Cuando el sarcasmo es usado para denigrar a las familias por su origen
Solapados por los “memes”, contenidos de odio racial son difundidos en las redes sociales en contra de aquellas personas que tienen apellidos de origen indígena.
J.Alexis Candia
Mamani es uno de los apellidos más comunes en Bolivia, también es uno de los más populares en Perú y otras regiones andinas de Sudamérica. Y si bien tiene una raíz histórica importante, en redes sociales se registran expresiones recurrentes de discriminación y narrativas de odio por medio de “memes” y textos que alimentan estereotipos y prejuicios relacionados con el origen indígena. Sucede también, a menudo, con otros apellidos originarios.
Así como este meme, surgen diferentes contenidos que repercuten y normalizan este tipo de discursos hasta la actualidad.
Reacciones, comentarios y burlas en las redes sociales
El 17 de septiembre de 2022 se hizo viral un audiovisual en Facebook donde un hincha del club Always Ready expresa su molestia por la ausencia de jugadores con apellido “Mamani” y otros de origen indígena en el cuadro de su equipo.
Always Ready juega en la primera división del fútbol boliviano y hace de local en el estadio municipal de Villa Ingenio de El Alto, la segunda ciudad más poblada del país (después de Santa Cruz de la Sierra) y con el mayor índice de migración campo-ciudad.
“Los del barrio juegan mejor, de La Ceja, aquí del mercado El Carmen; juegan mejor en los pueblos. ¿Y por qué hay puros blancos aquí? Y en El Alto los aimaras vienen a apoyar a estos blancos y juegan mal ¿por qué? ¿dónde están los Quispe, los Acarapi, los Huanca, los Mamani? Ellos deben ser, esta cancha es para ellos, no para estos blancos que vienen del extranjero”, cuestiona el aficionado del club Always Ready.
Si bien las declaraciones de este aficionado contienen también una narrativa discriminatoria en contra de las personas de tez blanca, su impacto resulta aun más negativo para quienes reclama un espacio. En las reacciones a la publicación en Facebook, los comentarios confirman esta narrativa de discriminación y odio:
“Los Quispes, Mamani y Huancas están más ocupados en bailar y tomar especialmente en fraternidades de morenada y asistir a conciertos de música chicha. Poco o nada saben de fútbol y ni les interesa”, responde Alejandra Z. en la página “Fútbol Eterno Bolivia”.
Otros usuarios en las redes sociales señalan que “los Mamani” son “alcohólicos”, siendo ese el motivo por el cual “no sobresalen en nada”.
“La mayoría de los Quispes, Mamanis y otritos más… Luego de sus partidos le meten sus cervezas hasta perder el juicio. De esa forma jamás lograrán sobresalir”, expresa Anghelo Snchz en el post de la página “Moustro Cafetero” en Facebook.
“Los Quispes, los Acarapis, los Mamanis, los Huancas, los Condoris son buenos para ser vendedores ambulantes, para ser contrabandistas o para ser maleantes y gritar ‘¡Ahora sí, guerra civil!’”, comenta Letty G. en la publicación de “Memedeportes Bolivia”.
Estos comentarios son la expresión de cómo las personas que llevan este tipo de apellidos suelen ser estigmatizadas.
Bolivia Verifica detectó que en agosto de 2022 se generaron más contenidos de esta índole tras conocerse que el apellido Mamani es el más común en Bolivia, tomando en cuenta que más de 734.000 personas lo llevan (Bolivia tiene cerca de 12 millones de habitantes).
La información surgió por medio de Forebears, la base de datos digital más grande del mundo de significados y distribuciones de nombres.
Forebears tiene registrados 30 millones de apellidos en todo el planeta, y en el caso de Bolivia ha publicado un cuadro con los 911 más comunes, de 77 mil señalados como “únicos”.
En consecuencia, se crearon más contenidos y comentarios cargados de ironía, estereotipos y odio en contra de las personas que se apellidan Mamani.
“Hay que exterminar a los Mamanis de Bolivia”, dice un internauta en la página “El Mamani”, que compartió la noticia de los apellidos más usados en el país que fue publicada el 10 de agosto de 2022 en el portal de la red Unitel.
Bajo esta misma línea, se identificó que otros usuarios de países vecinos como Argentina y Perú suelen difundir comentarios o contenidos que satirizan a las personas que apellidan Mamani.
“¿Por qué los Quispes, los Condori y los Mamanis huelen como a raro? Como a cebollas, como a habas… A culopaser más preciso”, posteó el 24 de febrero de 2023 un usuario peruano en el grupo “Kague de Risha” en Facebook.
El apellido Mamani tiene origen prehispánico
Para conocer el significado e historia de este apellido, se entrevistó al antropólogo e investigador David Mendoza Salazar, quien resalta la procedencia nativa del apellido en torno a los ayllus del Kollasuyo, que antes de la era colonial hacían alusión a Huamani, “que viene de un ave que surca gran parte del altiplano”. Esto explica, como en otras culturas, la relación identitaria entre el ser humano y su hábitat.
“Cuando llegan los españoles obviamente tratan de imponer sus nombres y apellidos a las personas de esta región, ahí también se ve la imposición, porque quienes nombran son los colonizadores a los colonizados; ese siempre ha sido una determinante en temas de dominación colonial”, explica Mendoza, quien precisa que, castellanizado, el apellido mutó a Mamani.
La investigadora social Karin Hollweg Urizar indica que, a principios del siglo XX, Bolivia estaba compuesta por una sociedad republicana en la que “el apellido te abría las puertas o te las cerraba”.
“Las personas que apellidaban Mamani incluso en la universidad tenían dificultades (para ser asimilados), porque prevalecía la idea de que ‘era un indígena al que le corresponde trabajar la tierra, que este no es su lugar’; entonces las personas sufrían por el apellido y por eso querían cambiarlo”, explica a Bolivia Verifica.
La comunicadora social añade que cambiarse el nombre era como “sacarse el lastre, esa carga que le genera vergüenza”; cuando en realidad, el apellido “debería ser la herencia orgullosa que lleva cada hijo y cada hija de su padre”.
En la actual coyuntura, para Mendoza, el apellido Mamani “se convierte hoy en prestigio, siempre y cuando haya una identidad, un orgullo de la persona que está llevándolo”. pero “si es una persona que tiene una mentalidad colonial; todavía puede cambiarse a otro apellido más españolizado”, añade.
El uso del meme como arma política y de polarización
La socióloga e investigadora María Teresa Zegada Claure argumenta que la crisis política de 2019 ha polarizado a Bolivia “no solo políticamente, sino también socialmente”.
“Esta polarización política se ha enraizado en el tejido social y genera este tipo de publicaciones (los memes) que están tocando justamente las heridas más profundas y reales de nuestro país”, afirma a Bolivia Verifica.
La también autora del libro “La vida política del meme” explica que este tipo de contenidos conllevan un impacto, porque la creatividad y el humor entusiasman a la gente al punto de reírse y replicarlo sin medir las consecuencias.
“Creo que —el meme— se ha convertido, en unos casos, en un arma política de división en el país, pero que indirectamente ha penetrado a la estructura social, eso no ayuda a buscar encuentros ni el diálogo democrático en Bolivia”.
Hollweg, quien también es docente universitaria en Teorías de la Comunicación, expone que “lo que hace la burla, en este caso, es reírse de una situación que la otra persona no puede cambiar y en eso radica la molestia, el dolor y la rabia; cuando se ríen de cosas que uno no puede modificar (en alusión a la herencia del apellido)”.
Los contenidos en redes sociales provocan situaciones discriminatorias
El vicepresidente de la Asamblea de Derechos Humanos de Cochabamba Edwin Claros dice a Bolivia Verifica que las burlas en espacios digitales no solo se restringen al apellido, porque “los ámbitos de discriminación y racismo en el país están bastante latentes”.
El experto en derechos humanos resalta que la discriminación por apellidos “indígenas originarios” ya no es tan visible como antes, pero en las redes sociales hay un intercambio de posturas sobre temas sociales, políticos y económicos donde aflora la discriminación.
Claros señala que este “tipo de humor” incluye “la utilización de frases que son hirientes a la dignidad de las personas y se encaminan al tema discriminatorio”.
Hollweg indica que el apellido Mamani es discriminado por una cuestión indígena y que las burlas “duelen” porque no se pueden modificar “su sangre, sus rasgos, su origen”. “En este caso, el apellido Mamani viene a ser un sello encima de la persona”. La académica remarca que este sello no siempre tiene repercusiones positivas en las personas que lo llevan, precisamente, por los estereotipos existentes.
Agrega que situación similar ocurre con los indígenas del oriente boliviano, quienes también suelen ser objeto de burla por sus nombres, que suelen ser diferentes a los usualmente utilizados desde la colonia.
*Este es un trabajo en alianza entre la Fundación Para el Periodismo de Bolivia, Bolivia Verifica, Proyecto Desconfío y Datos Concepción de Argentina, con el respaldo de la International Fact-Checking Network del Instituto Poynter para desarrollar un proyecto que busca contrarrestar la desinformación y el discurso de odio, cuyo principal fin es de promover el diálogo por medio de una cultura de paz en el país.