay mucho más que no nos cuentan.
No puede ser más claro, revisa también los logos de los pilotos.😥😥”
El primer dato que hizo sospechar de la falsedad de este contenido es que Angela Merkel ya no es canciller federal de Alemania. En diciembre de 2021 dejó el cargo y en su lugar asumió Olaf Scholz.
Asimismo, serealizó la búsqueda inversa de la imagen para encontrar su origen, identificando que fue publicada el 20 de mayo de 2014 en la página oficial del Gobierno alemán:
Como se observa, los créditos de la fotografía son del Gobierno Federal y lo que muestra es un acontecimiento de 2014. En la ocasión, la canciller alemana hizo una inspección a una de las aeronaves que el Gobierno Federal pensaba adquirir. Este avión de la marca Airbus es utilizado en la actualidad para el traslado del canciller, como de otras autoridades de ese país.
¿Qué son estos contenedores?
Según un artículo publicado el 20 de mayo de 2014 en la web especializada Aero.de, son tanques de lastre que se usan durante vuelos de prueba del prototipo Airbus A350.
La catedrática de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (Etsiae) de la Universidad Politécnica de Madrid Isabel Pérez Grande amplió esta explicación e indicó que los bidones son usados «durante su fase de pruebas y certificación», en particular para el equilibrado del peso.
Se realizan ensayos con distintas posiciones del centro de gravedad del avión. Para variarlo, estos bidones suelen ir conectados con tuberías que permiten desplazar el líquido que contienen. Por ello, suele ser agua con algún aditivo anticorrosión, según explicó la especialista a la verificadora española Maldita.es.
Es decir, no son químicos para ser lanzados desde el aire, ni existe un plan vinculado a ello con la intención de modificar el clima.
Esta imagen circuló también en 2021 para generar la misma desinformación, pero en Colombia.
Sobre los «chemtrails»
La revista científica National Geographic explica que los denominados «chemtrails» no existen, simplemente son estelas de condensación producidas por la interacción de los gases que expulsan los aviones con los de la atmósfera.
Las estelas de condensación son nubes en forma de línea, compuestas de partículas de hielo, que son visibles detrás de los motores de los aviones a reacción, y que se forman generalmente en altitudes de crucero en la atmósfera superior.
«El escape del motor a reacción de los aviones proporciona solo una pequeña porción del agua que forma hielo en el caso de las estelas persistentes, que están compuestas principalmente por el agua presente de forma natural en la atmósfera a lo largo de la trayectoria de vuelo del avión», se lee en el sitio.
La palabra chemtrail proviene de la abreviación de las voces anglosajonas chemical y trail, las cuales se traducen literalmente al español como estela química.
Con la citada desinformación se intenta convencer a la población sobre una supuesta estrategia de dominación de los gobiernos por medio del cambio forzado de las temperaturas, negando que el cambio climático sea una realidad.
*Este es un trabajo en alianza entre la Fundación Para el Periodismo y Bolivia Verifica con el respaldo de Meedan para desarrollar un proyecto que busca contrarrestar la desinformación sobre cambio climático, cuyo principal fin es de crear una mayor conciencia ambiental.