De basura a casas ecoamigables: una forma de disminuir la contaminación ambiental

Una casa construida con ecoladrillos es más barata y resistente; además ayuda a reducir la contaminación

Por Joaquín Martela

A diario se generan más de siete mil toneladas de basura en el país, la misma no recibe un tratamiento adecuado y termina en los rellenos sanitarios o botaderos, generando contaminación y un gran impacto ambiental.  Respecto a este problema, el ingeniero alteño David Apaza creó un centro de investigación para tratar la basura y convertirla en “ladrillos ecológicos”.

La basura, un gran problema ambiental

El Instituto Nacional de Estadística (INE) indica que por mes se generan miles de toneladas de residuos sólidos.

En julio de 2022 se recogieron 129.431 residuos sólidos a nivel nacional y 20.280 en la ciudad de El Alto.

La ciudad que más basura generó fue Santa Cruz con 44.009 toneladas.

 

En mayo de 2019, en el Foro de Municipios Gestión Integral de Residuos se reveló que el país podría aprovechar el 80% de la basura que se genera a diario.

El mismo evento fue desarrollado en septiembre de 2022 en la ciudad de Sucre,  donde el eje central fue la gestión eficiente de desechos sólidos por las instancias de gobierno.

David Apaza, nombrado como “embajador climático en Bolivia” por la Fundación Grothendieck, indica que en el país se generan a diario más de siete mil toneladas de basura, que muy pocos de estos residuos son reciclados y que la mayoría va a los rellenos sanitarios.

“Varias ciudades de Bolivia tienen ese problema. En el 2020, en Oruro se vio algo muy importante; la contaminación y la pérdida de un lago».

David refiere que se trató de hacer activismo para limpiar el lago, pero no se logró, porque es un problema estructural.

Explicó que «muchas empresas» queman los residuos sólidos y generan gases de efecto invernadero.

Los botaderos a cielo abierto también son focos de metano, este gas afecta gravemente a la capa de ozono y es causante del calentamiento global, cita un estudio publicado el año 2009 en la biblioteca electrónica Scielo.

El lago orureño al que hace referencia el ingeniero se llama Uru Uru y en el año 2021 autoridades, ambientalistas y voluntarios realizaron una campaña de limpieza, pero la misma duró poco tiempo.

El periódico La Razón publicó en abril de 2022 una fotografía del lugar y mostró que estaba lleno de botellas, bolsas plásticas y otro tipo de residuos.

Preocupado por este tipo de problemas ambientales, David Apaza creó un entro de investigación de materiales ecológicos llamado Ch’uxña Uta o Casa Verde traducido del aimara.

Fue ahí donde desarrolló los “ecoladrillos” que son bloques elaborados con distintos residuos sólidos que pueden armarse como si fueran legos.

 

Ecoladrillos: función y beneficio

Mario Tiñini se dedica a la compra y venta de materiales reciclables como las botellas pet, el papel, el cobre, entre otros. 

“Varias empresas compran papel, cartón y similares en desuso, lo remojan, le hacen un tratamiento y con eso hacen papel higiénico, cajas de cartón y otros productos».

Refiere que en el caso del plástico «pasa lo mismo», las botellas pet, las bolsas gruesas y otro tipo de plásticos usados se pueden fundir para hacer de nuevo botellas, recipientes, bañadores, cajas y otros productos.

«Yo compro a la gente papel cartón y otros por kilo y lo vendo a esas empresas», explicó Mario Tiñiñi.

El Instituto de Investigaciones Socio-Económicas de la Universidad Católica Boliviana publicó el año 2019 un artículo en el que explicaba que de toda la basura generada a diario en el país, en ese entonces 5.400 toneladas, solo se reciclaba el 4%.

Mario Tiñini dice que no todos los materiales en desuso son aptos para el reciclaje.

«Las bolsas nailon, el plástico que se usa para hacer vasos desechables, los CD, las envolturas de golosinas como el celofán, el papel plastificado, el papel fotográfico y otros similares, no reciclamos porque nadie compra. Todo eso va directamente a la basura”.

David Apaza comentó que para hacerle frente a la contaminación ambiental es necesario el tratamiento de todos los residuos sólidos. Él aprovecha los materiales que las personas que se dedican al reciclaje no quieren, como las bolsas nailon y papel plastificado, entre otros.

“Mediante la investigación determinamos que se puede hacer un ecoladrillo con residuos sólidos no aprovechables que no necesariamente son plásticos».

Agregó que hay otros residuos que están desechados «totalmente» y ninguna empresa los quiere para reinsertarlos, la única solución que le están dando es echarlos a la basura. «Nosotros estamos utilizando residuos que nadie quiere para hacer ladrillos que, sí son viables”, expresó.

Los residuos sólidos ingresan a una trituradora, se mezclan con algunos aditivos, son compactados y posteriormente puestos a secar a la luz del sol y no requieren de un horno como los ladrillos de cerámica.

 

David Apaza indica que, a diferencia de los ladrillos de cerámica, los ecoladrillos tienen más beneficios, porque son resistentes a sismos.

“El ecoladrillo es dúctil, no se fractura, no se rompe, se deforma y no afecta su estructura, si es que hubiera un temblor, la construcción no se va a derrumbar”, aseguró.

Resaltó también que los ecoladrillos son aislantes térmicos, conservadores de calor e ignífugos, porque no se encienden, y en condiciones extremas de fuego solo humean.

Ignífugo es un elemento u objeto que no genera combustión y protege contra el fuego.

Para David Apaza los ecoladrillos son similares a los adobes.

Construcción con ecoladrillos y su resistencia

Cada ecoladrillo pesa tres kilos aproximadamente. Para construir un muro de un metro cuadrado se requieren entre 36 a 40 ladrillos, los que son armados como legos y se unen con pegamento.

David Apaza explica que cada ladrillo cuesta Bs 2, por sus características ayuda a reducir costos en materiales de construcción como el cemento, la arena y además abarata la mano de obra.

“Tienen una resistencia superior a un ladrillo cerámico de seis huecos” resaltó.

¿Cuánto cuesta construir una casa con ladrillos ecológicos?

“Estamos trabajando con dos arquitectas; una francesa y una boliviana para diseñar una vivienda económica, pero de calidad, que sea útil para una pareja joven que quiera tener dos hijos”, explica el emprendedor.

También comenta que el costo de este tipo de casa puede llegar a unos 30 mil dólares, a diferencia de una construcción convencional que cuesta entre 50 a 60 mil dólares.

Estos costos de construcción pueden abaratarse aún más.

Según David Apaza, una vivienda terminada de diez metros cuadrados para una persona puede costar 10 mil dólares. “Se abaratan costos, pero se mantiene la calidad, la construcción se hace con buenos materiales”.

Dependiendo de la estructura, los ecoladrillos pueden emplearse para construir una casa hasta de cinco o seis pisos.

La opinión de los expertos en construcción

Los arquitectos Rolando Cahuana y Marcela Pradel, quienes son docentes de la Carrera de Arquitectura de la Universidad Pública de El Alto, coinciden en que este material es una buena alternativa para la construcción.

“Este tipo de proyectos ya existen desde hace años en otros países, incluso, ya se construye con muros prefabricados que son livianos, térmicos y aisladores de ruido, me parece bien que se adopten estas maneras amigables de construir acá”, expresa el arquitecto Rolando Cahuana.

Marcela Pradel aclara que existen limitaciones. “Es una muy buena propuesta, no lo vamos a negar, pero este tipo de ladrillos aún no están en el mercado para que cualquiera los pueda comprar en grandes cantidades».

La arquitecta y académica menciona que deben hacerse campañas para que la gente los conozca y se anime a utilizarlos en sus construcciones.

Obras realizadas con ecoladrillos

Estos materiales se emplean en la construcción de invernaderos, pero otro de los propósitos es fabricarlos a gran escala y emplearlos en viviendas.

“Recién cerramos acuerdos en Cochabamba, tenemos un par de semanas para hacer estudios, entregar resultados y proyectar un diseño a los inversionistas para instalar una fábrica», dice David.

Estas fábricas están proyectadas en Cochabamba y Oruro.

Otro de los productos ecológicos que David Apaza tiene en mente es la construcción de muros con botellas pet rellenas de residuos sólidos triturados.

El ingeniero muestra al equipo de prensa de Bolivia Verifica cómo quedaría una de estas murallas terminadas.

 

Este tipo de construcción ya es una realidad que desarrolló la institución que impulsa estilos de vida sostenibles “Extend Verde”.

En el año 2021, dicha instancia construyó un aula con este tipo de materiales en la unidad educativa Willcacota ubicada en el municipio paceño de Achocalla.

Al igual que los ecoladrillos de Apaza, este tipo de materiales resisten sismos, son aislantes acústicos y térmicos.

Publicación de El Potosí donde se resalta este tipo de vivienda.

Un proyecto que tiene apoyo privado

David Apaza resaltó que cuenta con el apoyo de instituciones privadas que están interesadas en reducir el impacto ambiental que provocan los residuos sólidos.

El proyecto no cuenta con apoyo gubernamental, pero el ingeniero indica que la colaboración sería «muy buena» para enseñar a los niños, jóvenes y adultos a separar y reutilizar correctamente los desechos sólidos.

Ch’uxña Uta se encuentra ubicada en El Alto, en la zona Cosmos 79, en las instalaciones de la Asociación Centro Juvenil Para el Desarrollo Humano (Cejupa), calle Colecta N: 1.054.

David Apaza comenta que Ch’uxña Uta se encuentra abierta a todos los jóvenes que deseen hacer pasantías y que quieran conocer más sobre materiales de construcción ecoamigables.

Expresa su compromiso con el medio ambiente, señalando que junto a su equipo de trabajo realizan capacitaciones en colegios para enseñar la importancia de reducir el consumismo y del tratamiento de residuos sólidos.

“Estamos destruyendo nuestros suelos, nuestro medio ambiente y estamos acelerando el cambio climático, hay que impulsar a que los jóvenes sean activistas y que trabajen por su sociedad, porque de ellos es el futuro”, enfatiza.

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