Prótesis biónicas mejoran la calidad vida de personas que perdieron alguna extremidad

Cerca de 50 personas ya recibieron una prótesis biónica, funcional y a bajo costo, creada por EccoBionics, un emprendimiento alteño de triple impacto: social, económico y ambiental.

Prótesis de brazo, fuente: Ecco Bionics.

Joaquín Martela

“Ya no salía a ningún lado, prefería quedarme en casa porque me daba vergüenza que la gente me viera y me tenga lástima. También había muchas cosas que no podía hacer sin ayuda, eso me ponía muy mal”, cuenta Javier, quien prefiere mantenerse en el anonimato pues aún no supera del todo su nueva condición, esa que resultó de un fatal accidente automovilístico ocurrido en la carretera La Paz-Oruro, donde perdió la mano derecha y parte del antebrazo

Su rehabilitación no fue sencilla, pero gracias a una prótesis estética recuperó un poco de seguridad, pues las consecuencias de perder algún miembro pueden traducirse en baja autoestima, sensación de inutilidad y de convertirse en una carga para los demás.

“Con mis ahorros pude comprarme una prótesis de mano estética, es decir que no tienen ningún tipo de funcionalidad, pero al menos ya no me daba tanta vergüenza. Con eso ya me animé a salir de casa nuevamente y tratar de superar poco a poco lo que me pasó”, dice Javier.

La alternativa a las prótesis estéticas son las mecánicas o biónicas, que son más funcionales pero más costosas. Por eso y pensando en atender una necesidad de su papá, Israel Álvaro Ramos ideó la forma de crear prótesis a costos más accesibles que le vienen cambiando la vida de medio centenar de personas en los últimos cuatro años.

Una iniciativa que beneficia a decenas

En 2020 se creó un proyecto llamado EccoBionics que desarrolla y fabrica prótesis de miembros superiores y exoesqueletos de rehabilitación a bajos costos. Su impulsor y fundador es Israel Álvaro Ramos, un joven alteño, informático de profesión y que ahora estudia ingeniería electrónica. 

La primera prótesis que Ramos creó fue una para su padre. “Cuando mi papá era joven sufrió amputaciones de las falanges distales de los dedos índice y pulgar, estuve averiguando precios y solo la prótesis de falange distal costaba 2.000 dólares, dinero al que no podíamos acceder. Por eso, con los conocimientos que tenía y que adquirí de manera autodidacta, creé las primeras prótesis”.

Desde su creación, Ecco Bionics ayudó a unas 50 personas vendiendo sus productos a bajos costos y en algunos casos cobrando solo la inversión en el material; incluso hizo donaciones.

Ramos dice que en el mercado internacional una mano biónica puede costar 120.000, 180.000 y hasta  240.000 dólares. “Esos son los precios que están en internet y que también averiguaron y me compartieron los pacientes que viajaron a Chile, Brasil, México y otros países en busca de una”.

Las prótesis que Ramos crea no emplean la tecnología de una producida en grandes industrias del exterior, pero su creador no ha dejado de innovar.

Las prótesis biomecánicas, por ejemplo, son funcionales y le dan un alivio a las personas que las necesitan; los precios están a partir de Bs 2.500. Otra alternativa son las prótesis biónicas que tienen costos que van desde los 500 dólares. “Varía según la pieza y la funcionalidad que quieran tener los pacientes. Pero, aunque yo llegara a cobrar unos 1.000 dólares por cada una, la diferencia del valor es abismal” comenta.

Al principio empleaba material económico para abaratar costos, pero actualmente trabaja con lo mejor que halla en el mercado, no solo para que sean más cómodas y funcionales, sino para que duren más tiempo.

“Soy un creador, me encanta desarrollar tecnología para ayudar a mejorar las capacidades físicas de los seres vivos. Quiero aportar a la sociedad con la tecnología que voy desarrollando, todo es completamente hecho en Bolivia”, afirma Ramos.

Las prótesis y sus diversas funciones 

El creador de Ecco Bionics explica que las prótesis se diferencian de la siguiente manera:

  • Prótesis estéticas: Se realizan a medida, reemplazan y buscan asemejarse a la extremidad faltante, pero no tienen otra función. En el caso de una mano tienen una cobertura tipo guante que se parece a la piel, el usuario podría cambiar la posición de los dedos, pero no le sirve para levantar cosas o hacer presión sobre objetos.
  •  Prótesis mecánicas: Son funcionales y pueden realizar movimientos como agarres y otros con la ayuda de botones, o sistemas que se activan con el movimiento de algunas partes del cuerpo. Por ejemplo, en el caso de una mano, si se gira la muñeca podrían moverse los dedos.
Prótesis de dedos, manos y brazo, fuente: Ecco Bionics.
  • Prótesis biónicas: Son completamente funcionales y se controlan con sensores ubicados en partes específicas del cuerpo del usuario, para colocar los sensores no hace falta una intervención quirúrgica. Si el usuario mueve un músculo la prótesis reaccionará y hará alguna función como abrir y cerrar la mano.

Ramos quiere ir más allá y señala que actualmente se encuentra trabajando en una prótesis que pueda controlarse con impulsos neuronales, es decir, con el pensamiento. “Hemos desarrollado la interfaz neuronal, estamos innovando en eso a nivel Bolivia y Latinoamérica porque este tipo de tecnología no existe y queremos hacerla accesible a bajos costos”, adelanta.

Israel Ramos sosteniendo una prótesis biónica de brazo y portando en la cabeza un dispositivo neuronal para controlarla, fuente: Ecco Bionics.

Triple impacto

Las creaciones de Ecco Bionics generan un triple impacto: social, económico y ambiental. Social y económico porque ayuda a quienes necesitan acceder a una prótesis a precios accesibles; y ambiental porque para crear algunas piezas utiliza material reciclado. “Reciclamos botellas pet y las convertimos en filamento para que nuestra impresora 3D pueda imprimir distintas piezas, este material se emplea en distintas prótesis para mascotas que donamos” comenta.

Prótesis para pata de perro, fuente: Ecco Bionics.

Explica también que varias de las piezas que crea Ecco Bionics son de un material derivado de la caña de azúcar y que si se llega a romper se biodegradan en 60 años o se puede hacer con ellas compostaje. Por el contrario, los plásticos derivados del petróleo tardan en desaparecer entre 100 y 1.000 años, dependiendo de su densidad. 

Algunas limitaciones 

Ramos ganó distintos premios a nivel nacional, internacional y mundial con su proyecto de creación de prótesis biónicas a bajo costo, pero lamenta que el Gobierno no lo apoye. 

“Llevo prácticamente cuatro años representando a Bolivia en diferentes competencias y aun así sigo siendo invisible para el Gobierno. Es realmente triste que el Gobierno del país al cual representas no te preste atención. (…) Con un apoyo se podría ayudar a más personas”, lamenta.

A la vez, Ramos pide que las entidades del Estado faciliten la importación de ciertos componentes que llevan las prótesis y que el tributo que se pague por ellos no sea tan elevado, pues tienen un fin social. “No estamos importando productos creados, nosotros vamos creando. Incluso a la hora de exportar nos ponen limitaciones, es por eso que muchos desarrolladores se van del país”.

 Ecco Bionics se encuentra ubicado en la zona Alto Chijini de El Alto, abajo se puede ver el mapa. Si desea contactarse con ellos escriba mediante su página de Facebook haciendo clic aquí.

 

Vivir sin una extremidad

Solo a causa de la diabetes, «en el mundo, cada minuto tres personas son amputadas”, según datos de la Secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación. A esto se suman otro tipo de enfermedades y sucesos que dejan a miles de personas con alguna discapacidad motora por amputación.

En 2015 la Defensoría del Pueblo de Bolivia expuso que, según el Sistema del Programa de Registro Único Nacional de Personas con Discapacidad (Siprunpcd) y el Instituto Boliviano de la Ceguera (IBC) en Bolivia existen 95.884 personas con discapacidad. De ese número, el 38% tiene discapacidad física-motora, en algunos casos por falta de alguna extremidad.

La historia de Viviana Arce es inspiradora. Ella le contó a Bolivia Verifica que hace siete meses se encontraba haciendo compras en una tienda en la localidad de Capinota (Cochabamba). En ese momento, un conductor en estado de ebriedad chocó su vehículo contra otro motorizado que por el impacto subió a la acera y la atropelló.

“Me destrozó la pierna derecha, no tengo dos articulaciones, el pie y la rodilla. Los médicos no pudieron salvarme la pierna y sentí como me la cortaban, en ese momento me despedí de ella y le dije ‘gracias, hasta aquí has estado conmigo’ y me tocó seguir sin ella. Ahora son siete meses en los que he tenido que adaptarme a mi nueva vida y a mi discapacidad”, cuenta.

Arce usa  una prótesis a la que se está adaptando y que le ayuda a caminar sin muletas. “Ahora tengo una prótesis que se ve como un fierrito, me ofrecieron volvérmela estética para que nadie note que no tengo una pierna, yo les dije: ‘¡No! Yo quiero que se vea y noten que no tengo una pierna ¿por qué me voy a avergonzar? No ha sido mi culpa, no me avergüenzo de mi discapacidad, he salido a la calle sin pierna (…)’. No hay que tener vergüenza, hay niños que no tienen dos manos y luchan por vivir, la vida es increíble”, expresa.

Arce creó un grupo en Facebook llamado «Amputados Bolivia» con el propósito de brindar apoyo a todas las personas que estén atravesando un caso similar al suyo. «En ese momento no sabes qué hacer, qué es lo que va a pasar, tienes muchas preguntas, por eso es importante que nos apoyemos unos a otros», dice.

Mauricio Castillo, quien es psicólogo de profesión, explica que el proceso de rehabilitación de una persona que sufrió algún tipo de amputación es complicado y que muchos afectados incluso piensan en el suicidio como alternativa. Asimismo, dice que una prótesis que reemplace la extremidad perdida puede reducir significativamente el periodo de rehabilitación.

“Una prótesis, ya sea estética o funcional, puede ayudar a las personas que sufrieron amputaciones a rehabilitarse en menor tiempo. Existen personas que se compraron o por donación recibieron una prótesis de pierna o brazo y dijeron que volvieron a nacer, que la vida les dio otra oportunidad”, expone.

El exjefe de Urgencias del Hospital de Clínicas, Guillermo Ortega, señala que algunos pacientes de escasos recursos que sufrieron algún tipo de amputación reciben, como donación, materiales ortopédicos como muletas, burritos o sillas de ruedas. Sin embargo, lamenta que ese tipo de ayuda no se realice de manera constante y a la vez compara los materiales con las prótesis.

“El Gobierno y las instituciones privadas y benéficas hacen donativos para los pacientes necesitados, pero muy esporádicamente. Si bien una muleta puede ayudar a una persona que perdió parte del pie o la pierna, no se compara con una prótesis, siempre la prótesis va a ser mejor porque tiene mayor autonomía y el paciente la llega a hacer parte de su cuerpo”.

Una fundación ayudó a Viviana Arce y la empresa Ortopedia Flores le fabricó una prótesis con productos donados; por el trabajo pagó cerca de Bs 3.500. A la vez, Arce explicó que existen otras fundaciones que como mínimo cobran 5.000 dólares por las prótesis  

“Las muletas te limitan las manos, mientras que con la prótesis estoy aprendiendo a caminar de nuevo y detrás hay mucho trabajo de fisioterapia y ejercicios. No camino todavía bien, todavía tambaleo (…) la primera vez que me puse la prótesis caminaba muy chueco, cada día voy mejorando” afirma sonriente y entusiasta.

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