Abandono de niños del área rural hospitalizados en el Viedma baja casi a cero desde que sus padres reciben ayuda

Hace 16 años, los familiares de las y los pacientes debían pernoctar en el piso del nosocomio o en la calle; hoy tienen una cama y alimentos para sobrellevar la jornada. El albergue es de muy bajo costo y necesita aportes para operar.

El comedor donde parientes de niñas y niños internados reciben alimentación diaria.

David Ovando

Esta historia está situada hace 17 años: son las 06:00 en una sala del oncológico infantil en Cochabamba, Fabio (nombre ficticio de un niño con enfermedad terminal) libra sus últimas batallas contra el cáncer y lo hace sin compañía.

Tras meses de tratamiento, sin dinero, casi sin comer y durmiendo cada noche en la calle, sus padres decidieron regresar a su lugar de residencia, en el área rural. El plan era retomar sus actividades, generar algo de dinero y regresar, pero la enfermedad le gana a Fabio.

Durante años, cientos de niños y niñas y pasaron por lo mismo mientras permanecían internados en el hospital, lo que también era un drama para sus familias. Es por eso que hace 16 años, el Movimiento Sonrisa —una asociación civil sin fines de lucro— decidió crear el Albergue Sonrisa, un centro de acogida para familiares de pacientes que funciona en el Complejo Hospitalario Viedma.

Miles de cochabambinos de las 16 provincias del departamento con un diagnostico grave y que requieren los servicios de un hospital de tercer nivel son derivados cada año a este nosocomio.

El arribo a la ciudad capital es en compañía de los suyos, pero en la mayoría de los casos, en condiciones precarias. En el pasado, ver a los familiares dormir en el suelo del propio hospital o en las acercas de la calle estaba casi naturalizado, pero esta iniciativa les ayuda a sobrellevar la crisis.

Desde hace casi dos décadas y pese a las complicaciones económicas, el Albergue Sonrisas les ofrece una cama, alimentos, áreas de aseo y también les colabora con medicamentos para el enfermo. Pero lo más importante es que el abandono de niñas y niños en tratamiento se ha reducido casi a cero.

Uno de los ambientes donde los alojados descansan por la noche.

La coordinadora del Movimiento Sonrisa, Cintya Lejsek, explicó a Bolivia Verifica, que el proyecto cumplió, en un corto plazo, con una de sus metas: reducir el abandono familiar a los pacientes, principalmente a niños y niñas que son atendidos en el hospital del Niño Manuel Ascencio Villarroel, uno de los cuatro hospitales del Complejo Hospitalario Viedma.

A 16 años de la ejecución del proyecto integral del albergue (2007), el número de niños y niñas abandonos se redujo de 15 por año a casi cero en 2023, salvo casos aislados, que no tienen que ver con la necesidad del cobijo.

«Según datos de algunos médicos del Viedma, era normal que cada año al menos 15 menores de edad fueran abandonados por sus familiares, un grave problema social en Cochabamba, pero que ahora fue resuelto para alegría de muchos pacientes, principalmente del área rural», afirmó.

Un informe del Movimiento Sonrisa de 2004 confirma que la situación en aquella época obligaba a madres y padres de familia a dormir en el suelo, junto a las camas de sus niños. Por las noches deambulaban, muchas veces sin probar alimentos todo el día, por los predios del hospital.

«También es usual observar que los padres de familia traen consigo a sus otros hijos o familiares, quienes deben enfrentar las mismas condiciones de hambre e insalubridad», añade el informe.

El edificio del albergue

Bolivia Verifica visitó la posada, que funciona en un edificio antiguo de dos planta en el sector suroeste del Complejo Hospitalario Viedma, sobre la calle Oquendo y avenida Aniceto Arce, y conoció los espacios habitacionales para dar a las familias «un servicio con el calor de una casa familiar».

La planta baja tiene un ambiente grande, en la que funcionan los baños, una cocina y dos habitaciones, donde se distribuyeron los refrigeradores y un horno, que en los últimos meses, se ha convertido en una panadería.

La panadería del albergue. Los hospedados cooperan.

En la parte superior existen 10 camas de dos pisos, tanto para mujeres como para varones, por secciones.

Las estadísticas del Albergue Sonrisas señalan que en promedio existen 15 personas que se alojan cada día y que los beneficiarios reciben un desayuno, almuerzo y cena, además de que pueden participar de otras actividades como la panadería para obtener recursos económicos propios.

¿Cómo se financia?

La coordinadora del Movimiento Sonrisa informó que el costo para ingresar al albergue es de cinco bolivianos (bs 5), que es absolutamente voluntario, ya que las personas que no tienen ese dinero, igual se pueden beneficiar con los servicios por el tiempo que su familiar se quede en el hospital para cumplir con su tratamiento.

Además, en el lugar se les dota de productos de higiene, como papel higiénico, jaboncillo, shampoo, lavavajillas y otros.

El proyecto requiere de 250 bolivianos semanales para funcionar y otorgar a los familiares de los pacientes los servicios de alimentación y alojamiento, sin contar los servicios básicos de electricidad, agua y gas. Sin embargo, este monto, que es el mínimo, puede variar en función de las recaudaciones que se realizan periódicamente.

La institución recibe donaciones de entidades locales e internacionales y de personas privadas que deseen colaborar.

En un trabajo conjunto de reciprocidad, las familias se organizan en grupos de trabajo por turnos, para preparar el desayuno, el almuerzo y la cena, además de las tareas de limpieza.

El hospedaje pone todos los productos y artículos para preparar los platos cada 24 horas, en función a una planificación de un menú semanal.

Trabajo de voluntarios

El Movimiento Sonrisa es una organización sin fines de lucro (con personería jurídica de la Gobernación de Cochabamba 365/02), que administra el albergue desde 2007.

Su directiva está conformada por siete miembros y tiene más de 100 voluntarios, pero no todos le dedican el mismo tiempo de trabajo.

«La pandemia redujo el trabajo de los voluntarios, pero nos estamos recuperando y hoy tenemos nuevos voluntarios con mucho entusiasmo para trabajar en los proyectos del Movimiento Sonrisa», dijo Lejsek.

Antecedentes de la iniciativa

Uno de los fundadores del Movimiento Sonrisa y por ende de El Albergue, Leonardo de la Torre Ávila, recordó a Bolivia Verifica, que en esos momentos (2007), la ayuda para los pacientes y sus familiares era insuficiente, pero siempre primó la gratitud y la solidaridad, el amor y la voluntad de un grupo de jóvenes, que permitió alcanzar resultados positivos en la adversidad.

De la Torre Avila explicó que los primeros estudios, realizados en 2003 y 2004 por miembros del Movimiento Sonrisa y un equipo interdisciplinario conformado por médicos y psicólogos, pudo comprobar serias dificultades que los familiares del paciente internado sufrían debido a su falta de recursos económicos, la distancia entre su lugar de procedencia y el hospital y las carencias estructurales del sistema de salud en general.

– 85% no tenía recursos para la comida.
– 90% no podía acceder a instalaciones de aseo (duchas).
– 70% no tenía acceso a servicio higiénico (baños).
– 25% acusaba recibir un mal trato de parte del personal del hospital.

 

Imagen de 2003: madre duerme en el suelo del hospital, al lado de su hijo.

Estos problemas, identificados en el estudio, permitieron diseñar los primeros componentes para elaborar el proyecto de el Albergue Sonrisas, que hoy es una realidad y que beneficia a más de 15 personas cada día.

¿Cómo ayudar al Movimiento Sonrisa?

1.- Puedes ser un voluntario activa asistiendo al hospital de forma regular y dándoles a los niños y niñas un tiempo para mejorar su calidad de vida, durante el tratamiento médico.
2.- Puedes ser un voluntario pasivo ayudando en la recaudación de dinero, juguetes y ropa y en los festejos del Día del niño y la Navidad.
2.- También puedes ayudar a las familias de estos niños colaborando en las tareas de El Albergue, (cocina y capacitación)
3.- Puedes ayudar participando de nuestras actividades, rifas, reuniones, bingos y cualquier otro evento que ayude a recaudar fondos para los niños.
4.- Puedes también contribuir económicamente, en la medida de tus posibilidades, para la compra de medicamentos y otros exámenes clínicos necesarios para la recuperación de los pacientes. Estos aportes son totalmente voluntarios.

Invita a tu familia y amigos a ser parte del Movimiento Sonrisa. (Fuente https://edu225movimientosonrisa.blogspot.com) Celular de referencia: 70714833

Este reportaje fue elaborado en el marco del proyecto de apoyo a la investigación periodística, enmarcado en Periodismo de Soluciones (PdS), desarrollado por la Fundación para el Periodismo y Bolivia Verifica con el apoyo de la National Endowment for Democracy (NED).

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