Descrédito a la wiphala en Congreso peruano enciende la discriminación cultural
El congresista peruano Juan Carlos Lizarzaburu dijo a Bolivia Verifica que sus dichos no tenían la intención de discriminar a ningún pueblo. Pidió disculpas al pueblo boliviano por lo que considera un “exabrupto”.
Marcelo Blanco/Jesús Vargas Villena
Como un “mantel de chifa” fue tildada la wiphala por el congresista peruano Juan Carlos Lizarzaburu en su intervención del 2 de febrero durante el debate en el Congreso Nacional para adelantar la fecha de elecciones en ese país; su discurso encendió el debate sobre la representación de este símbolo para diferentes pueblos y culturas, no solo en Perú, especialmente en Bolivia.
Se identifica un discurso que banaliza y denigra a una identidad cultural e incita al odio hacia ella, por lo tanto, puede generar las condiciones para el crecimiento de la violencia hacia ese grupo social.
El medio peruano La República indica que esta no fue la única vez que se ataca a este símbolo desde el Congreso.
Juan Carlos Lizarzaburu y la alusión contra la wiphala
En medio del debate en el Congreso Nacional de Perú para el adelanto de las elecciones y la convocatoria a un referendo para la asamblea constituyente, el congresista Juan Carlos Lizarzaburu, quien pertenece al frente Fuerza Popular, tildó a la bandera wiphala como un “mantel de chifa”.
“Voy a hablar ahora del origen del hombre americano, ya que les gusta la palabra originario. El hombre americano llega por el estrecho de Bering y la Polinesia. Si tú te sientes originario, pues originaria será la papa, el olluco, la oca, eso es originario. Nosotros los que nacemos en esta tierra, somos originarios del Perú y amamos nuestra bandera y pagamos nuestros impuestos. Déjense de hablar de originario y la bandera del Tahuantinsuyo que fue ganada en un concurso radial de radio Tahuantinsuyo hace décadas, y en el 2009 en Bolivia la wiphala, ese mantel de chifa fue adoptado por algunos resentidos sociales bolivianos, entonces por favor, dejemos de hablar de origen y tonterías que no tiene nada de productivo para nuestro país”.
Ante el chiflido y respuestas de otros parlamentarios peruanos por sus dichos, Juan Carlos Lizarzaburu, dobló la apuesta e irónicamente consultó si había algún boliviano en el lugar que se había ofendido.
“¿Hay algún boliviano acá?”, preguntó a sus colegas. “¿Algún boliviano que le moleste mi declaración?, vale, ¡mantel de chifa!”, recalcó.
¿Qué es una chifa?
En su discurso, el congresista Lizazaburu comparó a la wiphala con el mantel de una chifa, pero ¿qué es?
El término se refiere a los restaurantes de comida china o que fusionan la gastronomía peruana con la asiática.
Su uso se hizo popular en Perú y trascendió a otros países.
Discurso de odio en torno a la polémica
“La wiphala es un mantel de chifa, nuestra bandera es roja y blanca”, dice el texto de una de las publicaciones virales en TikTok con más de 40 mil reacciones, donde se resalta el discurso del congresista Lizarzaburu.
Entre textos que desacreditan el valor simbólico de la wiphala como memes, se agudiza el tono discriminatorio en las publicaciones en las redes sociales, donde se empezaron a burlar de esta bandera y de a quienes identifica, pese a que tiene una fuerte representación histórica y cultural.
“En la chifa o en el baño, ¿dónde queda mejor?”, dice uno de los post que circulan en Facebook, como parte de la repercusión a las declaraciones del congresista peruano.
Entre los memes publicados en redes sociales aparecen imágenes donde se mofan de las personas que se sienten representadas por este símbolo; por ejemplo, un meme muestra a un burro defendiendo la wiphala.
La enunciación por parte del congresista en el debate parlamentario, de un mensaje discriminador hacia un colectivo, habilitó una serie de contenidos que crecen en el nivel de violencia, llegando a deshumanizar a quienes defienden el símbolo de la wiphala, al compararlos con un burro.
En el libro “La vida política de los memes” (2018) de los investigadores bolivianos María Teresa Zegada Claure y Marcelo Guardia Crespo se explica que cualquier publicación de este tipo “se transforma en un acto humorístico o de sátira, al igual que las representaciones grotescas del pasado, adquiere sentido y relevancia en la medida que se conecta con algún aspecto crítico de lo que está sucediendo”.
Los autores refieren que una de las fortalezas de las redes sociales es que en la lucha política permiten la denuncia silenciosa y la toma de conciencia, pero al mismo tiempo, encienden comentarios racistas y agresivos.
Es decir, a través de la risa, estos contenidos violentos, pueden hacer visibles ciertos posicionamientos discriminatorios.
Pronunciamientos oficiales
El Ministerio de Culturas de Perú, mediante un comunicado publicado el 4 de febrero, consideró que el parlamentario fomentó la discriminación étnica-racial y cultural con esta calificación a un símbolo que representa a las costumbres andinas.
En Bolivia, la ministra de Culturas Sabina Orellana Cruz se pronunció sobre el tema, calificando de “ofensivas” las palabras del congresista peruano en contra del pueblo boliviano.
“Como Estado no podemos tolerar, somos miles de habitantes y debe retractarse. Para nosotros, la wiphala es un símbolo que está instituido en la Constitución Política del Estado, el cual representa la lucha de nuestros pueblos” declaró en una conferencia de prensa en la ciudad de La Paz.
Con el mismo tenor, el presidente de la Cámara de Diputados de Bolivia, Freddy Mamani Laura, en una conferencia de prensa pidió una retractación del congresista peruano Juan Carlos Lizarzaburu.
“Esta wiphala es un símbolo de liberación, de lucha de los pueblos milenarios, no solamente de Bolivia, sino de toda Latinoamérica”, resaltó el diputado paceño.
Los calificativos usados por Juan Carlos Lizarzaburu fueron rechazados por sus propios correligionarios, la bancada de Fuerza Popular a la que pertenece, la cual según reportó el periódico digital La República, evalúa posibles sanciones en contra del congresista.
“Una ofensa a los pueblos indígenas”
La coordinadora de fortalecimiento e integración política de los pueblos de la Conamaq, Arminda Velasco Torres, no solo ve prejuicios y racismo en este discurso, sino también un manejo político de un símbolo que representa a diferentes pueblos de la región y no a un partido en específico.
Conamaq es el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu, una organización que aglomera a representaciones indígenas y campesinas de las tierras altas de Bolivia y que tiene como uno de sus principales símbolos a la wiphala.
“Es un símbolo de resistencia de los pueblos, eso representa la wiphala”, explica a Bolivia Verifica.
Armina Velasco agrega que esta bandera simboliza la “integración de los pueblos originarios indígenas”. Refiere que hace 500 años estos pueblos eran como Abya Yala (nombre más antiguo hasta ahora conocido de un territorio americano).
Si bien tras la Colonia, los pueblos fueron separados en países como el caso de Bolivia y Perú, símbolos como la wiphala “representan la integración”, asegura.
“Da pena, no sé qué será entonces, no sé, que una autoridad nacional tenga esta opinión”, critica.
La representante indígena también lamenta el uso político electoral que se da a este símbolo. “Hay que ver también esa parte negativa, wiphala no es de ningún partido político, es de los pueblos”, afirma.
Refiere que este tipo de discursos salen erróneamente porque vinculan dicha bandera con algún frente político. “Ningún partido puede apropiarse pues, quizá ahí también nos hacen quedar mal, como ciertos frentes la manejan como su bandera… no es”.
La dirigente cree que este mal uso del símbolo, genera más rechazo y discriminación, no solo con la bandera, sino también a quienes representa.
Uno de los tantos memes que está circulando en la red tras el discurso de Juan Carlos Lizazarburu.
Un símbolo reconocido por la Constitución boliviana
El artículo 6. I. de la Constitución Política del Estado establece que los símbolos del Estado son la bandera tricolor rojo, amarillo y verde; el himno boliviano; el escudo de armas; la wiphala; la escarapela; la flor de la kantuta y la flor del patujú.
Como se puede ver, no solo se trata de un enunciado discriminatorio hacia determinados pueblos de la región, sino a todo un colectivo nacional que ha institucionalizado a la bandera como uno de los símbolos del Estado. De ese modo, los dichos del congresista pueden reconocerse no solo como discriminación cultural, sino como un acto de xenofobia.
Debate cargado de odio
“Les doy mi vida, los incas no tuvieron esa bandera. Esa bandera no existió, ningún cronista hace referencia a ella”, es la frase rescatada en las redes sociales de la historiadora e investigadora peruana María Rostworowski (1915-2016+).
Diferentes publicaciones resaltan esta antigua frase para ubicarla en el actual contexto, con el fin de apoyar a la postura del congresista Juan Carlos Lizarzaburu.
“¡Mi bandera, tú bandera, nuestra bandera! la única bandera que nos representa y nos une en medio de nuestras diferencias. ¡Viva el Perú! El mantel de chifa”, dice uno de los comentarios que va junto a un post que rescata la citada frase de la investigadora.
María Rostworowski es reconocida como la historiadora más prolífica y exhaustiva de la cultura peruana, afirma la Fundación BBVVA.
Sin embargo, la historiadora no desacreditó ni minimizó a las poblaciones indígenas u originarias, como sí se muestran en estas publicaciones que abrieron el debate sore el origen de la wiphala.
Este debate en las redes sociales refleja también la fuerte polarización en Bolivia por la coyuntura política, al relacionarla directamente con el partido gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) y organizaciones de izquierda. Mientras que en Perú es directamente relacionada con frentes de izquierda como Perú Libre.
“La wiphala es bandera política del MAS para dividir y confrontar al pueblo boliviano, al basurero, si les molesta, reclamen a los masistas, quien dañó la imagen de los indígenas”, dice un post publicado en el grupo Unitel Noticias en Facebook.
“Personalmente mi bandera es la tricolor, masistas ya verán que hacen con lo que tienen”, señala un tweet del exdiputado boliviano Amilcar Barral Cabero con respecto a la polémica por la wiphala.
Con la politización del debate, desde páginas o grupos identificados con la izquierda como Resistencia Civil en Facebook se ha usado el insulto y la denigración como arma de respuesta.
“Parásitos, escorias, tristes, colonizados, adoctrinados, idiotizados; ¡la wiphala se respeta!”, es una de las frases del video subido el 4 de febrero a TikTok desde la cuenta Comandante Kuraka.
En torno a la polémica histórica, el periodista e historiador boliviano Juan José Toro Montoya aclara a Bolivia Verifica que la wiphala sí tiene un importante valor histórico para la cultura americana.
“La wiphala es un hecho social, existe, que significa todo comportamiento, de ver, de pensar y tiene un origen prehispánico”, afirma.
Juan José Toro refiere que la wiphala tiene una antigüedad que se puede documentar hasta el siglo XVIII.
En la misma línea de María Rostworowski, Juan José Toro aclara que no hay un registro de una bandera en las culturas andinas en la era prehispánica, aunque sí se han identificado representaciones pictográficas en diferentes objetos. “Son representaciones de cuadros multicolores”.
El historiador e investigador indica que la única explicación posible es que su significado tenga relación con una representación del arcoíris.
Entre los principales hallazgos, indica que cerca de la localidad de Copacabana en el departamento de La Paz hay un sitio que se llama Whipal Kjakha que significa “farellón de la bandera”, donde se encontró un pictograma con cuadros, que según el recopilador histórico Luis Soria Lenz, sería una bandera tiwanakota.
“Tenemos estos indicios de que lo que hoy conocemos como wiphala tiene una antigüedad notable”, refiere.
Juan José Toro tuvo la oportunidad de visitar el Museo de América en Madrid, España donde pudo constatar que el origen de la wiphala en las banderas de los tercios españoles “está descartado”.
@toro_de_potosi Wiphala en cuadro de 1716 #historia #historiareal #pintura #arte #historiadelarte #wiphala #lawiphalanoesinvento #verdadeshistoricas ♬ sonido original – Juan Jose Toro
En esa ocasión se reunió por separado con expertos en vexilología, quienes sustentaron la teoría de que tiene un origen prehispánico.
Con todo este análisis, el periodista e investigador considera que las alusiones en contra de este símbolo por el congresista Lizazarburu “son una falta de respeto, porque este símbolo tiene una historia que va más allá de pasiones políticas”.
Congresista pide disculpas a los bolivianos
En contacto con Bolivia Verifica, el congresista Juan Carlos Lizazarburu pide disculpas por sus palabras, al indicar que desconocía que la wiphala había sido adoptada como un símbolo patrio en el país.
Declara que desde que era niño, él tenía el recuerdo de la rojo, amarillo y verde como única bandera de Bolivia, asegurando que no tuvo conocimiento sobre la inclusión de la wiphala en la Constitución de 2009.
“Yo no soy quién para faltar a los símbolos patrios de los países”, dijo.
Si bien recalcó que su intención no era discriminar ni ofender a otros pueblos, dice que en el caso de la wiphala no es el único que tuvo un exabrupto con este símbolo, al acusar que el expresidente boliviano Evo Morales Ayma la utilizó en diferentes ocasiones “como mantel”.
Lizazarburu reconoce su error al comparar este símbolo con un mantel de chifa, pero minimizó la representación que tenga para los pueblos de la región, especialmente de su país, al relacionarla con movimientos políticos de izquierda.
“Mira, yo creo que los puneños eso de la wiphala… algunos; todos están con su bandera blanquirroja”.
El congresista dice lamentar que este tema haya terminado en actos de discriminación.
“Lo mío es integrar, no desunir, -por- ese exabrupto que tuve, pido perdón tanto al Gobierno de Bolivia como a mis hermanos bolivianos, que en ningún momento quise ofender un símbolo patrio”.
Sin embargo, no se retracta del racismo cultural que contiene su enunciado.
Más allá de las disculpas, se reabre una grieta en nuestras regiones, donde cuesta aceptar y respetar al otro.
La desinformación también fue parte del tema, ahondando en el discurso de odio, cuyas verificaciones puedes ver aquí y aquí.
*Este es un trabajo en alianza entre la Fundación Para el Periodismo de Bolivia, Bolivia Verifica, Proyecto Desconfío y Datos Concepción de Argentina, con el respaldo de la International Fact-Checking Network del Instituto Poynter para desarrollar un proyecto que busca contrarrestar la desinformación y el discurso de odio, cuyo principal fin es de promover el diálogo por medio de una cultura de paz en el país.