Las conservadoras hechas de cáscara de coco son una alternativa al contaminante plastoformo

El poliestireno expandido en desuso va a parar a vertederos, lagos y mares donde puede matar animales y si se quema desprende gases tóxicos que destruyen la capa de ozono. En Bolivia es posible desarrollar estos productos que ya se fabrican en otros países.

A la izq., conservadora hecha de plastoformo; a la der., conservadora hecha de cáscaras de coco.

El plastoformo es utilizado a diario en distintas áreas como la construcción, el comercio e incluso la cocina porque varios utensilios donde se sirven los alimentos están elaborados de este material. Es liviano, barato y bastante accesible, pero contamina demasiado. El coco se convirtió en una alternativa ecológica para reemplazar, en parte, este material. En esta nota te contamos cómo.

Su nombre real es poliestireno expandido, aunque también se lo conoce de distinta manera según la región, por ejemplo, en Argentina le llaman telgopor, en Colombia icopor, en México Unicel y en España poliespan, corcho blanco o hielo seco.

Según la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco en México, este material fue descubierto en 1831 como un líquido incoloro llamado estireno, que fue aislado por primera vez de la corteza de un árbol. Después se sintetizó a nivel industrial en 1930, y a finales de 1950 una compañía alemana llamada BASF desarrolló e inició la producción del poliestireno expandido bajo su marca Styropor.

La institución académica también indica que el poliestireno expandido es químicamente inerte, es decir que no es degradable, no se descompone, ni se desintegra y puede ser un problema ambiental si no se recicla. Cuando está en desuso va a parar a vertederos de basura, mares y lagos y otras áreas donde puede ser devorado por animales.

En el caso de los peces, comen el material y mueren o van a parar a los platos como parte de los alimentos que , lo que es malo para la salud. Si el material se incinera genera gases químicos que contaminan altamente el medio ambiente y destruyen la capa de ozono.

En la industria se mezclan pequeñas perlas de poliestireno con distintos químicos. Con este procedimiento cada una de las perlas incrementa su temperatura y aumenta 50 veces su volumen. Al bajar el calor se puede moldear en platos, charolas, vasos, etc. Actualmente se fabrica a gran escala en distintos países, es derivado del plástico y del petróleo.

Las conservadoras térmicas son muy populares y ayudan a conservar alimentos, bebidas o medicinas manteniendo la temperatura en su interior. Las más accesibles se elaboran con poliestireno expandido.

Francisca Ticona tiene su puesto de venta de comida en cercanías de la Universidad Pública de El Alto (UPEA) y comenta a Bolivia Verifica que tiene dos conservadoras grandes de plastoformo. Una de ellas es utilizada en las mañanas para vender rellenos y tucumanas; la otra se emplea en la tarde para comercializar helados. Asimismo, dice que por las noches utiliza vasos desechables de ese material para vender café, quinua con leche y chocolate caliente.

“Esta conservadora me mantiene los rellenos calentitos toda la mañana y esta otra me ayuda a mantener fríos los helados, así no se derriten. Antes, en las noches usaba vasos desechables normales de plástico, pero los clientes me han pedido que use los de plastoformo porque ayuda a mantener caliente el cafecito y además es más durito y pueden agarrar tranquilos, no se queman las manos”, cuanta.

Ticona explica que cada año cambia al menos tres veces sus conservadoras porque se aplastan y deforman. Ella asegura no sabía que el plastoformo era contaminante y que si existiera otro material alternativo que no contamine ni costoso, lo usaría sin dudar.

Una alternativa al plastoformo

La empresa filipina Fortuna Cools elabora conservadoras de distintos tamaños y tipos a base de cáscaras de coco y plástico reciclado. De esta manera evitan el uso de poliestireno expandido y le hacen frente a la contaminación. Algunos de sus productos también son plegables, esto es una novedad para ahorrar espacio y se diferencia de las conservadoras tradicionales. 

¿Cómo se fabrican estas conservadoras?

Fortuna Cools recolecta las cáscaras de coco de granjas locales, las corta y se dejan secar aproximadamente una semana. Después de este tiempo son llevadas a una máquina especial que las corta finamente para crear fibras que son apiladas y luego tejidas con el propósito de formar placas de aislamiento que se utilizan para elaborar las conservadoras térmicas.

Estas placas están forradas con materiales sintéticos elaborados a partir de botellas plásticas recicladas. Según el sitio web especializado en datos Statista, Filipinas es el segundo país, después de Indonesia, con mayor producción de coco y sus derivados a nivel mundial. 

Fortuna Cools describe que las cáscaras de coco son desechadas a la basura o se queman generando humo que contamina el medio ambiente. “Los refrigeradores Fortuna están aislados con fibra de cáscaras de coco que normalmente se queman como residuo. Al utilizar materiales reciclados, Fortuna previene las emisiones de CO2 y el humo nocivo para la salud”, se lee en su web.

Ayuda a la economía local

Dicha empresa apoya a los pequeños agricultores locales y a sus comunidades comprándoles las cáscaras de coco. De esta manera les proporcionan una fuente adicional de ingresos económicos.

¿Cómo nació la idea?

La idea proviene de un proyecto de posgrado, empleado en un pueblo pesquero de Filipinas, que consistía en mejorar el envasado de pescado. El problema era que más de 300.000 conservadoras de plastoformo circulaban en el comercio interno de productos de mar y cada una de ellas solo duraba cuatro viajes antes de ser desechada y reemplazada.

Las neveras portátiles desechadas se acumulaban masivamente en los vertederos de basura y muchas de ellas iban a parar al mar. Por otra parte, los pescadores invertían mucho dinero en conservadoras frágiles y desechables, pero no tenían otra alternativa.

Las conservadoras de Fortuna Cools fueron diseñadas pensando en los pescadores de atún locales para que conserven su pesca y no se estropee bajo el sol. Según la empresa, sus productos son duraderos, refrigeran mejor que los convencionales, son plegables, fáciles de transportar y evitan la contaminación ambiental. En 2018 se creó la empresa y comenzó a producir de manera masiva.

Se podría desarrollar en Bolivia

El ingeniero en producción de alimentos y agrónomo, Francisco Alanoca, recordó a Bolivia Verifica que el país también es productor de coco. Si bien no se produce a gran escala, la fruta tropical aparece continuamente en distintos mercados a nivel nacional. “El país tiene bastante coco; en Caranavi, Palos Blancos, Santa Cruz y otros se ve esta planta en sus distintas especies, muchos incluso la tienen en su jardín”.

La ingeniera agrónoma Mónica Cruz comentó a nuestro equipo de prensa que existen varias familias en el país que plantan y cultivan coco como planta de agricultura. “El que más se cultiva es el coco que tiene poca agua y más pulpa, este es conocido como almendrón, se deja secar y de ahí se extrae aceite de coco que se emplea en la cosmética para cremas, perfumes, shampoos, también para repostería y otros como el coco rallado”.

Para ambos expertos, la idea de reciclar las cascaras de coco para elaborar conservadoras es positiva. “Mi trabajo es en distintas comunidades de Pando y ahí hace calor, como siempre estoy en movimiento, me llevo mi conservadora pequeña de plastoformo para carnes, mantener frías las bebidas. Pero, en los viajes ocupa mucho espacio, se aplasta y se rompe constantemente. Me gustaría tener una conservadora plegable y si además es amigable con el medio ambiente la compraría sin dudar y hay mucha gente en mi situación, sobre todo el sector pesquero”, dijo Cruz.

Por su parte, Alanoca mencionó que no vio conservadoras ecológicas en el país y considera que la idea podría ser parte de un trabajo académico. “Ahí hay una muy buena solución para reciclar y aprovechar la gran cantidad de cáscara o corteza de coco que se genera en el país. Este podría ser un muy buen tema para una tesis de grado”.

Un peligro para la salud

¿Conservar alimentos en plástico o plastoformo representa riesgos para la salud? Esta pregunta fue realizada a la nutricionista y dietista María Espejo. La experta respondió de la siguiente manera.

“Aparte de la contaminación, no existe problema en conservar alimentos fríos en conservadoras hechas con plastoformo. El problema es cuando se conserva alimentos calientes. La temperatura hace que se desprendan químicos y otros compuestos volátiles que pueden ser perjudiciales para la salud”.

Asimismo, recomendó no consumir alimentos calientes en plástico desechable ya que de esa manera se estaría ingiriendo parte del material.

“No recomiendo consumir ningún tipo de alimento o bebida caliente en platos o vasos de plastoformo, menos en bolsas desechables. Tenemos que cambiar de hábitos y consumir los alimentos en el lugar o llevar tuppers y termos si queremos pedir comida para llevar, no es por capricho es por salud”, mencionó.

La maestra Elsa Olivares, licenciada en nutrición y académica de la Universidad de Guanajuato Campus León, le dijo a la verificadora Animal Político que el poliestrireno expandido cuando entra en contacto con el calor se considera cancerígeno.

“El unicel es poliestireno expandible y el estireno se considera carcinogénico, esto porque genera diotoxinas y otros compuestos químicos que se activan en presencia de calor y entran al cuerpo humano junto con la comida. Entonces, lo que se ha visto con el unicel es que tiene una capacidad de reaccionar de forma ignifugante, es decir, que desprende sustancias químicas tóxicas cuando están sometidos al calor”, indica Animal Político.

El siguiente video elaborado por Business Insider muestra el procedimiento que se realiza para convertir las cáscaras de los coco en conservadoras.

Este reportaje fue elaborado en el marco del proyecto de apoyo a la investigación periodística, enmarcado en Periodismo de Soluciones (PdS), desarrollado por la Fundación para el Periodismo y Bolivia Verifica con el apoyo de la National Endowment for Democracy (NED).