Relaciones Bolivia-EEUU: analistas no prevén cambios profundos; creen que solo la política antidrogas de Trump podría marcar una inflexión

En criterio de cuatro expertos, para Estados Unidos, Bolivia es prácticamente «irrelevante», pero no descartan que temas como el narcotráfico y las diferencias ideológicas propicien alguna acción de parte del nuevo presidente.

Las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos han sido complicadas desde 2008 y en criterio de cuatro internacionalistas, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca no implicará un cambio drástico en ese sentido. Según los expertos, Bolivia es prácticamente «irrelevante» para el nuevo presidente, pero advierten que hay un tema que sí podría causar un punto de inflexión: la política antidrogas de la administración Trump.

Tras la polémica expulsión del embajador Philip Goldberg, quien hace 17 años fue acusado de conspiración por parte de Evo Morales, ambos países han mantenido solo relaciones a nivel de encargados de negocios, sin embajadores.

¿Qué se puede esperar en esta nueva etapa con Trump al mando de Estados Unidos? El diplomático Javier Viscarra sostiene que la asunción del republicano no parece augurar cambios significativos en la relación bilateral con el país. «Continuará siendo fría y distante, al menos mientras dure el gobierno de Luis Arce (…) Sin embargo, es posible que la situación cambie tangencialmente si la administración estadounidense adopta medidas más drásticas en la lucha contra el narcotráfico, un tema en el que Bolivia podría verse afectada de manera indirecta», dice.

Por ahora —añade Viscarra—, Bolivia no está en el radar de Trump. El experto en temas internacionales Jaime Aparicio tiene una lectura similar cuando dice que el Estado plurinacional es «irrelevante» en la política exterior del nuevo gobierno estadounidense, pero cree que las relaciones entre Whashington y La Paz se pueden complicar.

«Lo que pasa es que el gobierno de Bolivia ha subsidiado su política exterior. Lo que ha hecho el país es subordinar sus intereses a la política exterior de otros países, como China, Rusia Cuba y Venezuela», argumenta. Además, se refiere a la permisibilidad de Bolivia con el narcotráfico y las estrechas relaciones que ha tejido con Irán, lo que podría hacer que EEUU tenga una posición dura contra el Gobierno boliviano.

Para Liliana Oropeza Acosta, internacionalista y docente universitaria, las relaciones entre los dos países no van a cambiar mucho, pero advierte que el Gobierno de Trump puede ser más duro si de narcotráfico se trata. «Habrá que ver la política antidrogas de EEUU y no olvidemos que el gobierno de Bolivia reivindica la hoja de coca, independientemente de la erradicación de plantas de coca».

Este 20 de enero, día en que Trump asumió el poder, el gobierno de Bolivia reivindicó su política de relaciones bilaterales con todos los países «sobre la base del principio de no injerencia».

“Bolivia quiere tener y mantener relaciones bilaterales con todos los países, pero respetando los principios de no injerencia, el principio del respeto mutuo, al que nosotros agregaríamos la solidaridad y la cooperación”, afirmó la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón.

El internacionalista Andrés Guzmán considera que en Bolivia no existe la intención de mejorar las cosas o tratar de recomponer las relaciones con Estados Unidos porque «lamentablemente» prevalecen los intereses ideológicos y no los intereses nacionales.

«No creo que vaya a cambiar nada, las relaciones son frías, están deterioradas desde hace muchos años y la línea de Trump es mucho más dura que la de Biden. En consecuencia, esta relación se puede deteriorar más y puede que provoque un distanciamiento mayor por las diferencias ideológicas», analiza.

Relaciones comerciales entre ambas naciones

¿Qué tipo de relación comercial une a Bolivia y Estados Unidos? Según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Estados Unidos volvió a ser el primer importador de la producción nacional en 2023, con más de 3,2 billones de dólares, superando a China (2,6 billones) y a Alemania (1,5 billones).

«Hasta noviembre del 2024, las exportaciones bolivianas a Estados Unidos acumularon casi 251 millones de dólares», añade el IBCE pese que Bolivia y Estados no tiene relaciones diplomáticas con embajadores.

En criterio del gerente General del IBCE, Gary Rodriguez, con el nuevo gobierno estadounidense habrá «un antes y un después» para Latinoamérica, incluyendo Bolivia.

«Hago votos para que la diplomacia y el pragmatismo funcionen en nuestro país, porque la administración Trump será muy diferente no solo por todo lo anunciado ya en temas de migración y narcotráfico, así como en el campo económico y comercial, sino, también, por contar con un Secretario de Estado como Marco Rubio, de ascendencia latina».

Rodríguez dice que Trump sabe exactamente lo que quiere hacer, a dónde quiere llegar y cómo lo va a hacer, de tal manera que es todo un desafío llevar adelante una buena relación con la primera potencia económica a nivel mundial, mucho más ahora, cuando lo que más precisa Bolivia son inversiones y dólares.

Relaciones con América Latina

Luego de que Donald Trump asumió como el 47º presidente de Estados Unido, firmó una serie de órdenes ejecutivas que impactan directamente en América Latina, especialmente a México y Cuba. Entre las más importantes están:

Declaración de cárteles como organizaciones terroristas: Trump firmó un decreto que clasifica a los cárteles del narcotráfico mexicanos como organizaciones terroristas, lo que prohíbe a empresas y ciudadanos estadounidenses brindar apoyo material a estas entidades.

Emergencia nacional en la frontera: Anunció la declaración de una «emergencia nacional» en la frontera con México, enfatizando su intención de detener la inmigración irregular y deportar a inmigrantes indocumentados.

Recuperación del canal de Panamá: Trump reiteró su intención de «recuperar» el control del Canal de Panamá, lo que ha generado críticas y es considerado una medida provocativa.

Cambio de nombre del Golfo de México: Se ordenó iniciar el proceso para renombrar el Golfo de México como «Golfo de América», reflejando una postura nacionalista en la política exterior.

Aranceles y comercio: Aunque no se prevén conflictos significativos en términos comerciales con México debido al T-MEC, Trump ha amenazado con imponer aranceles elevados a las importaciones para presionar a otros países en temas migratorios y antidrogas. (1,2,3)

Durante una conferencia de prensa con periodistas, Trump afirmó que Estados Unidos no necesita a América Latina, sugiriendo que los países latinoamericanos dependen más de EEUU que viceversa. Esto refleja un nuevo enfoque transaccional en las relaciones exteriores (1).

Trump también mostró su intención de endurecer las políticas migratorias, lo que podría tener un impacto significativo en las remesas enviadas desde EEUU a países de la región (1).

En resumen, el inicio del segundo mandato de Trump está marcado por una agenda agresiva y plarizante hacia América Latina, centrada en temas de seguridad, inmigración y comercio.

El analista Andrés Guzmán considera que Estados Unidos quiere contener el avance de China en la región porque ha perdido bastante presencia en América Latina, principalmente en la última década, debido a que la potencia asiática ingresó con mucha fuerza en la región.

«Más que mejorar las relaciones con América Latina, es sacar a China de sus patio trasero y se prevé un reimpulso de las inversiones, por ejemplo en las fábricas de Tesla en Argentina y México, contra los vehículo eléctricos chinos que dominan el mercado».

Por diferentes razones, la región merecerá una mayor atención por parte de los Estados Unidos, no solo por razones de índole geopolítica o por el deseo de Trump de recatapultar la economía estadounidense, sino también, por razones de seguridad de Estado, añade.

Antecedentes

Donald Trump asumió como presidente de Estados Unidos este 20 de enero , tras ganar las elecciones a la demócrata Kamala Harris. Este evento marca su regreso a la Casa Blanca después de haber perdido la reelección en 2020, convirtiéndose en el primer expresidente en volver al cargo después de un intervalo de cuatro años desde Grover Cleveland.

Trump logró una victoria contundente, obteniendo 294 votos electorales, superando los 270 necesarios para ganar. Sus triunfos se registraron en estados clave como Carolina del Norte, Georgia, Pensilvania y Wisconsin, mientras que Harris obtuvo 223 votos electorales. Esta elección es notable no solo por el regreso de Trump, sino también porque él se convierte en el presidente más anciano en asumir el cargo al haber cumplido 78 años.

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