Apoyo psicológico y defensa personal, la receta con la que miles de mujeres aprenden a combatir la violencia
“La violencia no se puede combatir con violencia, pero estar preparadas puede salvar vidas”; bajo esa consigna más de 35.000 mujeres aprendieron artes marciales y recibieron asesoramiento psicológico para reconocer la violencia machista e intentar ponerle un alto.
Por Joaquin Martela
“Más de 6 años me he aguantado porque no sabía que estaba viviendo en violencia. No sabía cómo poner un freno a todo, además tenía vergüenza de quejarme y no quería ser la separada de la familia”, es el relato de Mónica Mamani quien sobrevivió al control, insultos y agresiones físicas de su concubino.
Como sucede con muchas de las mujeres que tratan de salir del ciclo de violencia, intentó alejarse de su agresor, pero él la seguía buscando, acosando e intimidando. “Yo no podía decirle nada, solo me daba rabia y lloraba cada vez que se me acercaba, le tenía miedo. Encima su familia venía a insultarme y decirme que soy poca cosa y querían quitarme a mis dos hijos”.
Este tipo de historias se repiten a diario en Bolivia, país donde la tasa de violencia machista es alta y muchos casos terminan en tragedia. En lo que va del año, del 1 de enero al 10 de julio, se reportaron 49 feminicidios en todo el país, la mayoría fueron cometidos en Santa Cruz, pero el resto de los departamentos no está al margen de este flagelo.
¿Cómo salir del ciclo de violencia y evitar un final fatal? La resolución de este problemática es compleja y se debe encarar de manera integral, pero una serie de iniciativas buscan la manera de combatirla desde lo individual y lo comunitario. Empoderar a la mujer, emocional y psicológicamente, y dotarle de algunas técnicas de defensa personal que la libren circunstancialmente del peligro es una propuesta a la que Mónica Mamani se adscribió y le ha dado resultado.
Ella recibió asesoramiento psicológico que le ayudó a mejorar su autoestima y su seguridad en sí misma para seguir adelante, pero también aprendió a defenderse de la violencia física y ahora ya no agacha la cabeza y comparte su historia como una sobreviviente que anhela el mismo o mejor destino para otras mujeres.
“Una amiga me habló de Warmi Power, me dijo que estaban viniendo a dar talleres a El Alto y me ha pedido que le acompañe. Al principio me daba miedo y vergüenza, pero los psicólogos me han hablado, me han hecho entender que yo valgo mucho como persona y que nadie debería sufrir ningún tipo de agresiones”, relata Mónica Mamani.
Las cifras de la violencia machista
De los 49 feminicidios cometidos en los primeros meses de 2023, 15 fueron comentidos en Santa Cruz, 10 en La Paz, 8 en Cochabamba, 7 en Potosí, 4 en Tarija, 2 en Beni, 1 en Chuquisaca, 1 en Pando y 1 en Oruro. Estos datos fueron publicados por la Fundación Voces Libres con base en registros oficiales de la Fiscalía General del Estado.
Sin embargo, el feminicidio no es la única forma de violencia machista en Bolivia; en 2022 se reportaron 51.307 denuncias, la mayoría por violencia doméstica. Ante este panorama, el ministro de Justicia.
El empoderamiento es, a decir de Kimberly Nosa, directora ejecutiva de Warmi Power (Mujeres al Poder), una de las formas de prevenir la violencia y los feminicidios. En su caso, el modelo que aplican se basa en dos acciones: los talleres de defensa personal y el asesoramiento psicológico que al ser de carácter preventivo no solo están dirigidos a víctimas de violencia, sino a todas las mujeres.
Para Nosa es importante que la mujer no solo tome conciencia del problema, sino que le haga frente desde lo psicológico y emocional y, de ser necesario, que cuente con las técnicas para frenar a su agresor y evitar un final fatal.
Es importante comprender —afirma— que “antes de consumarse un feminicidio (la víctima), ha pasado por todo un proceso donde no supo poner límites o no supo reconocer que estaba inmersa en una relación tóxica. Las estadísticas dicen que la violencia viene de alguien que se conoce como la pareja, la expareja o alguien del entorno. El feminicidio es la máxima manifestación de la violencia y la prevención oportuna es importante para salir de ese ciclo, por eso nosotros trabajamos principalmente en prevenir la violencia”.
Laura Roca, directora y fundadora de Warmi Power, también es psicóloga y lleva practicando taekwondo por más de 25 años. Roca cuenta que gracias a los talleres que imparten muchas mujeres se dieron cuenta que estaban viviendo en un ciclo de violencia naturalizado y decidieron ponerle un alto.
Roca explica a detalle de qué manera enfocan los talleres: “La metodología de Warmi Power consiste en enseñarle a las mujeres en qué consiste el ciclo de la violencia, cuándo es violencia, en qué momento puedo reconocer que estoy inmersa en la violencia y cómo y cuándo alejarme de ese ciclo antes de que avance y (el agresor) comience con un empujón y luego los golpes”.
Las artes marciales pueden ser una respuesta ante la violencia
Warmi Power es una iniciativa independiente que comenzó a ejecutarse en 2015. “Iniciamos con la idea de que las mujeres puedan tener herramientas tanto psicológicas como físicas para poder defenderse: desde aprender a decir no a lo que nos lastima hasta poner un alto (a la violencia), algo que lastimosamente no nos enseñan desde pequeñas”, comenta Roca.
Nosa aclara que no se enseña a las mujeres a buscar peleas y a enfrentar a sus agresores con violencia, sino que les dan las herramientas para defenderse de defender de manera integral, desde lo parte emocional, psicológica y física. “La violencia no se resuelve con violencia, sin embargo, estar prevenida puede salvarnos la vida”, dice.
El psicólogo especializado en violencia intrafamiliar Mauricio Castillo explica a Bolivia Verifica que al ser subsumidas en el ciclo de agresión, las mujeres terminan paralizadas, con temor y aguantan por mucho tiempo al perpetrador.
“En la mayoría de los casos, los abusadores son los esposos, la pareja, y los familiares cercanos. Las mujeres no responden ante las agresiones por miedo, porque les enseñaron a no levantar la voz y a callarse cuando el hombre está hablando. Aprender a defenderse es el primer paso para evitar hechos violentos y los feminicidios”, remarca Castillo.
El especialista coincide en que este tipo de talleres de defensa personal integral pueden incrementar el autoestima de cualquier persona esta aprende a ver su cuerpo y su espacio personal son como “un templo que debe ser respetado”.
A nivel internacional, este criterio es compartido: en la edición del 8 de marzo de 2023 de la revista Global de la Universidad Nacional Autónoma de México se indica que aprender defensa personal puede ayudar a prevenir hechos de violencia.
“La defensa personal y la prevención son herramientas importantes para prevenir el acoso sexual y otros tipos de violencia. Es importante que las personas estén preparadas y sepan cómo reaccionar en situaciones de riesgo”, se lee en la revista.
Viajes en bus y lancha para llegar a miles de mujeres
Roca comenta que desde que Warmi Power vio la luz hace ocho años, más de 35.000 mujeres se beneficiaron con los talleres. “Hemos trabajado en toda Bolivia, estuvimos en colegios, universidades, diferentes empresas y comunidades. Muchas veces viajamos en bus más de 24 horas y en lancha más de cinco horas para llegar a diferentes comunidades alejadas donde nadie más llega”, relata.
Sin embargo, Warmi Power no solo trabaja con mujeres, sino también con varones y con la niñez. “Son aproximadamente 5.000 varones a los que hemos llegado y en este año nos hemos propuesto llegar a 10.000 niños, niñas y adolescentes, ya vamos casi por la mitad. Nosotras no estamos en contra de los varones, lo que queremos es que todas y todos podamos vivir en un mundo más justo, libre de violencia y que las mujeres puedan estar a salvo”, reflexiona Roca.
“Han venido a las comunidades y desde un principio dijeron que la violencia no se soluciona con violencia, pero si es bueno aprender a defenderse. Digamos que mi esposo me empieza a golpear, si yo sé algunas técnicas de defensa personal podría darle un golpe en el estómago o en otra parte del cuerpo y huir del lugar, denunciar la agresión y poner un alto de esa manera”, le contó a Bolivia Verifica Jhesmin Huanca sobre cómo aprende a defenderse en los talleres que le brinda la institución.
¿Cómo funciona Warmi Power?
“Warmi Power es una iniciativa totalmente independiente. No tenemos apoyo del Gobierno, ni de las autoridades; (solo) nos felicitan, nos dan premios y nada más. No hay un financiamiento. Recibimos cartas de distintos puntos del país y nos piden que lleguemos ahí, pero muchas veces por el tema económico no podemos hacerlo”, comenta su directora.
La iniciativa se sostiene gracias al apoyo de empresas privadas que contratan sus servicios para capacitar a su personal y como un bonus dan capacitaciones gratuitas a diferentes comunidades.
“Contamos con el apoyo de una ONG (Organización No Gubernamental) internacional que nos financia los pasajes, todo lo demás lo hacemos de forma voluntaria. Todos los que trabajamos ahí somos profesionales en distintas áreas como psicólogos, pedagogos, entrenadores, abogados y otros, somos alrededor de 10 personas”, expone la capacitadora.
Warmi Power es una empresa que brinda servicios de defensa personal integral: psicológica, emocional y defensa personal que cobra por sus servicios a las empresas a las que imparte talleres. También cuentan con un club donde dan clases de manera constante y cobran Bs 200 al mes a las mujeres mayores de edad y Bs 250 a niños y niñas.
“Esto nos permite pagar sueldos a nuestro equipo de trabajo, sostener la iniciativa y llegar a diferentes lugares para cumplir labor social con talleres totalmente gratuitos”, dice Nosa.
Nosa y Roca piden a las empresas y al Gobierno sumarse a esta iniciativa para poner un alto a la violencia. “Llegar a una empresa nos ayuda muchísimo a que podamos llegar a más comunidades y más personas. También hacemos un llamado a las autoridades a sumarse a esta iniciativa que es tan necesaria para prevenir bullying en los colegios y cualquier otro tipo de violencia”, afirma Roca.
Este reportaje fue elaborado en el marco del proyecto de apoyo a la investigación periodística, enmarcado en Periodismo de Soluciones (PdS), desarrollado por la Fundación para el Periodismo y Bolivia Verifica con el apoyo de la National Endowment for Democracy (NED).