Unas 100 toneladas de papel desechado son acopiadas cada mes para darle nuevo uso

Decenas de recolectores de La Paz y El Alto son parte de esta cadena de reciclaje comprometida con el medio ambiente; la fabricación de papel demanda muchos recursos naturales y mucha energía.

La acopiadora de papel de Ramiro Gutiérrez en la ciudad de El Alto.

El papel es usado a diario y no solo en las escuelas, universidades u oficinas, también se emplea en espacios como la cocina, el baño, para empaquetar distintos productos, en los periódicos, entre otros. Para fabricar papel se talan árboles como materia prima y se emplean grandes cantidades de recursos como el agua y la energía eléctrica. Reciclar papel y cartón son actividades muy importantes que reducen la deforestación y contaminación del medio ambiente.

¿Cómo se fabrica el papel?

Los troncos de los árboles talados son descortezados y posteriormente triturados para convertirlos en pasta, de esta forma se obtiene la celulosa que es la materia prima del papel. Para su blanqueamiento se emplea cloro, pero además se requieren otros insumos. 

Para fabricar una tonelada de papel se emplean aproximadamente 17 árboles, 30.000 litros de agua, 1.500 litros de aceite y 4.000 kilovatios de energía por hora. El proceso genera gases tóxicos y alrededor de 30 kilos de sustancias que contaminan el medio ambiente.

Tala ilegal de 6,7 hectáreas de árboles a orillas del Surutú (Yapacaní, Santa Cruz), fuente: Cadecocruz.

 “La producción de papel es una de las principales causas de la deforestación. Alrededor del 35% de los árboles que son talados se utilizan con este fin. Si se consiguiera reciclar tan solo la mitad del papel que se produce se salvarían más de 80.000 km2 de bosques. Recordemos que los bosques son los pulmones del planeta, absorbiendo el dióxido de carbono y convirtiéndolo en oxígeno, en algunos casos la deforestación a causado verdaderos estragos en la Amazonia Boliviana”, se indica en la web del Ministerio de Obras Publicas Servicios y Vivienda.

A diferencia del vidrio, el papel no se puede reciclar indefinidamente, pero según su calidad, se puede reutilizar entre seis y 15 veces. Esta acción ayuda a preservar los bosques, se ahorran recursos naturales y se evita la producción de sustancias contaminantes.

El ambientalista Juan Tolaba explica  a Bolivia Verifica que los árboles limpian el aire que se respira a diario de compuestos nitrogenados peligrosos para los seres vivos. Asimismo, generan oxígeno y absorben dióxido de carbono, un gas pesado formado por diferentes factores contaminantes que es responsable del efecto invernadero.

Por estos motivos, recomienda aprovechar al máximo el papel: «Si deben imprimir, háganlo en ambas caras, no hagan margenes tan gruesos, trabajemos en toda la hoja de ser posible. Y los papeles como diarios viejos, hojas de carpeta, cuadernos, papel de regalo y otros no los boten a la basura, guarden todo eso y llévenlo al centro de acopio más cercano. Ademas de ganar unos cuantos pesos, estarán aportando al cuidado del medio ambiente que está muy deteriorado».

 

Al cuidado del medio ambiente y la generación de empleos

Ramiro Gutiérrez recicla todo tipo de papel y cartón desde hace 20 años, inició de a poco en un espacio pequeño y con cantidades reducidas del producto. Con el tiempo, estableció una acopiadora donde junta papel de oficina, cartones, periódicos, revistas, empaques y otros elaborados del mismo material.

Acude a distintas imprentas y editoriales, de donde recoge desechos de papel, es decir, sobrantes que quedan de los cortes, impresiones fallidas, entre otros. Todo este material sería desechado, pero Gutiérrez lo traslada a su centro de acopio para seleccionarlo.

Asimismo, compra los desechos de papel de aproximadamente 20 acopiadoras pequeñas ubicadas en distintos puntos de La Paz y El Alto, estas a su vez cuentan con personal que selecciona el papel y lo compra a la ciudadanía en cantidades menores. También realiza viajes a Oruro y a otros lugares del interior del país, de donde adquiere su materia prima. 

Todo el material es trasladado a su centro de acopio y después de seleccionarlo lo introduce en una prensa para ser compactado y formar fardos. Luego, estos son trasladados a plantas de producción ubicadas en La Paz y Cochabamba. A continuación se puede ver un poco de este proceso.

“Este papel lo utilizan en la planta industrial de papel higiénico, de aquí, de esto que se acopia, sale el papel (de las marcas) Excélsior y Súper. Del cartón fabrican las rodelas que son los conitos donde viene envuelto el papel higiénico”, menciona Gutiérrez. 

En su centro de acopio se logra reunir y compactar un promedio de 100 toneladas de papel en desuso cada mes. Y todo es posible gracias a la cadena de recolección en la que participan cientos de personas dedicadas a esta actividad.

De esta manera se generan ingresos que permiten el sustento de sus familias. En anteriores reportajes, Bolivia Verifica informó que, según datos del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (Inesad), solo el 15% de los bolivianos (aproximadamente 1.682.400 personas) tiene una fuente de empleo formal con salario fijo, seguro de salud, incremento salarial, vacaciones y otros.

El 85% restante (unos 9.533.600 de personas) está en el sector informal y tiene que buscar alternativas como la que describimos en esta nota, el comercio, trabajos esporadicos y otros.

Parte de la cadena de acopio de papel son las Recicladoras en Acción, con más de 25 integrantes, y las EcoWarmis, con un número similar de asociadas, la mayoría son de la tercera edad y mujeres que tuvieron que afrontar la maternidad solas por la irresponsabilidad de los padres.

La mayoría de ellas no pudo conseguir empleo por falta de oportunidades y optaron por esta ocupación. Cada día, recorren distintas calles de las ciudades de la Paz y El Alto recogiendo papel, botellas pet, fierros, nylon y todo tipo de materiales reutilizables que después venden a las acopiadoras para sustentarse.

La pandemia les golpeó duro y la competencia es dura 

La paralización de actividades debido a la cuarentena por coronavirus en 2020 también afectó a Gutiérrez quien refiere que antes reciclaban mayor cantidad de papel en desuso y contaba con 15 empleados que se encargaban de seleccionar y enfardar el papel.

Actualmente, solo cuenta con tres trabajadores e indica que el precio de papel ha caído debido a que las empresas prefirieron importar materia prima más barata de Perú. “A raíz de eso nosotros hemos bajado la producción, ahora nos estamos recuperando de a poco porque los precios subieron en el exterior y por tanto, las empresas están comprando (nuevamente) el papel reciclado local”, comenta.

Esta situación también tiene un efecto adverso en las personas que proveen el material recolectado, pero las alianzas se mantienen.

Una llamado de atención

Gutiérrez dice que trabaja arduamente a diario con la intención de poder generar más empleos y a la vez aportar al cuidado ambiental. Pero, lamenta que este tipo de emprendimientos no reciben ningún tipo de apoyo de la Alcaldía, la Gobernación ni del Gobierno central. 

A pesar de las dificultades que se le atravesaron en el camino, Gutiérrez no se rinde e indica que seguirá aportando con su granito de arena «para hacer un mundo más verde». Quienes tengan una acopiadora pequeña y deseen contactarse con Gutiérrez para venderle papel en desuso pueden llamar al 71215756. 

Este reportaje fue elaborado en el marco del proyecto de apoyo a la investigación periodística, enmarcado en Periodismo de Soluciones (PdS), desarrollado por la Fundación para el Periodismo y Bolivia Verifica con el apoyo de la National Endowment for Democracy (NED).

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