Promotoras comunitarias previenen y denuncian la violencia en zonas alejadas de Buena Vista

Comenzaron su labor hace una década y desde 2022 están reconocidas en la ley municipal de lucha contra la violencia de este municipio cruceño. Son el brazo operativo del Servicio Legal Integral Municipal (SLIM) y la Defensoría de la Niñez.

Las promotoras comunitarias junto al alcalde Teodoro Gonzáles (de blanco a la derecha).
Foto: Vida sin Violencia/ Solidar Suiza.

María Cristina Guzmán Chávez es una de las 10 promotoras comunitarias cuya misión es la prevención de la violencia machista y la violencia intrafamiliar en las zonas más alejadas del municipio cruceño de Buena Vista. En su comunidad, Virgen del Carmen, es reconocida y requerida por la población para orientar y tomar acción en diversos casos.

Ella tiene una década de experiencia en tratar esta problemática pues fue en 2014 que decidió ser parte de esta iniciativa, y desde entonces no se ha apartado ni un momento de esta misión no remunerada que convirtió en una forma de vida.

“Nuestro trabajo consiste en velar por el bienestar de las comunidades. A veces, como mujer o madre, una no tiene el conocimiento (de sus derechos) o el ánimo (para denunciar la violencia). Hay miedo de tomar acción cuando nos maltratan. Lo que buscamos es evitar eso, peor si hay niños”, reflexiona.

“Ya estoy mayor, pero hasta mi último suspiro voy a dedicarme a esto”, afirma la mujer de 59 años de edad. Las promotoras comunitarias son un grupo de voluntarias que se constituyen en el brazo operativo comunal del Servicio Legal Integral Municipal (SLIM) y la Defensoría de la Niñez en la lucha contra la violencia.

Esta cualidad está reconocida en una ley municipal, lo que hace de esta iniciativa sea única en su tipo, pero a la vez garantiza la sostenibilidad de su misión. En mayo de 2022, mediante una modificación al artículo 10 de la Ley Municipal 107 de Lucha contra la Violencia, las autoridades de esa comuna se comprometieron con el trabajo de estas guardianas de la seguridad de los niños, niñas y mujeres.

Proceso de capacitación a cargo de una promotora.Foto: Vida sin Violencia/ Solidar Suiza.

Qué dice la normativa

Dicha ley establece que tiene la finalidad de contribuir a la violencia mediante acciones individuales y colectivas de sensibilización, información, capacitación, orientación y contención en coordinación con el SLIM.

Al ser una instancia legítima de la comunidad, están autorizadas para remitir los casos que consideren necesarios a las instancias correspondientes, entre ellas el propio SLIM, la Defensoría y la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV).

Según la norma, son elegidas por la propia comunidad y la municipalidad las acreditará en función de su formación, experiencia y reconocimiento, pero además les brindará el apoyo técnico y logístico para desarrollar sus funciones.

“Hace años, a invitación de una amiga que trabajaba en la alcaldía, participé de una invitación de Plan Internacional para capacitarme y ahí aprendí muchas cosas. Luego, seguimos formándonos en distintos talleres gracias al programa Vida sin Violencia”, cuenta María Cristina.

Las autoridades ediles están conscientes de la importante labor que desempeñan porque debido a las limitaciones que tienen les cuesta llegar a zonas alejadas del municipio.

Buena Vista es capital de la provincia Ichilo del departamento de Santa Cruz y se ubica al noreste de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Un viaje de dos horas por carretera separa a ambos municipios. Según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística, este territorio autónomo tiene cerca de 13.000 habitantes.

“A través de los técnicos y las agencias de cooperación vimos necesario incluir en la ley a las promotoras comunitarias, que estaban prácticamente desamparas (…). Hay que darles las condiciones para realizar su labor”, explicó el concejal Isaías Sandoval.

Es por eso que el Gobierno Autónomo Municipal de Buena Vista, con el apoyo financiero de Solidar Suiza, desarrolló diversas actividades para darle continuidad a su trabajo. Además de las capacitaciones, les distribuyeron materiales que pueden usar para la prevención de la violencia en sus comunidades.

Estos materiales consisten en cartillas con información, dinámicas y juegos para hablar de la violencia machista, sus consecuencias y cómo prevenirla.

“La suya es una labor que se hace prácticamente ad honorem… sabemos muy bien que en nuestras comunidades es muy difícil el acceso inmediato a la Defensoría de la Niñez o el SLIM y ellas están más cerca del problema para la atención inmediata” dijo el alcalde Teodoro Gonzáles en un acto de distribución de estas herramientas.

 

La Red Valórate Mujer les dio un nuevo impulso

Aunque el trabajo que las promotoras comunitarias vienen desarrollando tiene muchos años, la activación de la Red ¡Mujer, valórate! —que construyó alianzas con prácticamente todas las instituciones públicas y privadas del municipio— le dio un nuevo impulso a su trabajo.

En esta nueva etapa, las habilidades de las promotoras comunitarias “fueron fortalecidas para contener a las víctimas, informar, sensibilizar y denunciar a las personas que ejercen la violencia en nuestro municipio”, dijo el secretario Ejecutivo de Buena Vista, Teófilo Mendoza.

En tanto que Delia Claros, directora del SLIM, valoró los logros de este valioso grupo de mujeres: “Estamos trabajando con comunidades a las que nunca se había llegado, por tanto, estoy muy agradecida con nuestras promotoras comunitarias”.

En el balance del trabajo desarrollado hasta ahora, María Cristiana considera que con sus intervenciones “hubo avances” en su comunidad. “Al menos ahora hay más respeto a las mujeres y los niños; uno que otro no quiere entender que ya no es como antes y hablo con ellos. “Gracias a Dios, nunca me han faltado al respeto y me han escuchado, aunque a veces los varones se enojan y nos reclaman de porqué nos metemos en sus vidas, pero luego entienden mi función, me ha ido bien”, dice.


María Cristina es madre, abuela, esposa y una gran líder de su comunidad.

Sin embargo, sí lamenta que un par de casos que tuvo que referir a instancias de la FELCV no hayan prosperado. Las autoridades dan mucha vuelta (en la atención de los casos) y la gente se cansa, pero además no tiene recursos para ir cada vez a ocuparse de sus casos. Si las autoridades no prosperan dan ganas de dejarlo, pero aquí seguimos y aquí seguiremos.

 

Este reportaje fue elaborado en el marco del proyecto de apoyo a la investigación periodística, enmarcado en Periodismo de Soluciones (PdS), desarrollado por la Fundación para el Periodismo y Bolivia Verifica con el apoyo de la National Endowment for Democracy (NED).

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