Conoce el perfil de Dávila, exjefe antidroga implicado en narcotráfico

El exdirector de la Felcn es investigado desde 2020 por la DEA luego de que otros aprehendidos por narcotráfico lo mencionaran como el “protector” de una red de venta de cocaína

Maximiliano Dávila Pérez, alias “Macho”, es un excoronel de la Policía que en los últimos años ostentó varios cargos de jerarquía. Es acusado por la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos de tener nexos con un cartel de drogas del que también es miembro Omar Rojas Echeverría (llamado el Pablo Escobar boliviano, recién aprehendido). Actualmente, Dávila se encuentra con detención preventiva en el penal de San Pedro de la ciudad de La Paz investigado por el delito de legitimación de ganancias ilícitas, no por nexos con el narcotráfico.

¿Qué cargos ocupó?

De acuerdo a la información de medios de comunicación, en 2015 fue director departamental de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico de Cochabamba.

El 16 de enero de 2018 fue posesionado como director nacional de Inteligencia de la Policía.

El 7 de febrero de 2019 lo posesionaron como director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico. Ostentó el cargo hasta finales de noviembre de ese año. Luego fue destituido en el gobierno transitorio, acusado de tener nexos con el narcotráfico.

En noviembre de 2020 fue posesionado como director departamental de la policía en Cochabamba y fungió en ese cargo hasta marzo de 2021.

¿De qué se lo acusa y quién lo hace?

Se lo acusa de tener nexo con un cartel que distribuye cocaína desde Bolivia hacia otros países. El informe de una investigación realizada por la DEA desde 2019 en Bolivia, Perú, Venezuela, Brasil, México y Estados Unidos señala que en el país hay “una organización de narcotráfico (ONT) que opera, que distribuye cocaína para su importación final a los Estados Unidos, y específicamente a Nueva York”.

Este informe que se dio a conocer en los últimos días da una lista de oficiales acusados formalmente por la justicia de Estados Unidos. Entre los procesados está Maximiliano Dávila, Omar Rojas Echeverría (exmayor de la policía y apodado el Pablo Escobar boliviano), John Cahuana Barrientos (alias peruvian porque era el encargado de coordinar el envío de los aviones a Ayacucho, Perú), Jheyson Montaño Fernández, Herland Montaño Fernández (boliviano que era parte de una organización del narcotráfico en Perú) y Rómulo Ramírez Rodríguez (parte del equipo logístico de la organización criminal)”.

Las autoridades estadounidenses esperan que los mencionados sean llevados al Distrito Sur de Nueva York para su juzgamiento por tráfico internacional de drogas.

No solo la DEA acusa a Dávila. En abril de 2019, el coronel Gonzalo Medina, exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Santa Cruz, acusó a Dávila de haber volteado droga (robado droga que había sido incautada) valuada en miles de dólares.

 “Tienen ustedes la obligación de desenmascarar al verdadero narcotraficante de este pueblo, quien convertido en Director Nacional de la Felcn (Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico) hoy es mi verdugo junto al director destituido de Inteligencia”, dijo Medina en esa oportunidad. Él actualmente está con arresto domiciliario desde enero de 2021 por el caso Eurochronos.

Otro que acusó a Dávila es el narcotraficante Pedro Montenegro, extraditado a Brasil por el delito de narcotráfico. Quien el 29 de noviembre de 2019 fue entregado a las autoridades brasileñas por el gobierno de Jeanine Añez. El narcotraficante dejó una carta donde identificaba una rivalidad personal con Dávila.

Pedro Montenegro antes de ser extraditado a Brasil.

“Como hombre formado en derecho sé que mi mejor opción de ser libre es el Brasil, porque lamentablemente en mi país no hay justicia en este caso, por la injerencia política: El Gobierno del MAS atropelló mis derechos humanos y más aun cobardemente persiguió a mi sagrada familia, solo por una rivalidad y de carrera del coronel Maximiliano Dávila Pérez quien no descansó hasta destruir todo lo que tenía a su alcance, y esto por una serie de intereses (…) pero no importa, Dios es justo y de los ojos de él no podemos librarnos, sin embargo el castigo de Dávila Pérez no creo que se dé en Bolivia, pero sí estoy seguro que la DEA sí sabrá qué hacer con él y sus subordinados serviles”, parte de la carta de Montenegro.

Un tercero que acusó a Dávila fue el empresario Wilson Sahonero, propietario del medio sensacionalista La Voz. Este caso data de 2015. Según la información disponible, en aquella oportunidad Sahonero denunció que Dávila, en ese entonces director departamental de la Felcn de Cochabamba, allanó sus domicilios y se llevó 1,2 millones de bolivianos y 30,700 euros. Esto en el marco de un proceso que inició el exjefe policial contra el empresario por legitimación de ganancias ilícitas. 

El caso fue cerrado el 16 de mayo de 2016, pero reabierto más adelante. En agosto de 2019 Sahonero presentó una denuncia contra Dávila por extorsión. Según explicó el abogado del empresario, Lerwyn Ledezma, el exjefe policial le pidió 300 mil dólares a cambio de cerrar el caso. Sahonero aceptó, pero tiempo después volvió a pedirle dinero, esta vez 200 mil dólares a cambio de que el caso siguiera cerrado. El empresario no aceptó y el caso se reabrió.

En abril de 2021 Sahonero fue sentenciado a cinco años de cárcel a cumplir en el penal de San Sebastián de Cochabamba por el delito de legitimación de ganancias ilícitas.

La denuncia hecha en la vía policial ya se cerró dejando impune a Dávila y la de vía penal por consorcio y extorsión sigue abierta, pero sin resultados. Luego de presentarse la denuncia, la Fiscalía dispuso que el exjefe policial debía mantenerse en Cochabamba mientras durará la investigación, no podía estar en comisión ni salir de vacaciones. En ese momento el director nacional de la Felcn, el comandante de la Policía de ese entonces, Yuri Calderón, no destituyó a Dávila y todo quedó en nada.

Ante la denuncia contra Dávila, el ministro de Gobierno de ese entonces, Carlos Romero, dijo que el empresarario Sahonero pretendía «desviar» la atención del proceso en su contra, denunciando al exjefe policial. 

Un cuarto denunciante es un camarada de Dávila, Rolando Montaño. Esta acusación es de 2018, cuando Dávila era director nacional de Inteligencia de la Policía. En esa oportunidad, Montaño era comandante de la Policía en Cochabamba. Su denuncia fue por extorsión a policías. Indicó que Álvaro Morales Peredo, tío del que se identificaba en ese entonces como hijo del presidente Evo Morales, Álvaro Morales Peredo, le pidió fuertes sumas de dinero para favorecerlo en el ascenso a general. Se involucró a Dávila por encubrimiento de estas extorsiones.

El caso no tuvo resultados y Montaño fue relegado de los ascensos. A los denunciados no les cayó ninguna sanción.

Dos hechos que levantaron sospechas

Dos acontecimientos de 2019 y 2020 involucran a Dávila con el narcotráfico. El primero fue un audio revelado en abril de 2019 donde se escucha a Dávila hablar con el que entonces era comandante de la Policía, Rómulo Delgado. Esta conversación fue en el marco de la destitución de Delgado de su puesto. Él dice al entonces director de la Felcn que su apartado se debió a que dispuso investigar a dos jefes policiales de Santa Cruz por tener nexos con el narco Pedro Montenegro. 

Este hecho conllevó a que se procese a Delgado y caiga el entonces director de la Felcc Gonzalo Medina y el capitán Fernando Moreira. A Dávila no lo procesaron y más bien él acusó a Delgado de filtrar el audio.

Un último hecho en el que se involucró a Dávila es en el caso del Narcojet detenido en México en 2020. Según las investigaciones, la avioneta llevaba una tonelada de cocaína que cargó en Guayaramerín, Beni. De acuerdo al reporte de inteligencia de la Policía, Dávila estuvo en Guayaramerín días antes y después del arribo. Causó extrañez porque el exjefe policial no fungía labores ya en la institución y no se conoce vínculos familiares en ese lugar, además que se hospedó en un hotel que queda al lado de la Policía de Frontera.

Imágenes del narcojet, difundidas por la Secretaría de la Defensa Nacional de México.

Sobre su fotografía con Evo Morales

Luego de que se diera la aprehensión de Dávila y se conociera el informe de la DEA, varios políticos han pedido que se amplíe la investigación al expresidente Evo Morales, por la aparente cercanía que tenía con el exdirector de la Felcn. Como prueba, circuló una fotografía del 26 de octubre de 2019, donde se ve a Dávila junto al que era comandante de la Policía, Vladimir Calderón, y a Morales con tortas festejando el cumpleaños del entonces mandatario. Esto ocurrió cuando varios sectores del país se movilizaban denunciando que hubo fraude electoral en los comicios de 2021.

Al lado izquierdo Yuri Calderón, al medio Evo Morales y al derecho Maximiliano Dávila. Foto: Página Siete

Otro dato que vuelve a circular es una declaración de Dávila, que dio días después de su destitución y casi un mes de celebrar el cumpleaños de Morales. El coronel dijo que diez dirigentes cocaleros eran procesados por narcotráfico y otros cincuenta eran investigados.

Ante la duda de si será extraditado, la fiscal anticorrupción que lleva el caso, Lupe Zabala, indicó que no existe ningún pedido de extradición de Estados Unidos. Parlamentarios del Movimiento Al Socialismo (MAS) dijeron que no será extraditado porque no corresponde.

“Decir que se (lo) entregue, ese es total irresponsable, antipatrias los de la oposición, eso les digo bien claro, no estoy defendiendo, ni le conozco a Dávila, pero si tiene estas irregularidades, delitos que ha cometido, hay que castigarlo aquí, como corresponde, pero menos entregarlo a otra potencia”, aseguró el senador del MAS Félix Ajpi.

El protector de la red de narcotráfico

Este miércoles 26 de enero, el ministro Eduardo del Castillo dio a conocer el caso, el informe de la DEA que señala a los involucrados (lista ya mencionada) y mencionó que Dávila era el “protector” de una red de narcotraficantes requeridos por la Justicia estadounidense.

Dávila fue aprehendido el sábado 22 de enero cuando pretendía cruzar a Argentina por Villazón. Actualmente se encuentra con detención preventiva en el penal de San Pedro de la ciudad de La Paz. Lo investigan por el delito de legitimación de ganancias ilícitas y no por narcotráfico.

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