El cambio climático y el fenómeno de El Niño no son lo mismo
Expertos consultados por Bolivia Verifica indican que el cambio climático enciende una alerta roja y si no se hace nada, estamos encaminados hacia un «desastre».
Bolivia está siendo afectada por los efectos del cambio climático y el fenómeno de El Niño que ocasionan la falta de agua para el consumo humano y la producción; si bien están relacionados, no son iguales, en este espacio te contamos qué diferencias y similitudes existen entre ambos.
El cambio climático
El planeta tiene una temperatura promedio, pero la emisión de gases de efecto invernadero, mayormente por la actividad humana y la quema de combustibles fósiles como el gas, el carbón y el petróleo provoca cambios.
En el sitio web de las Naciones Unidas se menciona que los gases descritos actúan como una manta que envuelve al planeta y atrapa el calor del sol provocando que se caliente cada vez más.
La mágister en Ciencias Biológicas Adita Montaño Rioja, quien es coordinadora del Programa Departamental de Cambio Climático de la Gobernación de Santa Cruz advierte que si no se hace nada al respecto las consecuencias serán «catastróficas».
“La generación de gases de efecto invernadero por las acciones del ser humano provoca que la temperatura esté subiendo a un ritmo más rápido y superacelerado. En Bolivia, diferentes estudios nos dicen que los últimos 25 años la temperatura subió entre 0.08 y 0.34 grados centígrados en diferentes regiones», explica la funcionaria ambiental.
Montaño Rioja agrega que si se mantiene a ese ritmo, habrá un aumento entre 1 y 2 grados centígrados hasta el año 2030.
Las consecuencias en Bolivia y el mundo
Montaño señala que estamos viviendo las consecuencias del cambio climático de las siguientes maneras:
- El estrés hídrico que se da cuando la demanda de agua es más alta que la cantidad que se tiene disponible o cuando el líquido tiene baja calidad y su uso es restringido.
- Sequías y menos humedad.
- Incendios forestales agravados.
- Tormentas catastróficas.
- Extinción de especies animales y vegetales.
“Llegamos a comunidades y están vacías porque sus cultivos ya no están dando».
Explica que los comunarios tienen que salir a los centros más poblados a buscar trabajo, situación que recibe el nombre de «migraciones ambientales».
Este es un problema, según la especialista ambiental, que afecta a los bolsillos. «Se deja de poner recursos para la salud y la educación, hay que destinar eso para el tema de desastres ambientales”, comenta.
A nivel internacional la situación es alarmante, las Naciones Unidas advierten que el cambio climático ocasiona olas de calor, tormentas más potentes que pueden destruir comunidades enteras, aumento de sequías que afectan cultivos, incremento de los desiertos y más espacios de tierra infértil.
El aumento del nivel del océano, el calentamiento y la acidificación del agua por las emisiones de dióxido de carbono ponen en peligro a las especies marinas. También se registra la desaparición de espacios por la depredación de su hábitat, escasez de alimentos, riesgos para la salud, pobreza y desplazamiento.
El fenómeno de El Niño
A diferencia del cambio climático, el fenómeno de El Niño no es ocasionado por la actividad humana. “El Niño es un patrón climático natural que ocurre cada dos o siete años, tiene una intensidad variable y afecta a miles de personas en todo el mundo. Los científicos continúan buscando una respuesta para saber por qué ocurre”, explica la especialista ambiental.
El abogado especializado en medioambiente y director de la Red Ambiental de Información (RAI) Eduardo Franco Berton explicó que si bien El Niño es un fenómeno natural cíclico, la mano del hombre puede exacerbarlo, «haciendo que su impacto sea más fuerte».
Es decir, que los efectos del cambio climático más el fenómeno de El Niño pueden generar mayores impactos.
Consecuencias a nivel global
El Niño ocasiona la desaceleración de los vientos por semanas, provocando olas de calor y sequías. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) señala que El Niño incrementa las probabilidades de que se “batan récords de temperatura y de que se desencadene un calor más extremo en muchas partes del mundo y en el océano”.
La OMM también indica que El Niño es un fenómeno natural que puede durar entre nueve a doce meses y que tiene efectos adversos en la salud, los ecosistemas y la economía. Según la institución, El Niño comenzó en los primeros meses de 2023 y se prevé que se extienda durante el segundo semestre de la gestión con intensidad moderada.
La doctora en meteorología y responsable del Programa Nacional de Ciencia y Tecnología Ambiental del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec) del Perú, Elizabeth Silvestre, le dijo al medio ConexiónCOP que el fenómeno de El Niño no es consecuencia del cambio climático.
Sin embargo, la experta señala que el cambio climático incrementa la temperatura a nivel global y como consecuencia, se calienta la superficie del mar. Debido a ese suceso, el fenómeno de El Niño podría producirse con mayor frecuencia.
El profesor de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Wisconsin-Estados Unidos, Ángel Adames Corraliza, también explicó a BBC Mundo que El Niño es un fenómeno natural y que no es consecuencia del cambio climático. A la vez, advirtió que para finales de 2023 se vienen olas de calor extremo.
“La segunda mitad de este año -y más probablemente el que viene- será un periodo extremadamente caluroso y con muchas olas de calor porque estamos hablando de un calentamiento por El Niño, además del causado por el ser humano. Posiblemente el 2024 o el final de este 2023 será uno de los más cálidos que hemos experimentado desde que se tiene registro”.
El fenómeno de El Niño y el cambio climático en Bolivia
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) informó a Bolivia Verifica que es probable que el fenómeno de El Niño se extienda hasta febrero de 2024, y que ocasione sequías e inundaciones en distintos puntos del país.
“Ya hay altas temperaturas y si además se nos viene El Niño esto se puede agravar, por la intensidad que tiene el fenómeno, incluso se le puso el nombre de El Súper Niño», acota Montaño.
Para la especialista ambiental esta situación es «preocupante», por eso deben tomarse acciones inmediatas.
¿Qué se puede hacer?
La experta ambiental menciona que la elaboración de una ley no frena el cambio climático e indica que se debe realizar la concientización, información y socialización de este tema en ámbitos públicos y privados.
“Estamos en una alerta roja y algo debemos hacer, si no hacemos nada estamos yéndonos al desastre».
Indica que la falta de agua para el consumo humano en las comunidades o la pérdida de especies animales son situaciones «catastróficas». «Se debe hacer una política nacional seria, tener el cuidado de nuestros montes que son las fábricas de agua, el cuidado de nuestras cuencas y los lugares de recarga hídrica”.
Para Montaño, el cuidado del medioambiente tiene que ser un trabajo en equipo, no solo por la parte pública, sino también por la privada. “Nos vamos a quedar sin agua y sin agua no hay producción, no hay vida, entonces, desde el privado, desde el público, desde la parte académica, desde el colegio, escuelas y desde la casa se debe concientizar y educar”.
El fenómeno de La Niña
El Senamhi y el Programa Departamental de Cambio Climático de la Gobernación de Santa Cruz indican que el fenómeno de La Niña viene con lluvias torrenciales, inundaciones, clima más húmedo y frío; por el contrario, El Niño presenta un aumento de temperaturas y sequías. Esta situación puede variar en diferentes partes del planeta, aunque existen diferencias, ambos fenómenos pueden ocasionar catástrofes.