Una app conecta a cientos de personas para que un recolector vaya por material reutilizable a tu casa u oficina

La herramienta se llama «Yo Reciclo Bolivia» y está disponible en App Store. Es operable en Santa Cruz de la Sierra y la finalidad es reducir el impacto ambiental de los desechos y mejorar los ingresos económicos de las y los recolectores.

J. Alexis Candia Pedraza

«El Uber del reciclaje». Con este eslogan, la Fundación Amigarse, Swiss Contact y la Fundación Trabajo Empresa desarrollaron en 2021 la aplicación (app)  Yo Reciclo Bolivia, por medio de la cual cualquier persona, institución o empresa pueden solicitar el recojo de materiales reciclables y así contribuir a la recuperación de residuos y combatir la acumulación de desechos en la ciudad más poblada de Bolivia: Santa Cruz de la Sierra.

Esta herramienta permite a las personas interactuar según sus intereses y necesidades, por tanto, no solo pueden registrarse aquellas que quieran entregar los residuos que tengan acumulados en casa o la oficina, sino que también participan recolectores y asociaciones de recolectores.

Al momento, la aplicación móvil posee 1.500 usuarios, entre personas que reúnen residuos plásticos en sus domicilios u oficinas y recolectores que se llevan esa materia prima a solicitud. Este vínculo es el motor de llamada economía circular y también le permite a los recolectores mejorar sus ingresos.

«De esa forma también contribuimos a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero(GEI), contribuyendo a tener una ciudad más saludable y sostenible», se lee en la descripción de la app disponible en Play Store.

Capturas de pantalla al momento de usar la app por primera vez.

Esta iniciativa da respuesta, al menos de manera parcial, a un gran problema urbano, pues según datos de la Empresa Municipal de Aseo de Santa Cruz (Emacruz), cada día, entre 1.600 y 1.800 toneladas de residuos son enviados al vertedero municipal.

Los efectos adversos de la acumulación de residuos

El director ejecutivo de la Fundación Amigarse Heiver Andrade Franco es consciente de esta problemática en «muchos municipios de Bolivia», especialmente en Santa Cruz de la Sierra debido a que, según cálculos de su institución, entre 300 y 400 toneladas de residuos podrían reciclarse antes de ser llevados al vertedero ubicado en San Miguel de los Junos.

«Es una problemática que ningún municipio de Bolivia ha podido resolverla hasta hoy. En Santa Cruz (de la Sierra) sabemos que somos los campeones de la basura; por día, esta ciudad genera 1.942 toneladas de residuos y solo el 8,6% se recicla», asevera a Bolivia Verifica.

Mucho del material que termina desechado puede ser reutilizado en la elaboración de diversos productos. Bajo este razonamiento, la app Yo Reciclo Bolivia —dice Andrade— pretende evitar que esa materia prima se pierda entre la basura orgánica que derrama lixiviado (sustancia líquida, densa y que produce muy mal olor) y puede filtrarse en el suelo contaminando aguas dulces y generando gases de efecto invernadero entre otros efectos perjudiciales para la salud a mediano y largo plazo.

¿Cómo funciona la app?

Como toda aplicación, esta se deber descargar y ejecutar en el teléfono móvil llenando datos generales de importancia para el buen funcionamiento de la herramienta.

El usuario puede registrarse como un generador o reciclador de residuos y en función de ello podrán mantenerse interconectados a través de esta herramienta.

Así, por ejemplo, cualquier persona puede solicitar el recojo de material y el reciclador más próximo a su ubicación será notificado mediante la aplicación para coordinar detalles. En el siguiente video hay una explicación al respecto:

Video de Yo Reciclo Bolivia que presenta generalidades en la función de esta app.

La Fundación Amigarse estima que aproximadamente 2.000 personas se dedican a la recolección de residuos en Santa Cruz de la Sierra, quienes potencialmente pueden ser beneficiados con la tecnología de Yo Reciclo Bolivia.

«A todo lo que tú sabes que se recicla, le tomas una fotografía desde la misma aplicación y un timbre le va a sonar al recolector que esté más cerca de tu ubicación; en ese momento empieza a interactuar contigo para ponerse de acuerdo en qué día y hora puede pasar para recoger los materiales», explica Andrade.

El director ejecutivo de la Fundación Amigarse aclara que el servicio es gratuito porque la intención es «librarse de los desechos en tu casa» y «bonificar» al recolector que terminar por hacer un aporte para contrarrestar los niveles de contaminación.

Las y los recolectores comercializan luego estos materiales con diversas empresas, lo que les permite mejorar en algo sus ingresos económicos, pero esta es una labor sacrificada.

«Muchas personas creen que cuando acumulan un montón de botellas plásticas es muchísima plata, pero no es así. Por ejemplo, 23 botellas PET de dos litros hacen un kilo de peso y hoy, en el mercado, cada kilo se vende a solo dos bolivianos. Imagínate lo que tiene que caminar un recolector para llegar a tener 23 botellas», reflexiona Andrade.

Mujeres recolectoras de residuos en la zona del sexto anillo de la avenida Luján, Santa Cruz de la Sierra. Foto: J. Alexis Candia.

Asociaciones de recolectores usan la herramienta

Palmira Cadima forma parte de la Asociación de Recolectores Mangales del Sur y es una de las beneficiadas de esta iniciativa; ella recoge residuos desde hace 13 años y usa la app desde su lanzamiento en mayo de 2021. En su criterio, esta aplicación móvil «les ha aliviado un poco» porque en lo cotidiano debían caminar o recorrer «muchos kilómetros» para reunir desechos reutilizables.

«Nosotros caminamos kilómetros para poder recuperar (residuos). En cambio, con esta aplicación ya vamos directo (a las viviendas o entidades) y se recoge material limpio, que no está contaminado. Entonces, ha incrementado un poquito lo que ganamos y también nos ha facilitado el trabajo», comenta.

Cadima cuenta que haciendo uso de la app recoge residuos unas tres veces a la semana o en seis ocasiones al mes, según las prácticas de los usuarios.

«Cuando agarro una solicitud, esa persona ya se compromete a entregarme más residuos (en adelante). Nos contactan y es cada vez más constante (…) Incluso si no hay (solicitudes) en la aplicación ya tenemos los contactos de estos clientes», agrega.

La recolectora lamenta que «a veces, la gente no tiene la cultura de separar los residuos» y cree que se debería trabajar más en educar e informar al respecto.

Cadima considera que tanto su asociación como otros recolectores «cuidan el planeta y el aire que la sociedad respira». Su organización usa un logo en el que se ve a una persona que carga «con el mundo en la espalda», lo cual «simboliza» la importancia de su gremio.

Logotipo de la Asociación de Recolectores Mangales del Sur, en donde Palmira Cadima es una de sus integrantes.

El desafío: alianzas y educación ambiental para potenciar la app

Al ser consultado sobre las perspectivas a futuro de la aplicación, Heiver Andrade afirma que gracias a esta iniciativa se puedo establecer que la población tiene muy poca cultura por reciclar, por tanto uno de los desafíos de su institución es llegar a la comunidad mediante una «buena campaña de sensibilización que aporte a crear la cultura del reciclaje».

De la misma manera, Andrade considera importante sumar esfuerzos y «buscar aliados» para socializar más y mejor esta herramienta, de modo que la gente pueda hacer uso de la app.

«La sociedad está muy desinformada y muy poco sensibilizada sobre educación ambiental y esto es algo que deberíamos saber», dice.

En una anterior oportunidad, Bolivia Verifica dio cobertura a otra iniciativa que mensualmente transforma 200 toneladas de plástico reciclado en tubos flexibles para riego. Conoce más de este modelo de la economía circular acá.

Cada mes, 200 toneladas de plástico regresan a la vida útil en forma de tubos flexibles para riego

Este reportaje fue elaborado en el marco del proyecto de apoyo a la investigación periodística, enmarcado en Periodismo de Soluciones (PdS), desarrollado por la Fundación para el Periodismo y Bolivia Verifica con el apoyo de la National Endowment for Democracy (NED).