En el Gobierno de Morales, Bolivia ocupó el mismo lugar que tiene hoy entre los países con mayor índice de corrupción

Evo Morales cuestionó que el país figure en el tercer lugar en el ranking de corrupción elaborado por Transparencia Internacional, pero en 2018 la medición lo situó en el mismo puesto.

Citando una publicación de El Deber sobre el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) elaborado por Transparencia Internacional (TI), el expresidente Evo Morales Ayma lamentó que Bolivia se encuentre “otra vez en el podio de la corrupción” al estar ubicada en el tercer puesto entre las naciones de América del Sur con menor transparencia en la gestión pública para 2023.

Según el exmandatario, este problema se repite “como en tiempos neoliberales”. Sin embargo, omite que en 2018, mientras él gobernaba, el país también recibió la misma calificación. Por tanto, su discurso se considera engañoso.

“Es una vergüenza y una tragedia para el país. Como en tiempos neoliberales otra vez nuestra querida Bolivia en el podio de la corrupción, otra vez entre los países más corruptos”, escribió Morales en su cuenta de X el 30 de enero, un post que generó 349 me gusta, fue comentado por 560 usuarios, compartido en 170 oportunidades y guardado en otras ocho.

El informe de TI establece, además, que “la falta de independencia del Poder Judicial favorece la impunidad de los poderosos y corruptos”. En el marco de la polémica por la prórroga de los magistrados del órgano judicial, el líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) añadió lo siguiente en su mensaje:

“Esta es una de las principales razones por las que el Gobierno promueve la prórroga inconstitucional de los magistrados. Para encubrir la corrupción y proteger al narcotráfico necesitan de una justicia sometida y servil”.

El diario El Deber, en su publicación del 30 de enero, informó que Bolivia obtuvo una calificación de 29 puntos en el IPC de 2023. En América del Sur, este indicador de corrupción solo fue superado por Paraguay, que tiene 28 puntos, y por Venezuela, con 13. Según Transparencia Internacional, a menor puntaje, mayor permisividad a la corrupción.

Morales tomó estos datos para su publicación sin mencionar que cinco años antes el país se hallaba en similar situación, tal como muestra el siguiente cuadro comparativo.

Además, la siguiente gráfica elaborada por TI muestra el comportamiento de Bolivia entre 2012 y 2023, evidenciando que los años con menor transparencia en la gestión pública fueron, precisamente, 2018 y 2023.

Interpretación de los datos

La organización internacional a cargo de la medición de este índice explica que para la lectura de sus datos se debe seguir la siguiente interpretación: a mayor puntaje, mayor transparencia; y a menor puntaje, más corrupción.

Así, por ejemplo, Dinamarca tiene 90 puntos y es el país más transparente del mundo en la gestión de la cosa pública. En cambio, Somalia tiene solo 11 puntos, ubicándose como el país menos transparente, por ende, el más permisivo con la corrupción.

TI explica que los países que ocupan un lugar alto en el Índice de Percepción de la Corrupción tienen un problema de impunidad. En muchos casos, se trata de corrupción transfronteriza e involucra a empresas de países con las mejores calificaciones que recurren al soborno cuando hacen negocios en el extranjero.

«La corrupción seguirá prosperando hasta que los sistemas de justicia puedan castigar las malas prácticas y mantener a los gobiernos bajo control. Cuando se compra la justicia o se interfiere políticamente con ella, es la gente la que sufre. Los líderes deben invertir plenamente y garantizar la independencia de las instituciones que respetan la ley y luchan contra la corrupción. Es hora de poner fin a la impunidad de la corrupción», dijo el presidente de Transparencia Internacional François Valéria, según el sitio de TI.  

Qué y cómo se mide el IPC

De acuerdo con TI, la puntuación de cada país es una combinación de al menos tres fuentes de datos extraídas de 13 encuestas y evaluaciones de corrupción diferentes. Estas fuentes de datos son recopiladas por una variedad de instituciones acreditadas, incluidos el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial.

“Las puntuaciones del IPC no reflejan las opiniones de Transparencia Internacional ni de nuestro personal”, se lee en su sitio web.

Las fuentes de datos utilizadas para compilar el IPC cubren específicamente las siguientes manifestaciones de corrupción en el sector público:

  • Soborno
  • Desvío de fondos públicos.
  • Funcionarios que utilizan su cargo público para beneficio privado sin afrontar consecuencias.
  • Capacidad de los gobiernos para contener la corrupción en el sector público.
  • Excesiva burocracia en el sector público que puede aumentar las oportunidades de corrupción.
  • Nombramientos nepotistas en la función pública.
  • Leyes que garantizan que los funcionarios públicos deben revelar sus finanzas y posibles conflictos de intereses.
  • Protección jurídica para personas que denuncian casos de soborno y corrupción
  • Captura del Estado por estrechos intereses creados.
  • Acceso a información sobre asuntos públicos/actividades gubernamentales.

Tensiones políticas en Bolivia

La publicación de Evo Morales coincidió con uno de los momentos de mayor tensión dentro del gobiernista Movimiento Al Socialismo, aquejado por una disputa interna entre los llamados “evistas” y “arcistas” dada la proximidad de los comicios generales de 2025.

A esto se sumó la crisis del poder judicial, cuyos miembros tomaron la decisión de prorrogarse en sus cargos en vista de que el Legislativo no logró consenso para seleccionar a los candidatos para las elecciones judiciales que debían realizarse en 2023. En el MAS, las partes en tensión se acusan de usar políticamente al órgano judicial para mantenerse en el poder.

Para esta verificación se intentó tomar contacto con el expresidente Evo Morales a través de su equipo de comunicación a fin de obtener su versión, pero hasta el cierre de edición de esta nota no hubo respuesta.

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