Los plazos del calendario electoral ya corren. Luego de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) oficializara la convocatoria a los comicios de agosto, los precandidatos y las organizaciones políticas apuran las negociaciones y alianzas. El proceso no está exento de fricciones, disputas y fracturas y, por su lado, los desinformantes también hacen lo suyo.
Supuestas alianzas, falsas encuestas de intención de voto, polémicas por militancias político-partidarias y otros temas son parte de la estrategia que se emplea para confundir a la población e influir en la opinión pública.
El informe sobre las tendencias de la desinformación durante marzo ya nos daba un amplio pantallazo de este fenómeno. El reporte reveló que cerca del 20% de los contenidos que verificamos ese mes estaba relacionado con las elecciones presidenciales previstas para el domingo 17 de agosto. Entre los afectados por la desinformación figura, por ejemplo, el presidente del TSE, de quien se comparte un perfil que no le pertenece.