Alianzas estratégicas permiten a los Colectivos TLGB recibir atención integral y ejercer mejor sus derechos

Estas instituciones brindan apoyo legal, psicológico, médico y formación y capacitación laboral de manera gratuita. Para eso, llegan a acuerdos con entidades públicas y privadas.

Rodrigo (nombre ficticio) cuenta que fue despedido de su trabajo sin justificación, pero el sabe que la decisión fue tomada luego de que se enteraron que es gay. Andrea (nombre ficticio) la pasa mal en la universidad, donde se siente discriminada por varios de sus compañeros y sus docentes solo por ser lesbiana. Y Antonela no puede conseguir un trabajo porque es trans; donde se presenta es rechazada de inmediato sin siquiera pasar una evaluación de capacidades.

Pese a que esta forma de violar derechos humanos es una esta constante, un estudio realizado en 2021, dio cuenta de que solo una de cada 10 víctimas de odio por homofobia o transfobia se animó a denunciar el hecho; el resto se mantiene en silencio para no revelar su identidad.

Cristofer Quiller, presidente del Colectivo TLGB (Trans, Lesbianas, Bisexuales y Gays) de La Paz, le dice a Bolivia Verifica que con el paso de los años y pese a los avances normativos, esta situación no ha cambiado y que aún existen todo tipo de agresiones y actitudes discriminatorias en contra de las personas con diversa identidad sexual.

Por esta razón, el Colectivo TLGB se ha organizado en varias regiones del país y ha tejido alianzas con diversas instituciones públicas y privadas para brindar soporte integral a todas las personas que lo necesiten, a fin de que puedan ejercer plenamente sus derechos.

¿Qué hace el Colectivo?

Las áreas de intervención son diversas, como atención médica general, soporte legal, control de infecciones de transmisión sexual (ITS), incidencia política y liderazgo, promoción de los derechos humanos y otras.

Pero debido a dos sentidas necesidades inciden mucho en la salud mental, psicológica y emocional y en el fortalecimiento de sus habilidades para promover emprendimientos económicos y facilitar su inserción laboral en el mercado.

En el siguiente video, Quiller y el presidente del Colectivo TLGB de Bolivia, Rodolfo Vargas, explican más sobre la labor que realizan.

¿Cómo lo hacen?

Vargas y Quiller explican que todo el trabajo está basado en el voluntariado, que no son una ONG (Organización No Gubernamental). Sus dirigencias se eligen democráticamente mediante voto cada dos años y cuentan con carteras para la presidencia, hacienda, juventudes y otras. 

“Nosotros no recibimos ningún tipo de salario o remuneración, no tenemos una oficina. Como presidente del Colectivo a nivel nacional, brindo mi tiempo de manera voluntaria y ese es el compromiso con la defensa de los derechos. Realizamos todas las actividades en alianzas. Cuando uno hace el trabajo en solitario, muchas veces no consigues un impacto grande, pero cuando lo haces con organizaciones aliadas sí se logra un mejor impacto”, dice Vargas.

Quiller expone los mismos argumentos y añade que de no haberse organizado para velar por sus derechos, muchas personas se quedarían sin el soporte necesario, que en muchos casos puede resultar de vida o muerte.

Desde El Alto, la presidenta del Colectivo TLGB Andy Alanoca aclara que que no tienen un presupuesto para financiar sus actividades, razón por la que los convenios con otras organizaciones resultan claves. Por ejemplo, si una ONG realiza un proyecto para beneficiar a un sector, los integrantes del Colectivo TLGB pueden ser parte beneficiaria.

Algunas áreas en las que brindan apoyo

• Capacitación y apoyo laboral:

Cada año, realizan distintos talleres que fomentan el emprendimiento, con el propósito de que las y los miembros de sus población desarrollen alguna actividad que les permita generar ingresos económicos propios.  

“Muchas y muchos no tienen trabajo o se quedaron sin empleo después de la pandemia y se dedicaron al comercio informal. Entonces, hay que darles las herramientas para poder hacer de su negocio algo mucho mejor, convirtiéndose en micro y pequeños empresarios. Esto lo hacemos en coordinación con algunas organizaciones”, dice Quiller.

Una de las organizaciones a las que se refiere el activista es la Fundación Munasim Kullakita, que recibió varios proyectos de los miembros de los colectivos TLGB y les brindó apoyo en forma de maquinaria y otras herramientas de trabajo y en algunos casos capital semilla para que puedan iniciar sus actividades.

Otra manera que tienen de promover la inserción laboral es gestionar con diversas entidades la contratación de personas TLGB en algunas áreas. Una vez que esto se consigue, hacen seguimiento a cada caso para evitar que sus derechos sean vulnerados. En estos casos, son muy discretos en el manejo de la información personal, en función del interés de cada persona.

• Actividades, talleres y charlas relacionadas a la salud física y mental:

Continuamente desarrollan diversas charlas y talleres sobre alcoholismo, ITS y VIH-sida y depresión. En estas áreas cuentan con el apoyo de los gobiernos municipales, el gobierno central, ONGs y otras instituciones.

Debido al rechazo y la discriminación, el Colectivo ha detectado preocupantes índices de depresión y alcoholismo entre su población, por lo que trabajan intensamente en esto. Los testimonios de Rodrigo, Antonela y Andrea dan cuenta de esta problemática.

“La discriminación no solo está afuera, también está en la casa. Mis hermanos me golpeaban y mi papá me envió al cuartel a la fuerza pensando que iba a cambiar. En el colegio también fui agredido por compañeros y profesores, cuando me quejaba nadie me hacía caso y se burlaban de mí, no sabía a quién podía acudir o dónde pedir ayuda”, cuenta Rodrigo.

Para Antonela, que inició su transición desde muy joven, la vida tampoco ha sido sencilla pese a que ella sí cuenta con el apoyo de su familia. Sin embargo, los problemas surgieron cuando trató de conseguir un empleo y llevar una vida como los demás: la sociedad mostró entonces su peor rostro.

“Llevo años buscando trabajo y podría trabajar de lo que sea porque soy bastante diestra, pero nadie quiere contratarme solo porque soy trans. Incluso una señora me dijo que si me contrata me tengo que vestir como hombre y tratar de no llamar la atención. Por eso decidí estudiar gastronomía para poner mi propio restaurante”, comenta.

Por su parte, Andrea estudia la carrera de Trabajo Social y dice que más de la mitad de sus compañeras de curso no le dirige la palabra y la hacen a un lado solo por ser lesbiana. “Antes hablábamos normal, pero desde que se enteraron de mi orientación sexual me hacen a un lado, no quieren hacer grupos de trabajo y hasta a mis espaldas me insultan diciendo que soy un marimacho, machorra y otras cosas feas e hirientes”.

Los otros talleres y servicios que presta el Colectivo están destinados al fortalecimiento de las habilidades en oratoria y liderazgo, pero también se trabaja mucho en incidencia política, para impulsar cambios desde el ámbito público.

• Apoyo en el área legal:

Ante hechos de violencia, discriminación y otros similares, los aliados brindan apoyo a las víctimas de manera inmediata, con abogados voluntarios que son reclutados regularmente con este fin. También se recurre a la Defensoría Del Pueblo y si fuera necesario se realizan movilizaciones o plantones de apoyo .

“Tenemos que denunciar cuando nuestros derechos son vulnerados. Este año estamos con cinco procesos penales, dos ya están ejecutoriados con sanción de cárcel por haber cometido irregularidades contra nuestras poblaciones. No pedimos beneficios extra, queremos que todo lo que es legal se cumpla”, dice Quiller. 

¿Cómo se puede ser parte de estos Colectivos?

Quienes quieran afiliarse a nivel municipal o departamental, deben contactarse con el número, 79107639 o a través de sus redes sociales haciendo clic aquí, presentar una fotocopia de su carnet de identidad, llenar un formulario y pagar simbólicamente Bs 20 cada año. El dinero que se reúne se emplea para desarrollar varias actividades a lo largo de la gestión.

Los afiliados se enteran de las actividades con mayor prontitud y varias veces son beneficiados. Sin embargo, estar afiliado no es un requisito indispensable para recibir el apoyo de los Colectivos. 

Mil afiliados en todo el país

Vargas indica que a nivel nacional ya tienen aproximadamente 1.000 personas afiliadas. Lo hicieron de manera directa o a través de las organizaciones que se formaron en cada departamento.

Por ejemplo, Alanoca cuenta que el Colectivo TLGB de El Alto nació en septiembre de 2010 impulsado por varias organizaciones y grupos de personas con distinta identidad sexual. Actualmente, cuenta con ocho familias afiliadas de entre cinco y 15 miembros cada una y 30 personas independientes, es decir que no pertenecen a ninguna agrupación. 

Por su parte, Quiller indica que el Colectivo TLGB de La Paz es el más antiguo del país, tiene más de 50 años. En un inicio se llamaba asociación de colectivos, pero desde hace 15 años cuentan con personería jurídica que los reconoce con su nombre actual. En este departamento cuentan con cinco organizaciones afiliadas y también miembros 30 independientes.

Algunos inconvenientes y dificultades en el camino

«El mayor enemigo es externo, es la homofobia, el odio, la intolerancia, la falta de respeto a nuestros derechos», dice Quiller, quien lamenta la mala actitud de la ciudadanía que no les reconoce como sujeto de derechos.

Las y los representantes de este sector, coinciden en la importancia de que las políticas públicas apunten a una educación inclusiva, que fomente la vida en democracia. Llaman la atención sobre el rol de las iglesias, que no contribuyen al respecto y, por el contrario, promueven la intolerancia.

Pero admiten también que las disputas internas y la falta de comprensión por parte de algunos miembros amenazan con debilitar su movimiento. Por ello, llaman a trabajar en unidad, con un mismo objetivo desde todos los frentes.

La población TLGB no pide aceptación ni tolerancia, exige respeto. Tanto Alanoca, como Quiller y Vargas coinciden en que no piden un trato especial, diferenciado ni beneficios extra, sino un trato igualitario y con justicia social.

Este reportaje fue elaborado en el marco del proyecto de apoyo a la investigación periodística, enmarcado en Periodismo de Soluciones (PdS), desarrollado por la Fundación para el Periodismo y Bolivia Verifica con el apoyo de la National Endowment for Democracy (NED).