Crece el odio y la violencia simbólica en las redes hacia mujeres que rompen estereotipos

La edad y su relación con la belleza, la forma de vestir, el peso o la estética social y culturalmente construida son patrones utilizados para denigrar particularmente a las mujeres en las redes sociales.

Marcelo Blanco y Jesús Vargas

Comentarios cargados de odio en contra de mujeres que han tomado protagonismo y liderazgo en diferentes ámbitos han sido el común denominador en las últimas dos semanas. Esta forma de discurso de odio, que fomenta narrativas de discrinación y se alimenta de prejuicios, encuentra en las redes sociales el espacio para diseminarse.

La edad y su relación con los cánones de belleza, la forma de vestir, el peso o la estética social y culturalmente construida son aspectos utilizados para denigrar a las mujeres. Se trata de una forma de violencia simbólica o encubierta que incluso “echa mano de los chistes” para cuestionar todo aquello que no calza en lo instituido.  

Un monitoreo realizado por Bolivia Verifica muestra la virulencia de estas acciones a partir de dos casos: el de la actriz Carla Ortiz y el de la activista María Galindo, en diferentes escenarios, pero como blanco de agudas críticas, varias de ellas disfrazadas de burla. 

A la actriz Carla Ortiz se la descalifica por su edad en la interpretación del papel protagónico de la película La Chaskañawi, basada en la novela nacional homónima publicada en 1947 por Carlos Medinaceli Quintana (1902-1949). Mientras que en el caso de la activista feminista María Galindo, las críticas van dirigidas a su forma de vestir. 

La actriz boliviana Carla Ortiz interpreta el papel de Claudina en la película «La Chaskanawi». Esta información generó una serie de repercusiones en las redes sociales.

Un caso similar también se identificó con la ex miss Bolivia Fernanda Pavisic Rojas, de quien circuló una fotografía tomada en su adolescencia con la cual fue cuestionada por “su peso”.   

Estas campañas de odio y desacreditación también fueron acompañadas con desinformaciones, adjuntandose citas que no salen de declaraciones de estas personas (ver aquí, aquí y aquí).

“La rukañawi, botoxñawi, debería interpretar a la abuela”, dice un comentario compartido en Facebook (1, 2) donde se da a conocer que la actriz boliviana Carla Ortiz Oporto encarnará a la chaskañawi en la nueva adaptación del libro de Carlos Medinacelli. 

En el caso de la activista Maria Galindo la llaman “bruja” y critican las acciones que realiza, todo en un post informativo publicado por el periódico El Deber donde se la ve sentada en el marco de una protesta realizada el pasado 8 de marzo, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

Ataques en las redes sociales 

En el caso de Ortiz, las críticas de diferentes usuarios son por el papel que tendrá en la película La Chaskañawi, con el argumento de que en la novela del escritor chuquisaqueño, la protagonista es joven, aunque en la novela no se precisa su edad. 

Carla Ortiz en el Carnaval de Oruro en el papel de La Chaskañawi.

Parte de los comentarios especulan con la edad de la actriz, criticándola por asumir el rol de una adolescente. La mayoría de las críticas surgieron a raíz de una desinformación, desmentida por Bolivia Verifica.

El contenido falso indica que Carla Ortiz interpretará a una joven de 16 años, cuando nadie de la producción ni del elenco brindó esa información. Esta versión circula con una imagen editada de la actriz. Los juicios cuestionan que vaya a interpretar el papel de una adolescente cuando ella supera los 40 años; incluso se especula respecto a su edad. 

La desinformación generó que en las redes sociales se publiquen imágenes distorsionadas de la actriz donde se la critica por usar botox y por “no ser apta para el papel”.  

En la verificación se encontró una entrevista del programa televisivo Buen Día del canal Planeta Interactivo de la ciudad de Potosí, donde fue consultada por este tipo de críticas.

En esta verificación puede notarse el montaje efectuado a la imagen original con el fin de desprestigiar a la actriz boliviana.

“Soy de las personas que usa menos maquillaje en el mundo, me pueden ver. ¿qué te puedo decir?, vi algo de que decían de botox, las personas que usan botox no pueden mover la frente (hace una expresión moviendo sus cejas y la frente), tengo unas cuantas líneas, es normal, ¿me entiendes? no lo tengo (botox), no estoy utilizando”.

 “No sé qué decirte, interpreto papeles de (personajes) de 29 y 28 años en todo el mundo (donde ha sido convocada para actuar), todas las series que hago. No sé cuál sería el problema, es una ficción de todas formas”, aseguró en dicha entrevista.

Se pueden escuchar sus declaraciones desde el minuto 29:05.

Estos son algunos de los comentarios que se recogieron. Si bien hay personas que la respaldan, una gran mayoría la critica y se mofa:

En la última captura se observa un comentario del usuario Brandon RMej, quien dice que “ni Netflix ni el Chavo se atrevieron a tanto”. 

Bolivia Verifica se contactó con la actriz cochabambina, pero ella no quiso emitir opinión alguna sobre el citado tema. En la misma línea, el director de la película. Paolo Agazzi Sacchini. también prefirió evitar hacer comentario alguno sobre el particular.

Al tenor de las críticas, el equipo de prensa de Bolivia Verifica tomó contacto con el periodista e historiador boliviano Juan José Toro Montoya, quien aclaró que en ninguna parte de la novela de Medinaceli se especifica la edad de los personajes. 

“Carlos Medinaceli tenía tendencia a ir contra el sistema. Su novela es una protesta contra la discriminación a la chola, así que no se metió en asuntos de edades”, aclara el investigador.

Solo existen suposiciones en torno a las edades de los personajes de esta novela clásica de la literatura boliviana. 

“Se supone que Adolfo Reyes estaba en último año de Derecho, eso hace presumir que (su edad) giraba alrededor de los 25 años, pero es llamativo que en la universidad le decían ‘el viejo’», recuerda sobre uno de los protagonistas de la novela, quien termina enamorado de Claudina o “la chaskañawi”.

Recuerda que el personaje de Claudina “ya tenía un pasado amoroso antes de conocer a Adolfo”. Se mencionan un par de parejas anteriores: Miguel Mariscal y Oscar Arraya.

“Incluso se insinúa que pudo haber convivido con Arraya, antes de que Adolfo volviera al pueblo”.

En base a este libro, Juan José Toro niega las versiones en sentido de que el personaje de Claudina tenga 18 “o peor”, 16 años. “No tienen ningún sustento”.

El investigador cree que la gran mayoría de los usuarios que hace estas críticas en las redes sociales no leyeron la novela. “La conocen de oído”. De hecho, a propósito del tema. Toro hizo algunas preguntas sobre la obra a los internautas, las que no le pudieron responder.

La actriz y productora boliviana Andrea Camponovo Gamio indica que el factor de la edad no es un asunto cerrado en cuanto a lo actoral. “En un casting no debes guiarte estrictamente por la edad real de la persona, sino en la que aparenta”. 

Camponovo cuenta a Bolivia Verifica que lo lindo del cine es que no tiene restricciones en cuanto a la edad, “puedes actuar siempre”.

La actriz sostiene que en las redes sociales hay una gran cantidad de haters, por lo que aprendió a no darles importancia y valorar su trabajo para hacer frente a todos los comentarios de odio. “Ese es el lado feo de las redes sociales, por suerte aprendí a no creer en eso y confiar en mi trabajo, en mis principios y ser estricta conmigo misma”.

La también productora tarijeña se encuentra en una gira con la presentación de la película El visitante, del director cochabambino Martín Boulocq.

Los ataques a María Galindo

En el marco del Día Internacional de la Mujer, el diario El Deber informó que un grupo de mujeres, entre ellas María Galindo, protagonizó una protesta en las puertas de la Alcaldía Quemada en la ciudad de El Alto. 

Una publicación de la activista María Galindo por el 8M.

Entre las imágenes compartidas, se puede ver una donde se ve a la activista sentada sobre unas gradas. La mayoría de los comentarios a la fotografía publicada en el sitio oficial de El Deber en Facebook critican su forma de vestir, el estilo de su peinado y sus acciones de activismo, como se puede ver en estas capturas.

“Ella hace alarde de su propia degradación”, posteó el analista político Francisco Xavier Solares junto con la fotografía. De esta publicación surgieron otros comentarios violentos en contra de la activista. Por ejemplo, uno de los usuarios escribió: “Es la decadencia de la mujer en su máxima expresión”. 

En la cadena de comentarios se lee el de una internauta que le cuestiona al analista el haber compartido la imagen. En su respuesta, Solares especula con que la activista pretende, a futuro, ser una candidata en la arena política. 

En una anterior entrevista con Bolivia Verifica, la activista había indicado que no le interesa lo que digan sobre ella. 

Ataques contra exreina de belleza 

Un caso similar ocurrió con la ex miss Bolivia 2022 Fernanda Pavisic Rojas, de quien circuló una antigua fotografía; las críticas apuntan a su peso. La modelo de 23 años confirmó a Bolivia Verifica que la foto es de cuando ella tenía 14 años.   

La desinformación sobre Fernanda Pavisic que circuló junto a una antigua fotografía de la modelo.

Las reacciones a la imagen están cargadas de odio, particularmente haciendo alusión a los comentarios que la propia reina de belleza había hecho respecto a sus competidoras en el certamen Miss Universo 2022.  

Un video difundido en diciembre pasado muestra que la modelo ironiza y ofende a otras candidatas del certamen Miss Universo 2022. La actitud de Pavisic fue condenada al ser considerada discriminatoria en razón de raza, aunque ella dijo que se trataba de un “experimento social”. En su momento, la modelo aseguró a Bolivia Verifica que ella no había hecho la grabación y que no hizo ningún tipo de declaración en contra de otras candidatas. “Yo no hablo en el video”, aseguró.

Por este video, la modelo fue destituida del reinado de Miss Bolivia por los organizadores del evento, Promociones Gloria. Al saber que había perdido el titulo, Pavisic se pronunció públicamente en su cuenta de Instagram, indicando que era “injusto” que se le retirara la corona, porque ella no hizo comentarios racistas ni discriminatorios en contra de nadie.

Al hacerse público este caso, la modelo fue víctima de ataques con contenidos falsos y fotos de ella que empezaron a circular por las diferentes redes sociales, la mayoría cuestionaban su peso cuando era adolescente.

En un breve contacto con Bolivia Verifica Pavisic confirmó que sintió «totalmente» que hubo un ataque de odio en su contra.

Violencia simbólica 

De acuerdo con la Ley 348 para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia, este tipo de reacciones agresivas, incluidos los comentarios disfrazados de broma, son una forma de violencia simbólica y/o encubierta. La normativa lo define de la siguiente manera:

“Son los mensajes, valores, símbolos, íconos, signos e imposiciones sociales, económicas, políticas, culturales y de creencias religiosas que transmiten, reproducen y consolidan relaciones de dominación, exclusión, desigualdad y discriminación, naturalizando la subordinación de las mujeres”.

La modelo tarijeña Alejandra Castillo, quien fue Miss Bolivia Mundo 2013, explica a Bolivia Verifica que las mujeres, en tiempos de redes sociales, son sometidas a una fuerte presión social, más aún cuando toman algún papel protagónico, ya sea en la actuación, el modelaje o el activismo.

“Modelos y mises están expuestas más que nunca y las críticas son instantáneas en cualquier plataforma”, refiere. 

Castillo relata que si una exreina de belleza sube de peso o tiene algún cambio notorio en su cuerpo, es víctima de fuertes ataques en las redes sociales. Recuerda el caso de una colega que había subido diez kilos un año después de su reinado, situación que le generó una lluvia de críticas. “El mundo entero opinó libremente sobre su aspecto y su cuerpo”. 

La socióloga e investigadora especializada en derechos humanos Lopo Gutiérrez León explica a Bolivia Verifica que  el «canon de belleza» es una construcción social, que históricamente “nos hizo mucho daño como sociedad”. 

La socióloga indica que tanto mujeres como hombres han sido afectados por estos cánones de belleza porque han definido “maneras de ser, de verse, de comportarse y de identificarse. 

“Eso ha negado la pluralidad de identidades y limitado el acceso a los derechos”.

Gutiérrez explica que el discurso de odio es “fascista, negador de derechos, de pluralidades y democracias”.

“Las mujeres no debemos responder a ninguno de esos cánones porque están cargados de estereotipos de género; es decir, de un modelo de mujer que es heteronormado, machista, sexista, racista, colonial y profundamente patriarcal”.

Con argumentos añejos sobre la edad, la ropa o la estética, las mujeres que han roto estos estereotipos siguen siendo víctimas de los discursos de odio en las redes sociales.  

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