Arce dio un dato verdadero, uno falso y uno engañoso sobre el crecimiento
En su mensaje presidencial, el Jefe de Estado se refirió únicamente a información del área económica, haciendo énfasis en las señales de una mejor economía.
Los datos sobre crecimiento económico que el presidente Luis Arce Catacora compartió este 22 de enero en su mensaje conmemorativo por los 14 años de creación del Estado Plurinacional de Bolivia no fueron del todo reales; aunque uno de ellos sí es verdadero, otro resultó falso y un tercero es engañoso.
En su discurso, el Jefe de Estado informó que “pese a un contexto internacional adverso y producto de las políticas implementadas en el marco de nuestro modelo económico orientadas a la reconstrucción económica-productiva registramos una cifra de crecimiento positiva del 6,1% para la gestión 2021 y para fines de la gestión 2022 hemos llegado cerca del 4%”.
Este último dato sí coincide con las proyecciones dadas a conocer a finales del año pasado por el Gobierno. En los primeros meses de 2022, en el marco del Programa Fiscal-Financiero, el Ejecutivo estimó una tasa de crecimiento del PIB del 5,1%; sin embargo, esta fue reestimada, en diciembre, situándola en alrededor del 4%, lo que se atribuyó a la huelga en Santa Cruz y el cambio climático.
En octubre de 2022, el ministro de Planificación, Sergio Cusicanqui, afirmó que el haber alcanzado un PIB del 4,13% “ratificaba el retorno a senda del crecimiento económico”.
Un análisis realizado para Bolivia Verifica por la Fundación INESAD (Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo), con base en datos del INE (Instituto Nacional de Estadísticas), establece que “si bien, los problemas en Santa Cruz y el cambio climático pueden haber afectado el crecimiento, las proyecciones del Programa Fiscal-Financiero fueron muy optimistas; de hecho, más altas que las del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. Un segundo aspecto que preocupa es que con una tasa de crecimiento del 4%, Bolivia apenas habría sobrepasado el PIB del 2019, es decir recién se habría pasado con creces la etapa de recuperación”.
El presidente Arce Catacora se refirió también a los efectos que dejó en la economía la crisis político-social de 2019 y 2020 y la pandemia del nuevo coronavirus.
“No podemos olvidar que venimos de una profunda crisis económica que nos dejó el gobierno de facto, por una pésima administración económica y que a esto se sumó la pandemia. Al segundo trimestre del 2020 se registró en ese año un decrecimiento del 12% de nuestra economía”, dijo (minutos 24:57).
Sin embargo, en una búsqueda de datos en la página oficial del INE se verificó que el propio Instituto Nacional de Estadística (INE) cifró este dato en -11,11%, por lo que la cifra que dio el Presidente no es verdadera.
En un reporte fechado el 12 de octubre de 2020, esta institución informó que “al segundo trimestre de 2020, el Producto Interno Bruto (PIB) registró una variación acumulada de -11,11% debido a los efectos relacionados a la emergencia sanitaria COVID-19 que afectó a todas las economías del mundo. Sin embargo, el Índice Global de Actividad Económica (IGAE) a julio de 2020 muestra fuertes indicios de recuperación en la economía, en línea con lo proyectado por instituciones nacionales e internacionales para el PIB de esta gestión”.
Gráfico presentado por el INE respecto a los resultados del PIB al segundo trimestre de 2020, en comparación con país sudamericanos.
Luis Arce también se refirió a estimaciones de organismos internacionales que sitúan a Bolivia como una de las tres naciones de la región con las tasas más altas de crecimiento para este año.
“Organismos internacionales como el Banco Mundial posicionan a nuestro país entre los tres países con mayor crecimiento de la región para la gestión 2023”, señaló (Minutos 25:50).
Una revisión a las proyecciones de crecimiento económico mundial elaboradas por el Banco Mundial da cuenta, en efecto, que pese a la desaceleración en la economía del orbe, algunas naciones, entre ellas Bolivia, reportarán un crecimiento. Sin embargo, en el análisis realizado por el Banco Mundial sobre la región, es decir toda América Latina y el Caribe, Bolivia no está entre los tres primeros países con las mejores proyecciones. La razón radica en que Bolivia forma parte de un conjunto de 28 naciones que conforman el panorama regional (ver la clasificación en la parte interior de la página). Por tanto, el dato compartido por el Mandatario es engañoso.
Clasificación de las proyecciones regionales del Banco Mundial.
En esa línea, la verificación pudo establecer que Bolivia figura en el décimo lugar de las proyecciones elaboradas por el Banco Mundial para el crecimiento del PIB en 2023. La referencia del Presidente apunta, más bien, a un análisis que abarca solo a las naciones de Sudamérica.
En el siguiente cuadro están resaltados con verde los países para los cuales la proyección de crecimiento es superior a la de Bolivia (son más de 10 porque la cifra se repite en ciertos casos), y en amarillo figuran las naciones con la mayor proyección de crecimiento de Sudamérica, que es donde sitúa el Gobierno a Bolivia.
Previsiones para los países de América Latina y el Caribe, clasificación regional dada por el Banco Mundial.
Asimismo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), tal como indica su nombre, considera a Bolivia para sus análisis dentro del grupo de las 28 naciones de toda América Latina y el Caribe (página 139). En este sentido, las proyecciones coinciden con las del Banco Mundial. Y una vez más, solo en caso de que la lectura de datos se concentre en Sudamérica (ignorando al resto de los países de la región, entre ellos México, República Dominicana y Panamá), Bolivia aparece como tercero.
Proyección del crecimiento regional del PIB en 2023, según el balance preliminar del Cepal.
Los expertos en materia económica Julio Alvarado y Gonzalo Chávez explicaron a Bolivia Verifica que organismos como el Banco Mundial y la Cepal agrupan a los países de América Latina y el Caribe por criterios estadísticos para realizar sus análisis y proyecciones.
De la misma forma lo hacen los organismos de las Naciones Unidas, como por ejemplo la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la Organización Internacional del Trabajo, entre otras.
“En la clasificación internacional, (el análisis) se puede hacer regionalmente o en forma global. Por ejemplo y por lo general la Cepal saca estadísticas de toda la región latinoamericana, de todos los países del continente americano con excepción de Estados Unidos y el Canadá”, explicó Alvarado.
La excepción es el Fondo Monetario Internacional (FMI) que en sus análisis y proyecciones sí agrupa a los países del continente en tres regiones: sur, centro y norte. Naturalmente, por su ubicación territorial, Bolivia pertenece al grupo de países de América del Sur. En todo caso, en las proyecciones de crecimiento para 2023 del FMI, Bolivia ocupa un cuarto lugar, y no un tercer lugar como apuntó el Primer Mandatario. El siguiente cuadro así lo demuestra:
Indicadores económicos del FMI, donde Bolivia ocupa el cuarto lugar de crecimiento del PIB para el 2023.
En síntesis, considerando a toda América Latina y el Caribe (como lo hacen el Banco Mundial y la Cepal), Bolivia no está entre los tres países con mejores proyecciones de crecimiento para 2023. Sí es correcto afirmar esto cuando se considera únicamente a las naciones de Sudamérica (como hace el FMI).
La mirada de los expertos sobre las proyecciones
El analista económico Julio Alvarado explicó que la de Bolivia es una “economía pequeña” y como tal le puede resultar más fácil alcanzar los indicadores proyectados. No obstante, lamentó “no poder contar con estadísticas oficiales fiables” que permitan realizar una mejor evaluación de este desempeño.
“Hay que ver que una economía como la boliviana es una economía pequeña y naturalmente es más fácil tener tasas de crecimiento elevadas con una economía pequeña”, indicó Alvarado. Pero también alertó que el mayor crecimiento de un país no significa que una economía sea “saludable”, debido a que se debe considerar el efecto que tienen en este “logro” factores como el contrabando, el subempleo (comercio informal) y otros.
Por su parte, Gonzalo Chávez se mostró escéptico frente a las proyecciones económicas que lanzó Luis Arce Catacora durante su mensaje presidencial.
“Si uno toma como referencia los últimos cinco o seis años, las proyecciones o los datos que ha sacado el Gobierno siempre han estado por encima de lo que han dicho el Banco Mundial o la Cepal” comentó. El experto se refirió, precisamente, a las estimaciones que hizo el Ejecutivo a inicios de 2022, cuando dijo que el crecimiento del PIB sería al 5,1%, pero posteriormente la cifra fue reestimada a cerca del 4%.