Echar agua a la calle o al patio de tu casa no hará que llueva
Es verdad que el agua sobre el suelo puede evaporarse, aunque, para generar nubosidad se necesitan grandes cantidades y una evaporación constante.
Con los incendios forestales en diferentes regiones de Bolivia circulan mensajes, videos e imágenes en las redes sociales que recomiendan reciclar el agua para echarla a la calle, con el fin de generar evaporación y formar nubes que provoquen lluvias, pero técnicos en temas ambientales aclaran que para ese fin se requiere de grandes cantidades de líquido. Es decir, esta versión es falsa.
“Santa Cruz está lleno de humo por los incendios que hay en la Chiquitanía, reciclemos agua para pegar de 13:00 a 15:00 en tu calle o patio, creará evaporación para que pueda llover”, se lee en un video difundido en TikTok, mientras aparecen imágenes de una ciudad contaminada.
Otro video que es viral aconseja lanzar el agua reciclada de la lavadora o la que se utilizó para lavar los platos de la cocina o los alimentos.
“Esta cubeta a las 12:00 p. m. y 3:00 p. m. para que se evapore y se fortalezcan las nubes, ya que el agua que dejamos ir por el drenaje, hace más difícil su proceso de evaporación, por los químicos que lleva y tarda en llegar a cielo abierto”, dice el mensaje.
Este tipo de datos también circulan en grupos, perfiles y páginas en Facebook.
¿Este propósito puedo cumplir el objetivo?
Las publicaciones se basan en el ciclo del agua, el cual señala que está en constante movimiento y que en su estado líquido puede evaporarse. Cuando está en su estado gaseoso se eleva y se condensa en el cielo formando nubes que posteriormente caen en forma de lluvia, nieve o granizo; estos últimos dos se conocen como su estado sólido, especifica un documento de la revista científica National Geographic.
Desde la Unidad de Pronósticos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) Gilda Mamani explicó a nuestra redacción que echar agua al suelo no hará que llueva.
“Eso es imposible, más bien estaríamos desperdiciando el agua, para eso se necesitaría una mayor cantidad, en los lagos se evapora todos los días y eso sí genera nubosidad”, explicó.
La técnica del Senamhi agregó que con solo echar “unos cuantos litros al suelo” no se da ese proceso.
Gilda Mamani también puso de ejemplo los trabajos de sofocación que están realizando bomberos y voluntarios en el oriente boliviano. “Echaron agua para apagar los incendios, pero no ha evaporado ni ha generado lluvias”.
La ingeniera agrónoma y experta en riego y producción en zonas montañosas o difíciles Mónica Cruz coincidió que el agua que se tira a la tierra o al jardín no se evapora, pero sí la que se lanza a una superficie de concreto o cerámica.
Para que se pueda generar una lluvia, se requiere de grandes cantidades de agua que, al evaporarse, suba al cielo y pueda formarse una nube. “Para que esto pase, el agua debe estar evaporándose constantemente, no importa si todos los vecinos de un barrio echan sus aguas a la calle, esto no hará que llueva”, detalló.
Incendios continúan
Este fin de semana se registraron lluvias en el oriente, aunque no lograron sofocar todos los incendios forestales. El coordinador de emergencias de la Dirección de Gestión de Riesgos de Santa Cruz Dionisio Castro informó que hasta el lunes 16 de septiembre se mantienen 38 incendios forestales, de esos, 11 son considerados de magnitud.
Un método ancestral
Para el ingeniero agrónomo Máximo Urquidi, quien es experto en preservación y cuidado de suelos, las “qotañas” pueden hacerle frente a las sequías, y además contribuyen a la generación de lluvias.
Las qotañas son hoyos amplios, similares a una laguna, que se cavan en la tierra con el fin de cosechar agua de lluvia que posteriormente se emplea como reserva para el riego, consumo animal y humano. Son reservorios ancestrales de agua de la cultura andina, según especifica un documento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“Antiguamente se cavaba y se sellaba con arcilla para que no hayan filtraciones, ahora tenemos tecnología. Se cava y se ponen geomembranas, ahí se llena el agua y no solo sirve para regar o tomar, como son cuerpos de agua grandes se evapora todos los días. El agua en su estado gaseoso se condensa a diario y poco a poco hasta que en determinado momento vuelve a caer como lluvia”, detalló el ingeniero.
Urquidi lamentó que las qotañas ya no se empleen como antes, porque conservaban el agua y mantenían su ciclo. “La gente prefiere cavar pozos o usar lagos o afluentes hasta secarlos”.
El ingeniero agrónomo dijo que se está consumiendo más de lo que hay sin aportar a la renovación, “por eso hay sequías después”.
Otra técnica que sí funciona es el cavado de hoyos en el suelo donde el agua de lluvia se junta y no solo genera nubosidad, también reverdece los espacios.
Para conocer más de este tema, revise la siguiente nota de periodismo de soluciones.
En resumen, si botas agua al patio o a la calle no vas a provocar una lluvia, simplemente desperdiciarás el líquido.