El discurso de odio es todo tipo de narrativa usada en la esfera pública para promover, incitar y legitimar la discriminación, la deshumanización y la violencia. Está dirigido a personas o grupos de personas en función de su pertenencia racial, política, religiosa, territorial, étnica, de género y de clase.

Bolivia Verifica monitorea las narrativas de odio en las redes sociales y, apoyada en expertos, analiza sus efectos y alcances a fin de promover el diálogo y la cultura de paz. En este compendio compartimos algunos de los artículos elaborados en las últimas semanas:

-    El término “bolita” sigue siendo usado de forma despectiva en Argentina para referirse a los migrantes bolivianos. Hoy, las redes sociales son el nuevo espacio para la difusión de esta narrativa de odio en razón de raza, etnia y nacionalidad.

-    Desde el discurso político, la participación política de los pueblos indígenas de Bolivia es circunscrita y condicionada a su vínculo con una sola organización política. Esta idea alimenta en redes sociales una narrativa discriminatoria y de odio basada en cuestiones raciales.

-    El poema “Antiimperialista” declamado por una niña en el aniversario del MAS intensifica la confrontación y fomenta los prejuicios. Especialistas en temas de la niñez consideran que se hace un uso político de una menor de edad en estado de vulnerabilidad para difundir un discurso de odio.

-    Violencia simbólica: patrones sobre la estética, la edad, el peso, la vestimenta y otros impuestos a la mujer por el sistema patriarcal y consumista son empleados para difundir narrativas de odio en las redes sociales en contra de mujeres que buscan romper estereotipos.

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